*JUAN MARTORANO.
Una lectora colombiana que tiene
muchísimos años en Venezuela, me compartió una serie de reflexiones, a
propósito del reciente estallido del carro-bomba en la Escuela santanderiana de
policía en Colombia, que es bueno socializar.
Dicho acto terrorista, que ha
obtenido el rechazo y la condena a escala mundial, tiene todos los indicios de
ser otro falso positivo, que está a la vista y es evidente, ya que Duque es
continuador del accionar de su mentor, Álvaro Uribe Vélez, y de su antecesor,
Juan Manuel Santos.
De hecho, aún estaban calientes
los cadáveres en este atentado (o lo que quedo de ellos) cuando el presidente
Duque ya comenzaba advertir a gobiernos como Cuba, Nicaragua y Venezuela sobre
lo que “les pueda ocurrir”. Asimismo el presidente brasilero Jair Bolsonaro
señaló que “ojalá Venezuela no le otorgué refugio al ELN”. ¿Casualidad?
Evidentemente, Duque tenía ganas
desde hace rato, dinamitar los diálogos de paz con el Ejército de Liberación
Nacional (ELN) pero no tenía las condiciones para ello. Este “evento terrorista”
le sirvió en “bandeja de plata” el justificativo para esa ruptura.
Toda esta serie de eventos y
asesinatos a más de 300 líderes sociales, hacen que se nos parta el corazón. Lamentablemente
con el gobierno de Iván Duque, vuelve a ese país la guerra sucia, más terror y
más miedo.
El terrorismo en Colombia siempre
ha sido promovido desde el Estado, por eso no podemos descuidar los intentos de
este gobierno guerrerista y regentado por paramilitares, lo que pretenden no
sólo a lo interno de ese país, sino para el resto del continente.
El imperialismo estadounidense,
eso es importante reiterarlo, tiene su laboratorio de guerra en Colombia, y
ciertamente lo están activando para violentar la paz de toda la región, y sus
garras están dirigidas fundamentalmente hacia Venezuela.
De ahí la labor cipaya y traidora
de Julio Borges, quien de manera jalabola y cobarde pretendía vincular el
evento terrorista al gobierno encabezado por Nicolás Maduro. Las propias
investigaciones realizadas por los cuerpos de seguridad y efectivos de la
fuerza pública, determinaron que no había implicación alguna de venezolanos y
funcionarios de ese país en ese atentado criminal.
Y de ahí, que no podemos bajar la
guardia, porque Duque está cumpliendo su parte dentro del entramado
desestabilizador y en aras de concretar una acción armada en contra de
Venezuela. Y en ese plan lo acompaña Jair Bolsonaro y desde Guyana.
De acuerdo a informaciones que a
uno le llegan por diferentes vías, fundamentalmente internacionales, que
señalaban que esperaban la juramentación del presidente Nicolás Maduro para
darle una especie de ultimátum, que si el 23 de enero Maduro “no entrega el
poder” a la Asamblea Nacional en desacato (AND), ahora sí vendrá la invasión,
hay que evaluarlas en su justo contexto y dimensión.
Si bien pienso que estas
informaciones obedecen más a operaciones en el marco de una guerra psicológica
que contribuya a exacerbar aún más a la angustia y disociación a la población,
tampoco podemos desdeñar de buenas a primeras estas advertencias. De ahí la
necesaria alerta que habrá que tener por estos días previos a los eventos del
23 de enero, ante posibles acciones desestabilizadoras. Nuevamente en el estado
Táchira apuntan a la generación de eventos desencadenantes de alto impacto que
originen conmoción nacional, y evidentemente por ser fronterizo con Colombia. Así
que atentos.
Por ello, y como lo señaló esta
buena camarada que me hizo llegar este mensaje, Duque está cumpliendo al pie de
la letra las órdenes imperiales que le han dado.
Así que no estemos alarmados,
pero si alertas, atentos y prevenidos.
Bolívar y Chávez viven, y sus
luchas y la Patria que nos legaron siguen.
¡Independencia y Patria
Socialista!
¡Viviremos y Venceremos!
¡Hasta la Victoria Siempre!
*Abogado,Activista por los Der Humanos,Militante Revolu y del a Red Nacional Tuiter@s Socia listas ( http://. juanmartorano.blogspot com /ht tp:juanmartorano.worpress.com) .jmartoranoster@g mail ,j_ martorano@hotmail.com , _. a . @juanmartorano ( en Tuiter