“Es una nueva era en Brasil. El muchacho viste de azul y muchacha rosa”, dijo Damares Alves en una celebración mientras sus seguidores levantaban la bandera del Sionismo israelí y celebraban junto a ella el nuevo momento político que se abrió en Brasil con la asunción de Bolsonaro.
La pastora evangélica Damares Alves llegó al ministerio de Derechos Humanos de la mano de Jair Bolsonaro, y en su presentación dejó en claro el carácter ”terriblemente cristiano” que tendrá su administración.
La frase es una provocación a las organizaciones que defienden los derechos de la comunidad LGBTI que sufre discriminación y violencia cotidiana en Brasil. Incluso esta reformulación de políticas les baja la categoría de atención porque su problemática ahora será tratada por una Dirección y no directamente por el ministerio como ocurría anteriormente.
La
ministra de la Mujer, Familia y Derechos Humanos es pastora evangélica y
ya dijo que la familia brasileña ‘corre riesgos’ en razón del Plan
Nacional de Derechos Humanos