Resumen Latinoamericano / 6 de febrero de 2019
El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2011), preso desde abril de 2018, sumó una nueva condena: 12 años y 11 meses de cárcel por supuestos delitos de corrupción y blanqueo de dinero.
La sentencia de la jueza Gabriela Hardt, de primera instancia, se refiere a las supuestas coimas que el expresidente recibió de forma disimulada a través de la reforma de una finca situada en Atibaia (en el interior del estado de Sao Paulo, al sureste de Brasil).
Esta es la segunda condena que pesa contra el líder de la izquierda brasileña, que desde abril cumple otra sentencia de 12 años y un mes de cárcel determinada por la corte de apelación (el Tribunal Regional Federal de la 4º Región, de segunda instancia).
Vale señalar que tanto en Brasil, como en otros países del mundo, la Justicia no funciona como un poder independiente del Estado y, al igual que el Ejecutivo y el Legislativo, está sujeta a presiones de poderosos grupos de interés.
Fuente: Sputnik