Publicado: 18 jul 2019 15:59 GMT
En este episodio de soluciones veraniegas de
'Keiser Report', Max y Stacy hablan de la quiebra a la que se dirigen
las empresas de fracturación hidráulica, ya que pese a los récords de
producción pierden cada vez más dinero a un ritmo cada vez más rápido.
En la segunda parte Max entrevista a Tyson Slocum, de Energía Pública
para los Ciudadanos, que propone soluciones a la funesta espiral de
deuda de la industria de la fracturación hidráulica y justifica la
apuesta por las energías renovables.
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Desde
su mismo comienzo, la industria de la fracturación hidráulica ha sido
un "sinsentido" económicamente hablando, y hasta ahora no ha generado
beneficio económico alguno, sostienen los presentadores. Citando datos
de la Agencia Internacional de la Energía, Stacy señala que en el 2004
los pozos petroleros horizontales de EE.UU. producían alrededor de un 15
% del crudo de ese país, mientras que a finales del 2018 la cifra
llegaba al 96 %.Sin embargo, un informe conjunto del Instituto de Economía Energética y Análisis Financiero y del Instituto Sightline, que analizó a 29 empresas estadounidenses de esquisto, se encontró con un flujo de caja libre negativo que en total sumaba 2.500 millones de dólares en el primer trimestre de 2019. El reporte concluyó que entre 2010 y 2019 las compañías analizadas perdieron 184.000 millones de dólares.
Al respecto, Max recuerda que en Estados Unidos hacen falta unos 100 dólares por barril solamente para la perforación de un pozo, cuando el precio del crudo no supera los 60-70 dólares. La fracturación hidráulica "está acabando con el sector petrolero tradicional", acotó Stacy.
Por su parte, Tyson Slocum, invitado de este programa, sostiene que el Gobierno estadounidense debería intervenir para regular los fallos existentes en el mercado energético de un país que se basa en recursos no renovables. Slocum opina que EE.UU. debe emprender proyectos de energía renovable.
"Una de las mayores cuestiones que se plantean con las tecnologías limpias es cómo vamos a abandonar el uso de combustibles líquidos basados en el petróleo para el sector del transporte. La mejor forma de hacerlo es incorporar la electricidad en el sector del transporte estadounidense a través de la inversión en vehículos eléctricos", comentó. No obstante, asegura que el reto de esa iniciativa reside en grandes inversiones en infraestructura de recarga para hacer que los vehículos eléctricos funcionen.