La tendencia general de la producción capitalista
no es elevar el nivel medio del salario, sino
reducirlo
K. Marx. “Salario, Precio y Ganancia”. Londres 1898.
Estamos siendo
testigos de una protesta generalizada contra el neoliberalismo liderado por el
Fondo Monetario Internacional (FMI), no solo en América Latina sino en el mundo
entero. Los defensores del capitalismo argumentan los visibles logros
científicos y tecnológicos logrados en los últimos doscientos años; admiten que
socialmente hay algunas cosas que deben cambiar, pero nunca ponen en duda su
sistema económico. Por supuesto, no tocan el tema de las guerras (mundiales y
coloniales), los millones de víctimas que éstas causaron, ni los millones de
personas que nunca llegaron a la edad adulta por ser pobres. Igualmente omiten
que, ¡Oh, horror! China, un país comunista, en el 2006, desplazó a Estados
Unidos del primer lugar del Top 10
countries for scientific research en las áreas de física y química, y que
está a punto de desplazarlo en todas las áreas del conocimiento (https://pedrogrima.blogspot.com/2019/10/the-top-10-countries-for-scientific.html).
Las revoluciones
son el motor que dinamiza las sociedades. La última gran revolución global
ocurrió hace quinientos años (la llamada Revolución Moderna) cuando la
burguesía creció lo suficiente para desplazar a la nobleza. Fue ese cambio el
que originó todos los avances científicos y sociales de los años subsiguientes.
Por los hechos, pareciera que la clase media ha crecido lo suficiente para
desplazar a una burguesía que ha adquirido la forma de grandes corporaciones,
hoy en día degeneradas al rol de producir solo dinero para sus dueños. Es el
famoso 1% que explota al restante 99%. Ya nadie pone en duda la decadencia del
país más representativo del capitalismo, la única discrepancia es cuándo y cómo
implosionará.
En el trabajo de
Marx que cité al comienzo de esta nota, éste nos recomienda cómo cambiar el sistema
capitalista: “...la abolición definitiva del trabajo asalariado”, y agregamos:
por el trabajo productivo. Los Think Tank
del capitalismo neoliberal (que leen más a Marx que los propios
“revolucionarios”) ya han lanzado esta idea llamándolo trabajo corporativo,
mediante el cual le pagarán al trabajador proporcionalmente a la cantidad de
riqueza que produzca (según sus cánones, por supuesto) pero sin tocar la
premisa esencial del capitalismo: aumentar la plusvalía a favor de los
patrones. En el socialismo (transición al comunismo) el trabajador también debe
ganar en función de lo que produce, con la diferencia que la plusvalía debe ser
repartida también, disminuyendo las ganancias de los patrones, Esa es la gran
diferencia.