Un
día como hoy de 1920 quedó constituída la República. Qué significó:
nuestros negros excluídos, los mismos que habían dejado todo en el campo
de batalla luchando por la libertad de Cuba; servilismo, el cambio de
un amo por otro; represión, luchando contra los males de la República
perdieron la vida no pocos de los mejores cubanos; subdesarrollo y
dictadura, a pesar de las magníficas postales de La Habana.
Algunos sienten nostalgia por los carteles lumínicos. A mí nada me contenta ante la muerte de Mella, Guiteras, Jesús Menéndez, Frank, Abel, Echeverría y tantos otros.
Esa es mi nostalgia. Fecha para recordar que tener república no basta. A
ellos, que sí la vivieron, no les bastó, más bien les costó la vida. En
el juicio de ellos creo. Fecha para tener presente que la república por
la república no garantiza nada.
La
mentada república fue justamente lo contrario a los sueños por los que
Martí, republicano, un día como ayer, cayó en el campo de batalla. Martí
no se agota en haber sido republicano: fue antimperialista! Lo digo
alto porque se olvida; cuanto hizo fue para eso, no citarlo justo ahí es
mutilarlo a conveniencia. La República, muy república ella, nació
colonizada y servil. No fue hasta enero del 59 que hubo dignidad en
Cuba.
Para
ser consecuentes con el pensamiento martiano, el futuro republicano de
Cuba no puede pensarse al margen del socialismo y del pensamiento
profundamente anticapitalista de Fidel. Claro, podemos pensar en la
república como un nirvana en el que flotan abstractos e incólomes los
conceptos de libertad, democracia e igualdad y en el que todos, por arte
de magia, nos hacemos iguales y nos amamos y somos felices para
siempre. Divina magia de la república que al margen de cualquier
consideración engendra por sí misma el bien, eter fantasmagórico en el
que fluimos después de haber tirado por el caño la historia, las
determinaciones sociohistóricas, las condiciones geopolíticas, las
clases sociales y, ya de paso, el marxismo y demás herejías.
Pero
la suerte es que el 20 de mayo existe para recordarnos lo perversa que
puede llegar a ser una república si es servil y si es burguesa. La
sangre que cuesta liberarla. El Martí que dijo con todos y para el bien
de todos fue el mismo que dijo con los pobres de la tierra quiero yo mi
suerte echar. ¿ Y de esta última frase, se acuerdan?
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