Resumen Latinoamericano, 26 de julio de 2020.
El dirigente revolucionario Jorge Rodríguez luchó durante su corta, pero intensa vida, en contra de los actos criminales de los que finalmente resultó ser víctima: las persecuciones, desapariciones y asesinatos políticos de los gobiernos de la cuarta República.
Eran esas las medidas de los gobiernos de ese tan recordado Estado, con las cuales trataban de silenciar la voz de aquellos que luchaban con pasión y coraje por los más pobres. A finales de febrero de 1976 fue secuestrado el vicepresidente de la Owens Illinois, Williams Frank Niehous, por parte de los autodenominados Grupos de Comando Revolucionarios. Esto fue la justificación perfecta del entonces presidente Carlos Andrés Pérez para actuar contra las libertades democráticas.
La cacería y muerte de líderes estudiantiles y representantes sociales se consumaron bajo el pretexto de la búsqueda del industrial norteamericano. Todo esto desató una feroz represión gubernamental contra los sectores populares, que se expresó en el encarcelamiento de un conjunto de delegados políticos acusados de haber participado en el plagio.
Como a todos estos dirigentes, a Jorge Rodríguez se le había detenido con la excusa del secuestro del empresario estadounidense, sin embargo, su detención ilegal fue parte de las acciones represivas para frenar los avances revolucionarios.
Luego de su injusta detención, en la avenida Sucre, frente al liceo Miguel Antonio Caro, lo llevan a un paraje solitario de la carretera Panamericana, vía a los Altos Mirandinos. Fue torturado con el firme objetivo de que revelara la ubicación del secuestrado. Por no delatar y acusar a sus compañeros de hechos en los que no estaban involucrados, Rodríguez recibió una golpiza extrema. Fue regresado a la Dirección General Sectorial de los Servicios de Inteligencia y Prevención (DISIP) donde agonizó por horas en una celda conocida como “tigrito”. Hasta allí le llegó la inevitable muerte, el 25 de julio de 1976.
Solo la mentira trato de tapar lo que la tortura dejó: Me encontraba anoche en mi despacho, preparando esta rueda de prensa, cuando recibí la noticia, la horrible noticia, de que estaba muerto en su calabozo de la Disip, Jorge Rodríguez, aparentemente de muerte repentina, muerte natural o muerte repentina, dijo el Ex ministro de Relaciones Interiores – Octavio Lepage en ese momento.
Hoy homenajeamos a uno de los revolucionarios, que junto a tantos jóvenes caídos, luchaban contra el fascismo, contra la oscuridad, por la libertad y la independencia de una Patria, que fue considerada por dueños imperiales como un “ejemplo de democracia en América Latina”.
Centro de estudios socialista Jorge Rodríguez, remitió un comunicado expresando la fortaleza de las luchas revolucionarias, hoy más vigentes que nunca frente a los brutales ataques del imperio norteamericano contra el pueblo venezolano. A continuación, les dejamos el comunicado íntegro:
«Creyó la burguesía apátrida, pitiyanki, rastrera, corrupta y criminal que asesinando a Jorge se acabaría la esperanza y la lucha por una nueva sociedad.
Creyeron también que los/as camaradas se acobardarían y abandonarían la lucha, pues, ese era parte del objetivo de la política terrorista del Estado.
Lo eliminaron físicamente porque era un peligro para la democracia burguesa representativa, sus denuncias sobre la entrega de los recursos naturales (el hierro y el petróleo, fundamentalmente), a las empresas foráneas, la corrupción administrativa, y la violación sistemática de los derechos humanos, fueron elementos suficientes para que 4 criminales a sueldo después de someterlo a terribles torturas, obedeciendo órdenes de «arriba», le quitaran la vida a nuestro eterno maestro.
Lo dijo muy claro: »el pueblo venezolano tampoco se rendirá, y antes que rendirse profundizará la lucha, avanzará en el combate, a organizar cada vez más los instrumentos que permiten verdaderamente la toma del poder». Esa es la batalla de hoy en medio de un cerco imperialista, cuyo objetivo es acabar con nuestra revolución y liquidar todas las conquistas que como pueblo hemos logrado en estos últimos 20 años, desde que nuestro Comandante eterno inició este trajinar y valientemente sin cambiar de rumbo continua el Presidente Nicolás Maduro.
Tienen las generaciones presentes y futuras en Jorge, un ejemplo de disciplina, humildad, desprendimiento, estudio, compromiso, lealtad a los principios, y valentía a la hora de enfrentar dificultades, de no desmayar jamás en la lucha contra el capitalismo y por el socialismo.
44 años después, continua a nuestro lado, orientando el combate, con su humildad de siempre, y seguirá estando presente en las batallas por venir.
* Fuente: Últimas Noticias
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