Por Rubén G. Abelenda (*)Fue José Martí quien dijo que “Honor para quien Honor merece”,
pero el Apóstol nunca pudo imaginarse que la distinción más alta
que se otorga a los periodistas en Cuba llevaría su nombre, tras el
triunfo de la Revolución en la isla caribeña el 1 de enero de 1959.
Este 2021 fue laureada con ese gran premio la colega Rosa Miriam
Elizalde, a quien tuve la suerte de conocer, allá por el 2003, en
Madrid, y con quien fue un privilegio después compartir trabajo en
diversas capitales, incluida La Habana por supuesto, durante los
años posteriores.
No se me borra de la memoria cuando en diciembre de ese año, en
la isla española de Lanzarote; entrevistó al afamado escritor,
novelista, poeta, periodista y dramaturgo portugués, Jose
Saramago, y con su pluma Elizalde puso fin entonces a una de las
tantas campañas mediáticas que contra Cuba se han repetido para
denigrar de la Revolución.
De la “Rosa Roja cubana”, como la bautizó un querido amigo
madrileño del mismo gremio de la comunicación social, tampoco
puedo olvidar que trabajaba sin descanso, no dormía, poco comía, y
escribía sin parar balanceándose ante su ordenador, como hasta
hoy lo continúa haciendo.
Ella fue también quien inspiró a otro periodista de origen español a
dedicar parte de su tiempo a elaborar artículos en favor de Cuba y
de la Patria Grande.
Admirada por su profesionalismo, su modestia y su amabilidad, la
“Rosa Roja cubana” fue de las pioneras, para no decir la primera,
en incentivar y hacer comprender a muchos la necesidad de utilizar
las redes sociales en defensa de la nación caribeña y de las causas
justas de Nuestra América y del mundo.
En esa batalla se empleó a fondo y se convirtió de hecho en una de
las más conocedoras de Internet y de las redes sociales en nuestro
país, una especie de tanque pensante del que todos debemos
beber sus conocimientos para hacer frente a la peor de las guerras
no convencionales que se le hacen a Cuba, pero para la cual la isla
ya está muy bien preparada.
De Elizalde hay que mencionar ineludiblemente su lealtad y cariño
por Fidel, su familiaridad, su preocupación constante por su hija y
sus más cercanos seres queridos, y su especialidad culinaria, una
crema de calabaza que tuve también la oportunidad de probar en
varias ocasiones que la visitamos.
Desde tierras africanas no podía dejar de escribir estas líneas para
Felicitar a la “Rosa Roja” cubana por haber sido laureada con el
Premio Nacional de Periodismo José Martí 2021 por la Obra de la
Vida. Sin dudas vale decir la frase del Apóstol: “Honor para quien
Honor merece”.
(*) Periodista y Embajador de Cuba en Gambia.