Como dicen en Cuba: "hay pa' comer y pa' llevar. "
Lo previsible pasó, el monigote no apareció a la cita. A diez para las dos de la tarde ya Nicolás estaba en el Tribunal Supremo de Justicia. Además de él, otros ocho candidatos. Todos bien trajeados para la ocasión.
La audiencia comenzó y un proceso interesante se abrió para la Nación. Contra todo pronóstico, el Poder Electoral presentará en su momento el acta de totalización y demás documentos. Luego, cada organización entregará sus copias de las actas de escrutinio y finalmente un gran cotejo alumbrará el dígito final.
Obviamente, comparando la misma información se comprobará lo expresado por el presidente del Poder Electoral en la madrugada del 29 de julio pasado.
Problema serio para el monigote en desacato: qué entregará para no comprometer su humanidad a un juicio cantado.
Entrampada, la extrema derecha se hunde en arenas movedizas, las suyas, alimentadas de babas y escupitajos.
A todas estas, una estela de vándalos detenidos en distintos puntos cardinales aguardan su traslado a los casi remozados penales de Tocuyito y Tocorón. Les tocará individualmente responder por los actos terroristas post electorales.
Finalmente, mientras Almagro pasa su despecho y las viudas del Grupo de Lima esperan su resurrección, el Pueblo cimarrón y comunero toma las calles con alegría y celebra su gran Victoria del 28 de julio.
Mérida, 3 de agosto de 2024