Publicado por: Jose Sant Roz
José Sant Roz
- A principio del siglo XX, el más macabro y ardoroso racismo de Occidente, se vuelca contra Cipriano Castro, llamándolo “Mono”, “Macaco”, “Mico”, “Salvaje”, “Bárbaro”, “Indio”, “Bruto”, “Fiera”, “Monstruo”… Hasta este momento, 1900-1903, ningún gobernante en América Latina, ni en sueño, se atrevía contravenir o a poner en entredicho o duda, ninguna orden, ningún acuerdo impuesto por las potencias gringas y europeas. Ellos eran dueños y señores de nuestros puertos, de las mejores haciendas, de nuestros recursos, incluso de los propios presidentes y ministros en funciones. De hecho, ellos colocaban a todos los funcionarios claves de la administración pública, los proponían y los destituían a su antojo. Desde el primer gobierno de Páez en 1830, las legaciones extranjeras tenían la última palabra en todas las decisiones cruciales de la Nación. Es por esta razón (la misma que estallaría con Chávez en el poder), por la que cuando Cipriano Castro llega a Miraflores y les exige cuentas claras a las compañías extranjeras, a la Bermudez Company, a lo que dispone el Disconto Gesellschaft (quien concedía préstamos al país sin control de ningún tipo)… Occidente todo le declara la guerra. ¿Sabían ustedes, queridos y sufrientes compatriotas, casi siempre colonizados, que hasta 1940 el Puerto de la Guaira perteneció a los ingleses, y que allí flameaba la bandera británica y que por ese territorio no podían circular venezolanos sin permiso de los ingleses? ¿Una cosa como Las Malvinas en chiquitico? ¿Y nos tenían, además, cogidos por los huevos por lo de El Esequibo…?
- Eso de revisar tales cuentas, de poner control a las empresas extranjeras, no les estaba permitido a ningún mandatario, y he aquí el motivo por cual estalló esa espantosa y terrible guerra contra Venezuela en 1902, aquella invasión llevada a cabo por aquel MARÍA CORINO MATOS (Manuel Antonio Matos, con apoyo de EE UU y Europa). Y sépase, que cuando Venezuela era asediada, bloqueada e invadida en 1902, el resto de América Latina callaba: estaba plagada de gobiernos cobardes y miserables, como ocurre con muchos en este momento.
- Sacado del “juego” Cipriano Castro (bajo mentiras, sobre todo de su propio médico, fue llevado a Alemania para una “riesgosa operación”, como reza en toda la historiografía). En realidad, fue una gran maniobra de todas las potencias para sacarlo del país, ya previamente planificado con su compadre Juan Vicente Gómez. Eliminado Castro, regresa al poder de Venezuela la complacencia y la irrestricta obediencia a las potencias de Occidente hasta… 1998.
- Cipriano Castro encarna lo más glorioso del bolivarianismo a inicios del siglo XX. El genio militar y político que intenta revivir y llevar a cabo la reunificación de la Gran Colombia. Es el que sufre en América Latina los primeros embates de la coalición EE UU-Europa para impedir todo intento de unida en nuestro continente.
- Domingo Alberto Rangel, DAR, lo presenta claramente en su libro “Cipriano Castro – Semblanza de un patriota[1]”, como de los precursores de las rebeliones en el Tercer Mundo. El hombre que desafía a las potencias estadounidense y europea tal cual como lo está haciendo la revolución bolivariana en este momento. Es decir, este proceso en América Latina se cumple en tres etapas: cuando los gringos prestan ayuda a los realistas en 1817 –ya de hecho están actuando contra nuestra independencia y prestando auxilio a los colonizadores españoles-. El segundo momento ocurre, cuando Estados Unidos y todos los imperialistas de Europa se unen para atacar a la Venezuela bajo el mando de Cipriano Castro, y el tercer acto de esta tragedia, cuando de nuevo estas potencias se coaligan de manera desesperada y criminal en contra de la Revolución Bolivariana.
- El destino de nuestra lucha bolivariana es llevar a la tumba al imperio norteamericano, así como la lucha de nuestra Independencia marcó el inició de la decadencia y muerte de aquel reino, definido por Carlos V como “en el que no se ponía el sol”. Castro –nos recuerda DAR- desafió a todas las potencias capitalistas de su época, y está a la altura de las luchas de Emiliano Zapata y Pancho Villa, de Augusto César Sandino, de Mao-Tse-Tung y Ho-Chi-Ming, y posteriormente la que emprendieron Fidel Castro y el Che. Para DAR no hay ninguna duda que quien inicia el carácter más contundente de estos combates antiimperialistas en el siglo XX, es Cipriano Castro.
- Cipriano Castro fue odiado por el más abominable ser que haya podido parir el Norte: Teodoro Roosevelt, el miserable del Big Stick. Este Roosevelt exigió que se enviara un acorazado a Venezuela “para que me traigan a ese MONO”. En el pasado encuentro mundial contra el FASCISMO debió recordarse a este extraordinario políticos y militar que dio inicios, a principios del siglo XX, la más denodada lucha contra el incipiente fascismo que se habría de apoderar del mundo…