¿Ayudará a Trump a derrotar al partido que alberga a los disidentes antiisraelíes?
Hay algunas especulaciones en Washington sobre una llamada Sorpresa de Octubre diseñada por alguno de los partidos o sus partidarios para cambiar el resultado de las próximas elecciones.
La Sorpresa de Octubre original tuvo lugar en 1980 , cuando el director de campaña de Ronald Reagan, William Casey, conspiró con varios altos oficiales de la CIA en Europa para convencer al gobierno iraní de que retrasara la liberación de los rehenes de la Embajada de Estados Unidos hasta después de las elecciones de noviembre contra Jimmy Carter.
Casey creía que cualquier liberación anticipada de los rehenes daría un impulso a la campaña de Carter, demostrando que la política del Partido Demócrata sobre cómo tratar con Irán estaba funcionando.
El gobierno iraní fue contactado en secreto utilizando recursos de la CIA y accedió a la solicitud, creyendo que daría como resultado una relación menos hostil con la nueva administración. Al final, Reagan derrotó a Carter y algunos creyeron que la continuación de la crisis de los rehenes había hecho que la administración pareciera ineficaz y había perjudicado al titular lo suficiente como para cambiar el resultado de la elección. Desde entonces, la “sorpresa de octubre” se ha convertido en una forma abreviada de referirse a una jugada política sucia poco antes de la elección para impactar negativamente de manera directa en la credibilidad de un candidato o en su capacidad para responder a los problemas.
Otra versión reciente de la Sorpresa es difundir mentiras sobre la historia personal de un candidato o sobre su aceptación del apoyo de enemigos como Rusia o China, como intentó hacer la campaña de Clinton en 2016. Y como una variación de eso, ya que Estados Unidos se enamoró de las guerras y los rumores de guerra, implica aceptar involucrarse en un par de pequeñas guerras para demostrar la determinación nacional y la voluntad de enfrentar directamente a los enemigos de Estados Unidos para comparar a un candidato con el otro. Esto también requiere una considerable creatividad y el ejercicio de la propia imaginación, ya que la seguridad nacional de Estados Unidos en realidad no ha sido amenazada ni desafiada por nadie desde la crisis de los misiles cubanos de 1963, aunque el actual conflicto con Rusia por Ucrania de hecho amenaza con volverse nuclear.
Por cierto, no es incomprensible que los dos principales partidos políticos de Estados Unidos se hayan vuelto tan cínicos y desesperados por ganar a cualquier precio que una distorsión generalizada de la realidad pueda considerarse un objetivo legítimo.
O si se trata de un actor extranjero interesado en el resultado de las elecciones, es posible que organice algún tipo de provocación o incluso una operación de falsa bandera que dé lugar a un cambio drástico en la política exterior que podría influir en los votantes. Si esta interferencia se produce poco antes de una elección real y con pocas posibilidades de que haya alguna forma de refutar lo que se afirma, podría hablarse de una sorpresa de octubre.
He estado pensando en la posibilidad de una Sorpresa de Octubre en el contexto actual , en el que Estados Unidos está muy involucrado en dos guerras no declaradas que se han vuelto controvertidas entre los votantes, por decirlo suavemente.
Lamentablemente, los candidatos no hablan mucho sobre por qué estamos involucrados en conflictos que podrían haberse resuelto de diversas maneras desde el principio y hay cierta similitud en cómo los demócratas y los republicanos responden a los combates: ambos tienden a apoyar tanto a Ucrania como a Israel, con solo objeciones menores a algunos detalles de lo que está sucediendo. Ambos partidos consideran que la cooperación con Volodymyr Zelensky y Benjamin Netanyahu es una relación exterior sólida e inquebrantable, o al menos eso es lo que dicen en público.
Creo que en realidad la guerra de Ucrania es algo de lo que Estados Unidos y la OTAN están buscando una salida, pero Israel es otra historia y bien podría estar preparando una trampa para ambos partidos estadounidenses que podría considerarse equivalente a una sorpresa de octubre. Aparentemente no soy el único que piensa de esa manera, incluido el senador demócrata Chris Murphy de Connecticut, quien le dijo a Erin Burnett de CNN que
“Sin duda me preocupa que el Primer Ministro Netanyahu esté observando las elecciones estadounidenses mientras toma decisiones sobre sus campañas militares en el norte y en Gaza”.
Supongamos que Israel tiene el lobby de política exterior más poderoso de Estados Unidos y que sus multimillonarios asociados también representan la mayoría de las donaciones políticas que van a ambos partidos. Israel y su lobby también interfieren en la política y las políticas estadounidenses más que cualquier otro país, y su poder es tal que muchos han llegado a la conclusión de que en cuestiones clave Israel controla a los políticos de Washington. Como prueba de ello, basta con observar las escandalosas reverencias y ovaciones que recibió el criminal de guerra Netanyahu en Washington por parte del Congreso de Estados Unidos, a pesar de que una mayoría de estadounidenses quiere dejar de armar a Israel y protegerlo en lugares como la ONU. Comparemos un Congreso servil con el desdén y la retirada que recibió Netanyahu de los miembros de la ONU cuando habló más recientemente, donde denunció a la ONU como un “pantano de bilis antisemita”, si queremos saber lo que el resto del mundo piensa sobre el Estado judío y su líder.
Imagen: El presidente Donald J. Trump y el vicepresidente Mike Pence participan en una reunión bilateral ampliada con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, el lunes 27 de enero de 2020, en la Oficina Oval de la Casa Blanca. (Foto oficial de la Casa Blanca por D. Myles Cullen)
Y el propio Netanyahu no ha ocultado su deseo de que Donald Trump gane la presidencia el mes próximo, ya que percibe correctamente que Trump le daría todo lo que quisiera cuando lo quisiera, tal como lo hizo entre 2016 y 2020, cuando respaldó a Israel como un estado judío que incluiría plausiblemente a Cisjordania y Gaza y que podría tratar a su minoría palestina como le parezca conveniente.
Biden y Harris también han apoyado a Israel con entusiasmo, con pocas reservas, pero el Partido Demócrata tiene un pequeño pero muy visible y creciente elemento pacifista que está en parte detrás de las manifestaciones que tienen lugar en todo Estados Unidos contra el genocidio en Gaza. Trump, por el contrario, también ha expresado varias veces su voluntad de atacar y destruir Irán, incluida su reacción al reciente ataque de represalia de Irán contra Israel, diciendo que “el presidente debería volar ese país en pedazos”, algo de lo que los demócratas, temiendo una importante escalada regional, se han alejado hasta ahora, aunque han prometido que impedirán que Teherán adquiera un arma nuclear si intenta hacerlo. No han explicado cómo lo harían y Netanyahu ahora amenaza con atacar lo que él llama instalaciones nucleares iraníes, mientras que su gobierno y Biden también están discutiendo atacar las instalaciones petroleras de Irán. Habría mucho apoyo de los republicanos para hacer precisamente eso, con el senador ultra-halcón Lindsey Graham diciendo que
“Estas refinerías de petróleo necesitan ser atacadas, y duramente atacadas, porque son la fuente de dinero que utiliza el régimen para perpetrar su terror”.
Israel está aumentando al mismo tiempo su presión sobre el Líbano y también sobre Siria, donde está bombardeando objetivos que afirma que son de naturaleza “iraní” o “terrorista-Hezbolá”. Obsérvese que Israel, incluso cuando es claramente el agresor, siempre es capaz de definirse como víctima, algo que también suelen hacer el gobierno estadounidense y los medios occidentales, comprados y pagados por él. Netanyahu aumentará sus ataques contra el Líbano y Gaza y también responderá al reciente ataque con misiles de Irán contra territorio israelí con una escalada. La idea será arrastrar a Estados Unidos al conflicto para que luche de verdad para destruir a Irán. ¿Quién podría desempeñar mejor ese papel que un presidente o presidente electo Donald Trump, que en las últimas dos semanas ha estado reaccionando a una afirmación sin pruebas de que el gobierno iraní ha estado conspirando para asesinarlo? Trump también ha declarado a un grupo de republicanos judíos que su Partido Republicano es el único partido político estadounidense que es genuinamente pro-Israel. ¡Qué conveniente!
Así que todo se resolverá de esta manera y Netanyahu lo explicará de la siguiente manera: la pobre víctima perpetua, Israel, acosada por unas Naciones Unidas antisemitas, con enemigos por todas partes, está actualmente bajo el ataque de fuerzas hostiles abrumadoras y está luchando valientemente, protegida sólo en su hora de necesidad debido a su gran amigo y aliado, los Estados Unidos de América. ¡Pero esperen! En su hora de extremo peligro, cuando está siendo atacada por los mulás iraníes que odian a los judíos y probablemente tengan armas nucleares, ¡Estados Unidos está celebrando una elección en la que uno de los dos partidos, los demócratas, tiene una facción que está inundada de antisemitismo y está tratando de destruir el estado de Israel! ¡Gracias a Dios que el otro partido, los republicanos, es totalmente firme en la defensa tanto de Israel como del pueblo judío! ¡Esperemos que los estadounidenses sepan cómo votar!
Y el partido republicano se verá ayudado en ese esfuerzo por promover la leyenda de los demócratas antisemitas tanto por el lobby israelí como por los dispensacionalistas que escupen fuego dentro de sus filas y que actualmente parecen constituir la mayor parte del Partido Republicano, encabezados por el espeluznante caso sionista cristiano Mike Johnson, presidente de la Cámara de Representantes . Así que veamos cómo se desarrolla esto. Predigo que la conveniencia de que Estados Unidos sea el esclavo de Israel, debido al mandato de Dios sobre sus Elegidos, saldrá a la superficie en un cierto nivel en lo que queda de la campaña, impulsada por Israel provocando deliberadamente situaciones que obligarán al gobierno de Estados Unidos a comprometerse plenamente con la "defensa" del estado judío. Eso se convertirá en un respaldo de último minuto a Donald Trump y lo que representa en términos de su voluntad de destruir físicamente a todos los adversarios de Israel en Oriente Medio. Sospecho que podría resultar ser suficiente confusión para inclinar el resultado en una elección reñida. ¡Lo sabremos en aproximadamente un mes!
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Pájaros, no bombas: luchemos por un mundo de paz, no de guerra
Este artículo fue publicado originalmente en The Unz Review .
El Dr. Philip M. Giraldi es el director ejecutivo del Consejo para el Interés Nacional, una fundación educativa deducible de impuestos 501(c)3 (número de identificación federal 52-1739023) que busca una política exterior estadounidense más basada en los intereses en Oriente Medio. El sitio web es councilforthenationalinterest.org, la dirección es PO Box 2157, Purcellville VA 20134 y su correo electrónico es inform@cnionline.org .
Es colaborador habitual de Global Research.
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