Cervantes

Hoy es el día más hermoso de nuestra vida, querido Sancho; los obstáculos más grandes, nuestras propias indecisiones; nuestro enemigo más fuerte, el miedo al poderoso y a nosotros mismos; la cosa más fácil, equivocarnos; la más destructiva, la mentira y el egoísmo; la peor derrota, el desaliento; los defectos más peligrosos, la soberbia y el rencor; las sensaciones más gratas, la buena conciencia, el esfuerzo para ser mejores sin ser perfectos, y sobretodo, la disposición para hacer el bien y combatir la injusticia dondequiera que esté.

MIGUEL DE CERVANTES
Don Quijote de la Mancha.
La Colmena no se hace responsable ni se solidariza con las opiniones o conceptos emitidos por los autores de los artículos.

26 de noviembre de 2024

Juez federal confirma prohibición de carne cultivada en laboratorio en Florida

Por el Dr. Joseph Mercola

Un juez federal de Florida confirmó la prohibición estatal de las ventas de carne cultivada en laboratorio, rechazando el argumento de Upside Foods de que su pollo cultivado debería ser tratado como las aves de corral convencionales según la ley federal.

Una investigación de la UC Davis sugiere que la producción de carne cultivada en laboratorio requiere más recursos que la carne de res tradicional, y requiere una cantidad sustancial de energía y agua para los medios de crecimiento y los sistemas de biorreactores.

La producción de carne cultivada en laboratorio enfrenta desafíos con la eliminación de endotoxinas, que puede sumar hasta 25 veces más impacto ambiental y requiere métodos de purificación que consumen mucha energía.

La producción de carne cultivada en laboratorio requiere una extensa replicación celular, lo que genera inquietudes sobre la desregulación celular y los riesgos para la salud, al tiempo que carece de los nutrientes esenciales que se encuentran en la carne convencional.

La decisión del tribunal podría alentar a otros estados a aprobar leyes similares que restrinjan los alimentos cultivados en laboratorio, sentando un precedente para la regulación de estos productos en los mercados estadounidenses.

*

En un fallo histórico, el Tribunal de Distrito de Estados Unidos en el Distrito Norte de Florida confirmó una ley estatal que prohíbe la venta y distribución de carne cultivada en laboratorio. 1 Esta ley, promulgada por la Legislatura de Florida, prohíbe específicamente a las empresas vender cualquier carne o producto alimenticio desarrollado a partir de células animales cultivadas, como las que se cultivan en biorreactores.

El caso se centró en Upside Foods, una empresa a la vanguardia de la tecnología de carne cultivada, que argumentó que su pollo criado en laboratorio debería ser tratado como aves de corral convencionales según la ley federal. Sin embargo, según las nuevas regulaciones de Florida, estos productos están prohibidos en los mercados de todo el estado.

Para Upside Foods, esto significa que cualquier esfuerzo continuo por distribuir sus productos en Florida podría resultar en sanciones penales, multas civiles y órdenes de suspensión de ventas. Con esta decisión, la postura del tribunal indica que apoya la producción tradicional de carne en lugar de las alternativas de cultivo celular en el Estado del Sol.

El desafío de Upside Foods a la regulación estatal

Upside Foods solicitó al tribunal una orden judicial para detener la aplicación de la prohibición, alegando que las restricciones de Florida contradecían la ley federal, concretamente la Ley de Inspección de Productos Avícolas (PPIA). Argumentaron que la PPIA otorga al Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) autoridad exclusiva sobre la inspección y el etiquetado de las aves de corral, que debería extenderse a sus productos de pollo cultivado. 2

Upside Foods también citó su historial de comercialización y distribución de pollo cultivado en laboratorio en mercados importantes como Miami, alegando que la prohibición de Florida ha obstaculizado sus planes comerciales, incluidas las asociaciones con chefs y eventos locales.

Sin embargo, durante la audiencia judicial, el juez encontró que Upside Foods no pudo demostrar que su pollo cultivado en laboratorio estaba dentro de las definiciones de "aves de corral" o "productos avícolas" del USDA como lo prevé la ley federal, por lo que es poco probable que tenga éxito en su argumento de que la ley federal anula las regulaciones estatales. 

La ley federal define los productos avícolas como cualquier carcasa o producto elaborado a partir de un ave, pero el juez consideró que esta definición no abarcaba claramente las carnes cultivadas desarrolladas a partir de células en lugar de animales enteros. Sin una norma federal precisa para las carnes cultivadas, el juez dictaminó que la ley de Florida podía mantenerse porque no contradice directamente ninguna ley federal sobre las aves de corral. 3

En su sentencia, el juez principal Mark E. Walker observó que, dado que el USDA aún no ha emitido normas específicas para las carnes de origen celular, Florida tiene la autoridad para regular estos productos como considere apropiado. Esta sentencia sugiere que, por ahora, los estados individuales tienen discreción para decidir cómo y si las carnes cultivadas pueden ingresar a sus mercados.

Normas de seguridad alimentaria, etiquetado e ingredientes en cuestión

Upside Foods también argumentó que la prohibición de Florida imponía estándares inconsistentes en cuanto al etiquetado de ingredientes y la seguridad alimentaria. Según la PPIA, solo el USDA establece requisitos para el etiquetado y la composición de los productos avícolas en los EE. UU. Sin embargo, el juez no encontró que la prohibición impusiera ningún nuevo estándar para los ingredientes que entrara en conflicto con la ley federal, ya que prohíbe directamente la carne cultivada en laboratorio en lugar de imponer requisitos de etiquetado complejos.

El tribunal señaló que, sin directrices federales específicas para la carne cultivada, no había base para concluir que la prohibición de Florida a la venta del producto creaba un requisito de ingredientes inconsistente o “adicional”. Por lo tanto, el juez sostuvo que la ley de Florida no impone condiciones que entren en conflicto con los requisitos de inspección y etiquetado de la PPIA, lo que permite al estado excluir de los estantes los productos cultivados en laboratorio sin violar las regulaciones federales.

Este caso pone de relieve el debate en curso sobre si la carne cultivada en laboratorio será regulada y aceptada en los mercados estadounidenses o si los estados seguirán fijando sus propios estándares para esos productos. La decisión del tribunal sienta un precedente que podría animar a otros estados a aprobar leyes similares que restrinjan los alimentos cultivados en laboratorio.

“No nos sorprende que el juez haya rechazado la orden preliminar de Upside”, dijo el senador de Florida Jay Collins a Children's Health Defense. “Los peligros de la carne cultivada superan con creces cualquier afirmación ambiental engañosa. Los floridanos no van a dejarse sermonear por multimillonarios como Bill Gates sobre cómo alimentar a sus familias”. 4

Los altos costos ambientales de la producción de carne cultivada

Si bien la carne cultivada en laboratorio suele considerarse una alternativa sostenible, las investigaciones revelan que tiene un importante impacto ambiental. Una reciente evaluación del ciclo de vida (LCA) de la Universidad de California, Davis, examinó los impactos ambientales de la carne a base de células animales (ACBM) desde su origen hasta su origen. 5

Los resultados sugieren que el cultivo de carne cultivada en laboratorio requiere más recursos que la producción de carne vacuna tradicional. En concreto, la producción de carne cultivada requiere una cantidad considerable de energía y agua para crear medios de crecimiento, refinar los componentes del cultivo celular y gestionar los sistemas de biorreactores.

El proceso también implica altas emisiones de gases de efecto invernadero y el agotamiento de los combustibles fósiles. Cuando se tiene en cuenta la purificación del medio de cultivo (una necesidad para una producción segura), las emisiones de carbono de la carne cultivada aumentan drásticamente, en algunos casos superando las emisiones de la carne de res convencional. 6 Por lo tanto, la carga ambiental de la carne falsa puede ser mayor que la estimada anteriormente, lo que pone en tela de juicio la suposición de que la carne cultivada en laboratorio es inherentemente ecológica.

Otro gran desafío en la producción de carne cultivada es la eliminación de endotoxinas, subproductos tóxicos de contaminantes bacterianos. Las endotoxinas plantean riesgos para la salud celular y su presencia en cultivos de células animales requiere métodos de purificación que consumen mucha energía y son costosos.

El estudio destacó que eliminar las endotoxinas de los medios de crecimiento podría sumar hasta 25 veces más impacto ambiental que los niveles de referencia. 7 Por ejemplo, purificar el medio para la producción de carne cultivada para cumplir con los estándares de calidad alimentaria consume una cantidad significativa de energía, lo que exacerba la huella de carbono de la producción.

Los métodos actuales para eliminar endotoxinas se basan en procesos químicos avanzados que aumentan tanto el uso de recursos como las emisiones, lo que significa que el costo ambiental de la producción de carne cultivada contrarresta sus beneficios percibidos en términos de sostenibilidad.

Dependencia de medios de crecimiento altamente refinados

La carne cultivada en laboratorio depende de nutrientes, proteínas y vitaminas específicos para que las células crezcan de manera eficaz en biorreactores. Estos componentes refinados suelen obtenerse a partir de subproductos animales como el suero fetal bovino (SFB), lo que plantea problemas éticos y ambientales. Si bien se están explorando alternativas al SFB, aún requieren un alto grado de refinamiento para garantizar la seguridad celular.

La purificación de estos materiales supone unos costes ambientales y financieros significativos, dada la energía y los recursos necesarios para evitar la contaminación. El estudio de Davis modeló escenarios que implicaban medios refinados y descubrió que la producción de 1 kilogramo de ACBM podría demandar más de 1.000 litros de medio de cultivo, dependiendo de las necesidades de pureza. 8

Este importante aporte supone una mayor presión sobre el medio ambiente, lo que contradice las afirmaciones de que la carne cultivada es una alternativa de bajo impacto a la ganadería. Además, para que la carne cultivada en laboratorio se convierta en un alimento básico, la industria debe aumentar la producción, lo que exigiría una gran inversión en infraestructura y energía.

El estudio de Davis estima que una instalación de producción de carne en laboratorio a escala industrial demandaría una capacidad de biorreactor de casi 10 millones de litros. 9 Esta expansión masiva de la infraestructura requeriría altos insumos energéticos e instalaciones especializadas, lo que aumenta aún más sus costos ambientales.

Para satisfacer las demandas de producción también sería necesario aumentar el suministro de componentes del medio de cultivo, lo que intensificaría la carga ambiental. Además, mantener salas limpias y hacer funcionar los biorreactores en un ciclo continuo para la producción en masa multiplicaría estos requisitos energéticos.

La carne cultivada en laboratorio plantea riesgos para la salud debido a la desregulación celular

La carne cultivada en laboratorio se enfrenta a riesgos para la salud relacionados con el proceso de cultivo celular. El cultivo de células para carne requiere una amplia replicación y división, lo que aumenta la posibilidad de desregulación celular, una condición observada en las células cancerosas. Estos cambios celulares descontrolados podrían alterar la estructura o las propiedades nutricionales de la carne, con implicaciones desconocidas para la salud humana. 10

Si bien las instalaciones de producción pueden eliminar líneas celulares anormales, las divisiones celulares rápidas y repetidas necesarias para crear carne cultivada en laboratorio introducen variabilidad y el riesgo de comportamientos biológicos inesperados. Estas preocupaciones siguen en gran medida sin explorar, ya que los estudios aún no han examinado por completo el impacto en la salud del consumo a largo plazo de carne cultivada en laboratorio.

El perfil nutricional de la carne cultivada también puede carecer de la diversidad y calidad que se encuentran en la carne convencional. La producción de carne cultivada en laboratorio permite cierto control sobre el contenido de grasa, pero no proporciona de forma natural micronutrientes esenciales como la vitamina B12 y el hierro, ambos vitales para la salud humana.

Los intentos de enriquecer artificialmente la carne cultivada con estos nutrientes corren el riesgo de comprometer la matriz natural que mejora la biodisponibilidad de los nutrientes en la carne tradicional. Además, los estudios sugieren que la composición del medio de cultivo podría inhibir inadvertidamente la absorción de ciertos micronutrientes. 11  En otras palabras, la carne cultivada en laboratorio podría terminar ofreciendo un producto nutricionalmente inferior, carente de compuestos esenciales que normalmente proporcionan las fuentes animales enteras.

Además, persisten los debates éticos. Si bien la carne cultivada en laboratorio puede utilizar menos animales, aún depende de células derivadas de animales, lo que niega su narrativa de “libre de crueldad”. Para los consumidores que valoran los alimentos reales e integrales, los orígenes modificados de la carne cultivada en laboratorio están lejos de ser naturales.

La carne falsa es un producto alimenticio ultraprocesado

Las carnes falsas no tienen como objetivo principal la salud o los beneficios ambientales; en cambio, son un medio para eliminar gradualmente la agricultura tradicional y reemplazarla con productos alimenticios ultraprocesados ​​y controlados por patentes. Si los gobiernos y las entidades corporativas obtienen el control sobre la producción de alimentos a través de opciones cultivadas en laboratorio, en última instancia obtienen más control sobre la gente.

Además, los productos cárnicos cultivados en laboratorio son ejemplos de alimentos altamente procesados ​​que conllevan una serie de riesgos importantes para la salud. Estos alimentos ultraprocesados ​​(UPF) son un desastre para la salud, incluso si no contienen ingredientes de origen animal o son de origen vegetal.

Un estudio que utilizó datos del Biobanco del Reino Unido analizó los impactos cardiovasculares de los UPF en las dietas basadas en plantas y demostró que un aumento del 10 % en los UPF de origen vegetal aumentó el riesgo de enfermedad cardiovascular (ECV) en un 5 % y aumentó el riesgo de mortalidad por ECV en un 12 %. 12

Por el contrario, cada aumento del 10% en el consumo de alimentos vegetales mínimamente procesados ​​se asoció con una reducción del 7% en el riesgo de ECV y una reducción del 13% en la mortalidad por ECV. Estos hallazgos sugieren que el grado de procesamiento de los alimentos (y no simplemente el hecho de que un alimento sea vegetal) desempeña un papel clave en los resultados de salud.

A pesar de la creciente popularidad de las alternativas a la carne de origen vegetal, la evidencia advierte que su naturaleza ultraprocesada socava cualquier beneficio percibido para la salud. Estos hallazgos llaman la atención sobre los riesgos asociados con otras alternativas altamente procesadas, como la carne cultivada en laboratorio, que implica métodos de procesamiento extensivos similares a los de las carnes ultraprocesadas.

Un paso hacia la protección del consumidor frente a los alimentos ultraprocesados ​​experimentales

La decisión de Florida sienta un precedente importante para proteger a los consumidores de los riesgos asociados con las carnes cultivadas en laboratorio. Desde impactos desconocidos en la salud hasta altos costos ambientales, estos productos ultraprocesados ​​conllevan serias preocupaciones que los sistemas alimentarios tradicionales no abordan.

Esta decisión es un paso fundamental para garantizar la seguridad alimentaria, la transparencia y la salud pública. Al mantener normas que favorecen las fuentes de alimentos tradicionales, este fallo nos acerca a la protección del suministro de alimentos contra los productos cultivados en laboratorio, que siguen siendo más una moda que una cuestión de salud.

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Notas

1,  2,  3  Upside Foods Vs. Wilton Simpson 11 de octubre de 2024

4  Defensa de la Salud Infantil, El Defensor 23 de octubre de 2024

5,  6,  7,  8,  9  bioRxiv 21 de abril de 2023

10,  11  Front. Nutr., 6 de febrero de 2020, Sec. Tecnología de la Ciencia de la Nutrición y los Alimentos, Volumen 7 – 2020

12  The Lancet Regional Health Europe, agosto de 2024, volumen 43, 100948

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