Cervantes

Hoy es el día más hermoso de nuestra vida, querido Sancho; los obstáculos más grandes, nuestras propias indecisiones; nuestro enemigo más fuerte, el miedo al poderoso y a nosotros mismos; la cosa más fácil, equivocarnos; la más destructiva, la mentira y el egoísmo; la peor derrota, el desaliento; los defectos más peligrosos, la soberbia y el rencor; las sensaciones más gratas, la buena conciencia, el esfuerzo para ser mejores sin ser perfectos, y sobretodo, la disposición para hacer el bien y combatir la injusticia dondequiera que esté.

MIGUEL DE CERVANTES
Don Quijote de la Mancha.
La Colmena no se hace responsable ni se solidariza con las opiniones o conceptos emitidos por los autores de los artículos.

13 de diciembre de 2025

¿Quién le teme a la fortaleza cultural cubana?

 


De prensabolivariana en diciembre 13, 2025

Fernando Buen Abad Domínguez *

Quien entiende la cultura como un campo de batalla estratégico, en la lucha por la emancipación de los pueblos, sabe que la fortaleza cultural cubana no se mide únicamente por la riqueza artística, la literatura o el cine, sino por la capacidad de un pueblo de transformar su conciencia, disputar sentidos hegemónicos y sostener un proyecto histórico que articula soberanía política, justicia social y pensamiento crítico. Es decir, lo realmente nuevo para la especie humana. Desde una nuestra perspectiva semiótica y crítica, la cultura es un instrumento material de la lucha de clases, un terreno donde se juega la hegemonía y la contra-hegemonía, donde se consolidan o debilitan los procesos de emancipación. La cultura cubana, producto de su historia, su revolucióny su creatividad popular, representa un obstáculo para los intereses globales que buscan homogeneizar el pensamiento, mercantilizar la vida social y subordinar identidades nacionales a los dictados del capital. Quien le teme a la fortaleza cultural cubana no le teme sólo la música, a la literatura o al cine, sino al potencial de un pueblo que se reconoce actor consciente de su historia, que sabe que la educación, el arte y la memoria son armas estratégicas para disputar la realidad y transformar la vida.

Esa fortaleza cultural de Cuba se construye en la intersección de su revolución histórica y su proyecto humanista, entre creatividad popular y disciplina intelectual. No es un museo ni un espectáculo, es un proceso vivo, que se nutre de la experiencia concreta de la población, de sus victorias y derrotas, y de su capacidad de sostener la revoluciónfrente a presiones ideológicas externas y bloqueos económicos. La cultura no es un reflejo pasivo de las condiciones materiales, sino parte activa de la transformación social, capaz de modificar percepciones, organizar la conciencia y movilizar subjetividades hacia la acción.

Desde la música popular cubana, desde la rumba y el son hasta el jazz afrocubano y la trova, su Cultura no sólo entretiene, especialmente articula historia revolucionaria, memoria y moral de lucha. Cada letra, cada improvisación, es un registro vivo de la lucha y un canal para la transmisión dialéctica de valores colectivos. La obra de trovadores como Silvio Rodríguez, Noel Nicola o Pablo Milanés es ejemplo de cómo el arte puede ser vehículo de crítica social y pedagógica, formando conciencia mientras construye belleza. El cine cubano, desde los documentales del ICAIC hasta las películas de ficción contemporáneas, ha mostrado las complejidades de la vida nacional sin claudicar ante estereotipos externos, abordando temas como la desigualdad, la memoria histórica, la revolución y la vida cotidiana de la población, creando un relato que desafía la narrativa hegemónica global. La literatura, desde Nicolás Guillén hasta Leonardo Padura, ha articulado poesía, novela y ensayo como instrumentos de crítica social y formación de conciencia, mientras que el teatro comunitario y la danza afrocubana mantienen vivas tradiciones populares al tiempo que generan experiencias estéticas con sentido emancipador. Una sola revolución con voces de la cultura diversa.

El temor a la fortaleza cultural cubana surge del reconocimiento de que la cultura puede ser un instrumento de emancipación, un eje que organiza la vida social y consolida la autodeterminación. La educación cubana, desde la alfabetización masiva hasta la formación universitaria, ha producido sujetos capaces de pensar críticamente, de cuestionar el orden establecido y de transformar la realidad social. Esto provoca temor en quienes buscan reducir a los pueblos a consumidores pasivos de información y cultura mercantilizada. La fortaleza cultural de Cuba demuestra que otro mundo es posible, que la dependencia y la alienación no son inevitables, y que la conciencia crítica puede articularse con la práctica transformadora. La cultura cubana se convierte así en contra-hegemonía concreta, una demostración palpable de que la educación, el arte y la memoria pueden organizar la resistencia y sostener un proyecto emancipador frente al poder global. Quien no la conoce se ha perdió de un filón enorme del proyecto civilizatorio más joven de nuestro tiempo.

Esta fortaleza también reside en su capacidad de resistir y reinventarse revolucionariamente. No es rígida ni dogmática; es un proceso que asume la historia con sus contradicciones, reconoce los errores y aprende de la experiencia, incorporando saberes locales e internacionales de manera crítica. Los proyectos culturales comunitarios y los programas educativos integrales permiten la participación activa de la población en la producción de conocimiento, generando sujetos conscientes de su poder transformador. La música, el cine, el teatro y la literatura no solo representan estética, sino que son herramientas pedagógicas y políticas que disputan sentidos, refuerzan la cohesión social y consolidan la memoria histórica.

Quien teme a la fortaleza cultural cubana teme la emancipación de los pueblos, la autonomía de la conciencia y la potencia de una cultura que demuestra que crear, resistir y transformar son actos inseparables. La hegemonía cultural, revolucionaria se conquista no sólo por la fuerza o la economía, sino por la capacidad de producir significados, símbolos y prácticas que orienten la vida social hacia la liberación; en este sentido, Cuba ha construido un espacio simbólico propio que desafía las narrativas hegemónicas, y eso genera temor en quienes desean un mundo uniforme, donde la cultura sea mercancía y no herramienta de conciencia.

Ese temor burgués ante la Cultura cubana se amplifica ante la capacidad de su pueblo de vincular educación, arte y política de manera integral. Los programas de alfabetización masiva, los proyectos culturales comunitarios y la sistematización de la educación artística permiten que la población participe activamente en la producción de conocimiento y sentido. Esto desafía la lógica mercantil y elitista de la cultura globalizada y demuestra que la emancipación no es una utopía, sino práctica histórica y consciente. La fortaleza cultural cubana es, en este sentido, un instrumento de soberanía simbólica, que sostiene la resistencia frente al bloqueo económico, la presión mediática y la intervención extranjera, y que proyecta un modelo de desarrollo humano integral que va más allá del consumo y la homogeneización cultural.

Semejante fortaleza cultural cubana no es exhibición ni nostalgia; es un ejercicio estratégico de emancipación, una praxis de la conciencia, la creatividad y la solidaridad que se constituyen en herramientas de revolución permanente. Comprender que esta fortaleza desafía intereses externos, educa, organiza y fortalece la vida colectiva desde dentro, demostrando que la cultura revolucionaria es pilar irrenunciable de cualquier proyecto de liberación social. Temen a Cuba quienes temen que los pueblos se reconozcan como sujetos de su historia, capaces de crear, transformar y sostener un proyecto emancipador que articule justicia social, soberanía y conciencia crítica. La fortaleza cultural cubana permanece, así como prueba viva de que la emancipación es práctica, no ilusión, y un faro para todos los pueblos que buscan construir un mundo más justo, consciente y libre.

♦♦♦FBEEC7

*Fernando Buen Abad, Intelectual y escritor mexicano. Licenciado en Ciencias de la Comunicación, Master en Filosofía Política y Doctor en Filosofía.  @FBuenAbad

BLOG DEL AUTOR: Fernando Buen Abad Domínguez
Siguenos en X: @PBolivariana
Telegram: @bolivarianapress
Instagram: @pbolivariana
Threads: @pbolivariana
Facebook:  @prensabolivarianainfo
Correo: pbolivariana@gmail.com

Alerta Venezuela

No dejen de ver este conmovedor video

LatinoAmérica Calle 13

The American Dream

Facebook, Israel y la CIA











La Revolucion de la Clase Media


Descontento en el corazon del capitalismo: el Reino Unido

Descontento en el corazon del capitalismo: el Reino Unido

La Ola se extiende por todo el mundo arabe : Bahrein

La Caida de un Mercenario

La Revolucion no sera transmitida (I)

(II) La revolucion so sera transmitida

(III) La Revolucion no sera transmitida

(IV) La Revolucion no sera transmitida

(V) La Revolucion no sera transmitida

(VI) La Revolucion no sera transmitida

(VII) La revolucion no sera transmitida

(VIII) La Revolucion no sera transmitida

Narcotrafico SA

La otra cara del capitalismo...

Manuel Rosales mantenia a la oposicion con el presupuesto de la Gobernacion del Zulia...

El petroleo como arma segun Soros

Lastima que se agacho...

El terrorismo del imperio

Promocional DMG

Uribe y DMG