POR: COLECTIVO SOCIAL SURCO-DP
1.- "La Ley se aprobó entre gallos y medianoche":
Ciertamente la ley se aprobó a la medianoche, exactamente a las 02:50am, pero después de once (11) horas de debate en la Asamblea Nacional, en el que hubo oposiciones, votos salvados, críticas, aportes y una aprobación mayoritaria, como debe ser en toda Asamblea Legislativa. Una ley que se exige desde la aprobación de la Constitución de la República de 1999, cuando toda la estructura jurídica y política del Estado venezolano inicia su transformación y que, desde la aprobación de la Ley Orgánica de Educación tenía plazo de doce meses para ser elaborada y aprobada, pero que realmente tardó más de dieciséis (16) meses. De tal forma que a nadie debería haber sorprendido su aprobación.
2.- "La Ley se hizo sin diálogo con los universitarios":
A diferencia de la antigua ley que se impuso tras el allanamiento de universidades durante el primer gobierno de Caldera, como a la UCV a donde se movilizaron más de tres mil (3000) efectivos policiales y militares, esta ley de Educación Universitaria tuvo casi diez años para discutirse, se conformaron comisiones desde el Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria, se realizaron debates abiertos desde distintas universidades y hasta algunos sectores –como nosotros- llamamos a debates populares constituyentes, porque como toda ley, ésta es resultado de la co-rrelación de fuerzas y tendencias sociales.
Incluso, una prueba contundente de la voluntad de escuchar a todos los sectores, es que se recibieron en la Asamblea Nacional, proyectos y propuestas provenientes de las autoridades de la UCAB y la UCV, por lo que es responsabilidad de estas autoridades habilitar el diálogo a lo interno de las universidades, porque de otra forma hubieran acusado al Ejecutivo de "intervenir la autonomía universitaria" como hoy lo hacen. Ahora, la pregunta es: ¿Escucharon estas autoridades a sus comunidades universitarias? ¿Qué estudiante común y corriente de la UCV y la UCAB participó en la elaboración de este proyecto de ley presentado por las autoridades universitarias y sus asesores a la Asamblea Nacional Legislativa? ¿Cuántos participaron y debatieron? Porque, si como sabemos, la respuesta es que no participó nadie, sino que "estudiantes y profesores universitarios se han desplegado para recoger las rúbricas en apoyo al proyecto de ley elaborado por miembros de la UCAB, UCV, USB, UPEL, Unimet, Unexpo y UCLA" (Diario "El Universal" 13/10/2010)), entonces, quienes debían propiciar el "diálogo" con las comunidades universitarias, no lo hicieron, sino que algunas autoridades cuando vieron la inminente aprobación, "recogieron rúbricas" en apoyo a un proyecto elaborado por otros, aquellos "miembros de la UCAB, UCV…," etc. En otras palabras, se trata de una democracia de "firma" y circo mediático, no de participación y protagonismo. Entonces, el reclamo de diálogo deben hacérselo a esas autoridades que piden diálogo pero que no dialogan con nadie.
3.- "Nosotros no queremos una educación capitalista, ni socialista, sino plural":
¿De que pluralidad están hablando estas autoridades como la Rectora de la UCV Cecilia García Arocha? Si es la pluralidad de explotar, de excluir y de someter, esa pluralidad hipócrita tiene nombre aunque no la llamen así, se llama "dominación" y en la actualidad, "dominación capitalista". Una pluralidad que se exige, pero no se da, una pluralidad de entregar un proyecto en la Asamblea Nacional en nombre de una comunidad que no fue consultada. Una pluralidad entre una pequeña casta, como establece la ley de universidades, donde votan y eligen profesores de una determinada categoría, pero profesores instructores y contratados (es decir, la mayoría), no votan, los estudiantes tienen un voto que vale hasta 40 y 50 veces menos que el de un profesor y los trabajadores (administrativos y obreros), no votan, ni siquiera existen como parte de la comunidad universitaria en aquella ley de universidades.
Eso deja claro su carácter de clase, hablan de una pluralidad donde la clase trabajadora hace posible el funcionamiento de las universidades con su trabajo académico-intelectual, administrativo y manual, y sin embargo, no puede decidir sobre nada. O acaso, una pluralidad en la cual, quienes que se oponen a alguna política privatizadora, son expulsados (como en los casos de la UCV, en 2001 y 2010)
Debemos decir claramente, que no queremos ese tipo de pluralidad. La pluralidad en el socialismo -y por eso saludamos que se incluya el término, para dejar claro a que tipo de pluralidad nos referimos- implica, como dice la nueva "Ley de Educación Universitaria" que:
"La educación universitaria se rige por los principios de autonomía, carácter público, gratuidad, democracia participativa y protagónica, calidad, pertinencia, innovación, interculturalidad, universalidad, territorialidad y propugna la conducta ética como sentido del bien común(…). La universidad desarrolla los principios y valores en la educación, la cultura y el trabajo en un ambiente de justicia, por su ineludible compromiso y aporte en la consecución de los fines esenciales del Estado."
O cuando se refiere a la autonomía universitaria, no lo hace para escudarse de auditorías y manejar la universidad como si fuera la empresa privada de un pequeño grupo de accionistas, sino que entiende su ejercicio:
"Mediante la democracia participativa y protagónica ejercida en igualdad de condiciones, por estudiantes, trabajadoras y trabajadores académicos, administrativos y obreros en la definición de sus planes de gestión y programas de formación, creación intelectual e interacción con las comunidades, en la planificación y gestión del presupuesto, en su rendición de cuentas y demás recursos universitarios, en sus estructuras académicas, administrativas y en las prácticas educativas."
Esta es la pluralidad que implica el socialismo, es la auténtica pluralidad, en la cual todos los sectores participan, no solo mediante firmas planas o elecciones, sino a través del ejercicio cotidiano de la participación en todos los ámbitos de la vida social.
4.- "El Régimen quiere quitarle la autonomía universitaria a los universitarios para controlar todo desde el Estado docente…"
Si entendemos la autonomía universitaria como la posibilidad de que las universidades investiguen libremente sin persecución, ni amenazas, que obstruyan el libre desarrollo intelectual, entonces, eso es precisamente lo que salvaguarda la Ley de Educación Universitaria, cuando dice que se ejerce: "Mediante la libertad académica, para debatir las corrientes del pensamiento."
Con lo que vale aclarar, que la Ley de Universidades que impuso Caldera tras persecución y allanamientos, no garantiza la autonomía universitaria, como reza el mito más extendido por la reacción; ya que esa ley excluye del ejercicio de derechos políticos y civiles a la amplia mayoría de la comunidad universitaria y a los sectores populares, y, sobre todo, porque permite la entrada de cuerpos policiales a las universidades. Sí, como se lee. Si no, revise la extinta ley en su artículo 7, que dice: "solo podrá ser allanado para impedir la consumación de un delito o para cumplir las decisiones de los Tribunales de Justicia". Nos preguntamos, ¿cómo se califica de delito algo que aún no se ha cometido? Pues, bien, esta disposición inconstitucional, más bien legalizó allanamientos permitidos por las mismas autoridades, como el ex -Rector Giuseppe Giannetto (hoy accionista bancario), cuando en el año 2000 permitió el ingreso de la Policía Metropolitana que costó un estudiante herido de bala.
Ahora, si en otro sentido se entiende la "autonomía universitaria" como una patente de corso para hacer lo que venga en gana, para administrar las universidades a su antojo -incluso las nacionales que son mantenidas con el trabajo de las mayorías- esa concepción liberal de la autonomía, no la queremos. Porque la universidad como decía Ernesto Guevara: "no es patrimonio de nadie, pertenece al pueblo… Y al pueblo se le dará o el pueblo la tomará…"
Pero si resultara muy dura la imagen del Ché Guevara, gracias al trabajo de programación que ha hecho el aparato mediático hegemónico, entonces podemos usar el concepto de la autonomía como la entendió Luis Beltrán Prieto Figueroa, quien no era comunista, sino adeco, precursor del concepto de Estado Docente contra una educación controlada por la empresa privada (fiel aliada de algunas autoridades universitarias). Decía Luis Beltrán:
"En particular, la universidad como servicio público que es, no puede desligarse de las necesidades y requerimientos de la nación. Sus planes de estudio y las profesiones que dentro de ella se cursan deben corresponder al plan de vida de la nación.
La autonomía, por tanto, no puede ser considerada como un desligamiento de las responsabilidades que le incumben o de interpretación caprichosa, fuera de las preocupaciones colectivas. La vida moderna, dentro del Estado democrático, se concibe como un entrecruzamiento de responsabilidades, que se coordinan en el nivel de los órganos de dirección o de influencia en la vida nacional. Ello conduce a los planes de desarrollo, a los planes más amplios para orientar y aprovechar en beneficio de todos, los aportes de personas y de grupos. Por ello la autonomía universitaria debe ser interpretada como una libertad de acción dentro de los límites que le demarcan los fines de la actividad que se le asigna."
Así dicho, entendemos que es fundamental develar las mentiras de los sectores reaccionarios que temen cualquier cambio que altere sus privilegios y, apalancados en esta ley que es producto de muchas luchas populares, construir una nueva universidad, la universidad necesaria, socialista y popular.
¡AL PASADO NO VOLVEREMOS JAMÁS!!
COLECTIVO SOCIAL SURCO-DP
<surcouniversitario@gmail.com>
"A veces sucumbo ante la rabia con la misma fuerza que lo hago ante la ternura, pero siempre como un respuesta espiritual y no como una reacción endocrina ante la realidad. Rabia y ternura estimulan mis ganas de combatir y en el tío-vivo de la vida, siempre me han gustado el caballito azul el amor y el blanco de la libertad, por ellos siempre cabalgaré en el caballor rojo del combate..."
Alí Primera