Con solo 19 años, el 'Pescadito' confiesa que mató a 35 personas
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REDACCIÓN BOGOTÁ
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Alias 'Pescadito' (der.) cursó hasta séptimo de bachillerato e hizo un taller de panadería.
Foto: Daniel Diusabá / EL TIEMPO
La historia de Andrés Achipiz, el joven que desde niño sembró el terror en el sur de Bogotá.
Cuando los hombres del grupo ‘Cazahomicidas’ de la Sijín capturaron esta semana a Andrés Leonardo Achipiz, alias ‘Pescadito’, en una buseta que se movilizaba por el sector de Metrovivienda de Bosa, él, con cinismo asombroso, los miró a los ojos y les dijo:“¿Por cuál de los 35 (asesinatos) me están buscando?”. (Imágenes de la captura de alias 'Pescadito', el asesino múltiple de 19 años).Los investigadores quedaron sorprendidos, no solo por la frialdad de la espontánea confesión del joven de 19 años, sino porque en las cuentas de ellos solo tenían el registro de su presunta autoría en 12 homicidios.
La detención se dio tras dos meses de seguimientos exhaustivos de cinco hombres de la Policía Metropolitana que, incluso, se disfrazaron de vigilantes para seguir el rastro del criminal que había sembrado el terror en Kennedy y Bosa.
Era tal la importancia de alias ‘Pescadito’ en el mundo delincuencial del sur de Bogotá que, siendo menor de edad, se convirtió en el brazo sicarial de Néstor Aguirre, alias ‘Camilo’, quien a mediados del año pasado fue capturado en la capital por su presunto vínculo con al menos 50 asesinatos en Kennedy, Bosa y Rafael Uribe, relacionados con el control territorial del microtráfico.
Justamente Achipiz habría sido el responsable de la mayoría de estos asesinatos, y así se lo hizo saber a los policías que lo sorprendieron cuando se dirigía a una obra de construcción, donde hasta ese momento trabajaba como ayudante.
El primer contacto de ‘Pescadito’ con el hampa empezó cuando tenía apenas 5 años de edad, según la información recopilada por el grupo ‘Cazahomicidas’. Cuenta un investigador que los padres eran vendedores ambulantes del barrio Britalia y que lo obligaban a robar para que aportara económicamente a la humilde casa.
Con el tiempo, adquirió una gran habilidad para hurtar bicicletas, billeteras, relojes y hasta casas. Siempre actuaba solo. Pero a los 16 años fue contactado por alias ‘Camilo’, quien sabía de las aptitudes delictivas del entonces menor, que el jueves fue presentado por la Policía junto con otros delincuentes.
Achipiz ingresó a la red de narcomenudeo que tenía dominio en zonas de Kennedy como Class Roma, Britalia, El Amparo y Patio Bonito, y en sectores de Bosa, como Laureles y Piamonte. Un investigador le relató a EL TIEMPO que ‘Camilo’ le suministraba las armas a ‘Pescadito’ para que “sacara del camino a expendedores de droga que les estorbaban”.
De hecho, cuando su jefe le ordenaba que el crimen se hiciera en silencio, él llevaba un cuchillo y degollaba a sus víctimas.
Un doble crimen, en el que se comprobó su autoría, sirvió para que en el 2009 fuera enviado a una correccional, pero en un motín logró escapar meses después.
Crímenes sin distinción
Tras la captura de ‘Camilo’, Achipiz se independizó y a
menudo era contactado para cometer asesinatos, por los que cobraba entre
uno y seis millones de pesos. Así mismo, convirtió a una menor
de solo 12 años en su compañera sentimental, lo que provocó el repudio
de los familiares de la niña, pero, según la Sijín, él no tuvo
inconveniente alguno en liquidar a la mamá y un tío de la novia.Uno de los últimos crímenes por los que es investigado ‘Pescadito’ lo habría cometido en diciembre, cuando le quitó la vida en Kennedy a un joven conocido como el ‘Soldado’, tras robarle un celular.
Del confeso y joven homicida también se sabe que tiene un hijo de 3 años y que lo cuidan los abuelos, a quienes envió al Huila para evitar que cayeran en las manos de sus enemigos o de las “liebres”, como él mismo les dice.
REDACCIÓN BOGOTÁ