¿Revive la otra oposición?
Desde Miami, cuna y fuente de financiamiento de toda conspiración ultraderechista en América Latina,
fue lanzado un misil que estalló en toda la mitad del centro del medio
del liderazgo formal de la oposición (esa cosa llamada MUD).
Para el
anticastrismo mayamero -los papás de la maña de asesinar a los líderes
de su pueblo-, la MUD es colaboracionista o traidora, casi afín al
Gobierno. Dan ciertas ganas de estimular, propagar y consolidar ese vil
chisme tan sólo para ver sufrir a Aveledo, Borges, Capriles, Ledezma y
compañía, pero definitivamente no vale la pena
ni es necesario ensuciarse de esa manera. Ellos cayeron ya en el pozo
séptico de la historia y toda patada que les sobrevenga en lo sucesivo
será un extra que no los hará hundirse más. En el Polo Norte da lo mismo
estar sepultado a cinco o a 50 metros bajo el hielo: cadáveres son
cadáveres.
Es natural que los estén pateando así desde lo más retorcido del
extremismo anticomunista: a esa facción sólo pueden caerle bien sujetos
como Carlos Ortega, el responsable directo de la criminal convocatoria
("Nos vamos a Miraflores") que costó tantas muertes hace exactamente 12
años. La destrucción de proyectos y gobiernos de corte popular sólo puede ser
perdurable (aunque no definitiva) si viene acompañada de enormes
tragedias. Y definitivamente participar en elecciones no califica como
acción seria en esa dirección.
Por cierto que, con el paso del tiempo, a la gente se le va
olvidando por qué razones Patricia Poleo huyó del país y se refugió
precisamente en Florida. Es triste y peligroso, muy lamentable y
definitivamente desesperante. Así que es hora de repetirlo: Patricia
Poleo no se atreve a venir a
Venezuela porque aquí se le investiga como una de las personas que
planificaron el asesinato de Danilo Ánderson en 2004. Justo la clase de
monstruos que se sienten con autoridad parea llamar blando, traidor y
colaboracionista a los antichavistas buscadores de votos.
Patricia Poleo no se atreve a venir a Venezuela porque aquí se le investiga como una de las personas que planificaron el asesinato de Danilo Ánderson en 2004
Opositor no violento parece chavista
Ya antes hablábamos
de la terrible encrucijada, paradoja o laberinto sin salida de la
oposición formal al Gobierno de Venezuela: su prédica ha llevado a su
propia gente a aclamarlos sólo cuando incitan a la violencia
antichavista, pero tienen la necesidad de parecer pacíficos y apegados a
la ley para cumplir con el requisito que les reclama su nombre-franquicia: ellos deben parecer demócratas y defensores de la Constitución.
Ahora esos jerarcas de la MUD deben hablar de paz y parecer
pacifistas, pero necesitan captar voluntades en el antichavismo que
ellos mismos envenenaron y enloquecieron. Momento pepsi: cada vez
que invocan la cordura, el diálogo y la necesidad de hacer política,
PARECEN CHAVISTAS. Y eso los descalifica ante los ojos del guarimbero y
proguarimbero promedio, y también ante los ojos del financista mayamero
que reclama sangre y violencia.
El llanto de Aveledo
Luego del ataque verbal de la asesina Patricia Poleo, el club de
momias que hasta hace poco fue adorado y ungido por el antichavismo a
causa de su "violenta pero pacífica" forma de llamar al desconocimiento
del Gobierno y de las instituciones, ha hecho públicas unas declaraciones
en las que destacan cosas como esta: "Se propician operaciones para
promover la división y el odio, a través de medios y redes sociales,
incluso desde el exterior. Campañas de fusilamiento moral, basadas en la
calumnia".
Es exactamente, casi palabra por palabra, la misma denuncia que
contra la MUD hemos hecho insistentemente desde los medios de
información revolucionarios: ese es el tratamiento que ha dado esa
mafia seudopartidista durante años a Chávez, al pueblo chavista y ahora
al presidente Maduro. Pues ahora la mafia en cuestión le reenvía el
señalamiento a sus hasta hace poco aliados del norte. Verdugo pidiendo
clemencia: el violador exigiendo respeto a su castidad.
En otro momento de singular patetismo del documento se firma:
"algunos sectores intenten dividir a los venezolanos con posturas
extremas, negadoras y descalificaciones personales sin fundamentos".
Otro cuchillo para su garganta.
La otra oposición
El análisis necesario a esta hora del colapso del antichavismo
formal (ese que juega a la legalidad y se cuida, a veces, de guardar las
apariencias) no es, por cierto, motivo de celebración. Porque ante la
disolución de las figuras de autoridad, la quiebra ética, moral y
política del liderazgo más o menos apegado a la norma institucional, lo
que puede surgir con más energía es el caos, y dentro de éste las
expresiones más monstruosas y criminales del racismo, el odio y
desprecio a los más humildes.
Por encima de estas manifestaciones, que estaban latentes pero que
ante la ausencia de control moral alguno se han desatado en los
poquísimos pero violentos focos de destrucción, se levanta y cobra
dividendos el discurso del otro antichavismo, el que fue liquidado
sucesivamente en 2002, 2004 y 2007: el que aúlla desde Miami y Colombia
para que, en este año no electoral, la violencia se apodere de los
medios y de la calle.
La buena noticia es que, como se ha dicho arriba, el tamaño real
del grupo de exaltados es ínfimo y no llega ni a los tobillos del
escándalo que puede alguien percibir si su única fuente de información
es esa creadora de ilusiones (ensoñación o pesadilla) llamada twitter.
La mala noticia es que, si termina de desplomarse la MUD, tendremos
nuevamente a los sicópatas de 2002 dirigiendo al sector escuálido,
hambriento de venganza y degollamientos.