Economista Jesús Alexis González insiste en rescatar la credibilidad del bolívar
17 agosto 2014
|
De acuerdo con sus estimaciones, la paridad actual real es de 70 bolívares por dólar. El docente dice que mantendría el control de cambio “hasta que se restablezcan las condiciones de confianza en la economía”
En entrevista con el Correo del Orinoco, el docente -exdirector de la Escuela de Economía de la UCV y columnista del diario El Mundo- descarta el shock neoliberal que tan de moda estuvo en el pasado, y plantea que Venezuela requiere un “socialismo de mercado”, convencido de que no hay manera de renunciar al mercado y de que hay unas reglas económicas que resulta imposible violentar, se piense lo que se piense. “El mercado se va corrigiendo cuando el consumidor tiene la posibilidad de verificar que la demanda que va a ejecutar la está haciendo a un precio correcto, a un precio justo”.
El mercado “es más imaginación que conocimiento”, y el consumidor “es el que debe estar más informado”; cuando el Estado entra más, como ha sucedido en Venezuela, “se convierte en el mercado”, y como Gobierno “¿cómo sabes cuáles son los precios?”.
Ese socialismo de mercado requiere que el Estado verifique “que el comportamiento del mercado se base en beneficios normales, porque lo que distorsiona el mercado son los monopolios”. El mercado funciona “si hay más oferta”, pero “no se puede sacar al que tiene oferta para que ese espacio no lo ocupe nadie”, que es algo “que ha ocurrido” en Venezuela, advierte. El Estado “debe ser el vigilante de que el mercado funcione, pero no controlándolo férreamente para que no funcione”. Durante la conversación vuelve varias veces sobre el punto: “¿Por qué en China sí funciona el mercado?”.
ECONOMÍA COMO POLÍTICA DE ESTADO
González recuerda que, hace 10 años, el Ejecutivo decidió anclar el tipo de cambio, y la moneda poco a poco se ha ido sobrevaluando. “Eso lo que hace es estimular las importaciones”, porque “si puedo, con un dólar a 6,30, comprar en cualquier parte del mundo lo que aquí me cuesta producir 300, lo voy a importar”. Ahora “tenemos una moneda muy sobrevaluada”, y esa es una de las razones por las que la política cambiaria debe revisarse, argumenta.El Gobierno se convirtió “en el gran importador”, acota; esto, como política antiinflacionaria, podía haber funcionado, pero al mismo tiempo “debía haberse fortalecido el aparato productivo nacional”.
De acuerdo con sus estimaciones, la paridad actual real es de 70 bolívares por dólar (como lo revela el mercado ilegal). Esa sobrevaluación “la compensas emitiendo dinero inorgánico”, que es “lo que sucede comúnmente” y que se convierte en un bumerán.
El crecimiento de la economía se basó “en el crecimiento del gasto público”, y “el gasto público no puede sustituir la actividad económica, sino para estimularla”. Pero “el gasto público se convirtió en el motor de la economía” y “la economía fue perdiendo su rol dinámico”. También “desaparecieron los precios relativos”, suma el economista a su diagnóstico. Con el aumento de los precios del petróleo aumentaron los ingresos fiscales, y Chávez decidió enrumbar al país “hacia un destino mejor en lo social”; cabe destacar que en ese momento “había cómo financiar el cambio”.
Con esa masa monetaria en circulación, en el año 2004 “los precios se empezaron a distorsionar”. Empezó a haber “demasiado dinero sin su contrapartida práctica”.
González evalúa que este momento “es inédito en Venezuela”, porque el sector privado de la economía está debilitado. Puntualiza, además, que ese sector “nunca ha sido eficiente” en el pasado, pero al menos “generaba una oferta, aunque ineficiente en su estructura de costos”. Hoy “ellos mismos se han convertido en importadores”, y la realidad es que resulta un “negocio”, aunque sea ilegal, obtener dólares baratos y venderlos caros en el mercado “paralelo”.
La presencia muy marcada del Estado en materia común es un elemento común entre esta situación y otras del pasado. El presidente Hugo Chávez, sostuvo, no dejó claros los lineamientos de un modelo económico.
-¿Ni siquiera en el plan de la patria?
-El plan de la patria es un plan de gobierno, interesante, pero no es un modelo económico. Si no conviertes la economía en un política de Estado, que es una visión de largo plazo de lo que quieres de tu país…
-¿Eso pasa ahora?
-No tenemos la economía como política de Estado.
-El presidente Chávez hablaba de una economía en función del desarrollo del país. ¿No está suficientemente definido qué tipo de economía?
-No. Si me dijeras “en función del desarrollo social”, te digo que sí, porque eso se convirtió en un hecho fundamental y trascendente para el gobierno del presidente Chávez. Eso no lo puede discutir nadie.
CRÍTICA A LA LEY
González cuestiona la ley de precios justos, por considerar que es casi imposible determinar qué es “un precio justo”. Calcula que, para determinar el “precio justo” de un bien, una empresa necesita por lo menos 500 cuentas. No duda de las buenas intenciones del Gobierno Nacional, pero insiste en que el Estado como mercado “no funciona”, porque “el Estado no puede ser mercado”.-¿Quién regula el mercado?
-El mercado se autorregula con los precios relativos. En el mundo globalizado de hoy mucha ortodoxia no tiene sentido, y ahí es donde tiene que lograrse el equilibrio entre el Estado “dejar hacer”, que “el mercado actúe” y el Estado “ser vigilante de que el mercado funcione bien”, que es lo que hacen los chinos.
A su criterio, el Estado debe participar “en lo que considere estratégico” y el resto “tiene que dárselo a los que cumplen ese rol. ¿Que se llama iniciativa privada? Ponle el nombre que quieras, pero debe haber alguien dedicado a producir”.
En un socialismo de mercado, insiste, es imprescindible sincerar la paridad bolívar-dólar y controlar la inflación. “Cualquier unificación cambiaria implica una devaluación, pero con o sin unificación cambiaria tienes que devaluar”, porque si no “¿para qué vas a producir?”. En todo caso, apunta, “no debería devaluarse para efectos fiscales”.
-¿Para qué devaluaría?
-Para corregir la deficiencia entre la moneda nuestra y el dólar. Un dólar a 6,30 bolívares es casi regalarle los dólares a quien los compra. ¿Le vas a dar dólares a 6,30 a los importadores cuando el dólar está a 70 bolívares?
-¿Cuál sería la primera medida que tomaría en ese socialismo de mercado?
-Abrirle la oportunidad a la iniciativa privada, en función de que nos pongamos de acuerdo en reglas de juego. Pero que el empresario también juegue a ser eficiente en lo que está pretendiendo ser. No vamos a volver al esquema en que te dan todo para no pelear. Una vez lo llamé el enanismo empresarial de Venezuela, porque los empresarios son tipo bonsai, ellos mismos no generan crecimiento. Algún ministro dijo alguna vez que hay “empresarios ricos con empresas pobres”, y eso es verdad.
RECUPERAR LA CONFIANZA
Para González, “cualquier tipo de unificación -como la que ha sido anunciada- requiere que quede un rígido control de cambio”. En su opinión “el control de cambio tiene que seguir por muchísimo tiempo”. Estima que la gente siente que “su patrimonio personal está más garantizado con el dólar que con el bolívar”, y resalta que, para ir a una unificación, “primero tenemos que rescatar la credibilidad en la moneda”.Refiere que el Estado no está en capacidad de aguantar “cualquier régimen cambiario que se cree” debido a la cantidad de reservas internacionales disponibles, calculadas en 20 mil millones de dólares. “Con control de cambios no puedes sostener. ¿Te imaginas sin control de cambio y con una percepción del venezolano de que su moneda no sirve?”, inquiere.
-¿Hasta cuándo mantendría el control de cambio?
-Hasta que se restablezcan las condiciones de confianza en la economía.
Insiste en este punto: “Para que funcione cualquier régimen cambiario que se proponga tiene que haber una alta participación de la inversión privada”. Remarca que los ricos deberían repatriar sus capitales, pero para ello “hay que generar confianza”, ya que “tiene que haber las condiciones para que los venezolanos que tienen dinero afuera, lo traigan”.
DISEÑAR UN MODELO ECONÓMICO
-¿Cómo caracterizaría nuestro modelo económico?-En Venezuela no existe un verdadero modelo económico, con toda franqueza. Porque si uno repasa la influencia del sector político-partidista sobre la economía, te diría que la dictadura de los partidos sobre nuestra economía lo que hizo fue establecer modelos clientelares de subsistencia cohesionada entre los partidos y la sociedad. Era una complicidad consciente.
-¿No estuvo claro el modelo económico?
-No hubo. En los años 70 decían que “se agotó el modelo”, pero en realidad se agotó la forma de distribuir la renta petrolera. Aquí lo que ha habido son ensayos de una mejor distribución de la renta petrolera, sin modelo económico.
-¿Cuál es el modelo económico que va más en sintonía con el plan de la nación?
-Creo que la economía comunal no es una salida. Diría que hay que hacer un punto de inflexión ideológico, y entender y aceptar que se necesita tanto Estado como sea necesario, y tanta intervención del mercado tantas distorsiones haya. El mercado en China funciona, aunque hay un férreo control político.