A juicio del investigador, la relación del Gobierno venezolano y las acusaciones de ser el epicentro del negocio de la droga "son fáciles de desmontar"
Las mismas, a propósito de las recientes declaraciones del jefe del Comando Sur de EEUU, John Kelly, en Colombia, donde cuestionan la voluntad del Gobierno nacional para combatir el tráfico de drogas y, además, reconoce que EEUU es uno de los principales demandantes de drogas en el mundo; lo cual obtuvo este jueves una respuesta de la Cancillería venezolana.
La relación del Gobierno venezolano y las acusaciones de ser el epicentro del negocio de la droga son fáciles de desmontar. El país que más se beneficie del negocio ilícito de drogas es EEUU. La droga es el lubricante de la economía mundial con ganancias anuales en torno a 950 mil millones de dólares. Para mover esta cantidad de dinero ilícito sin detección es imprescindible la estrecha colaboración del gobierno estadounidense con las principales agencias de seguridad nacionales, los bancos, la SEC (en 1999 Richard Grasso se reunió con Raúl Reyes con el objetivo de convencerle de invertir todas las ganancias de la droga de las FARC en Wall Street) y la Reserva Federal.
De acuerdo con una investigación del Congreso de Estados Unidos que se llevó a cabo en 2001, los bancos estadounidenses y europeos blanquean al año entre 500 mil millones y un billón de dólares del crimen internacional, la mitad de los cuales los lavan en solitario los bancos de EEUU. Se estima que la mitad de ese dinero viene a Norteamérica. En otras palabras, durante los años 90, los bancos de EEUU lavaron entre 2,5 y 5 billones de dólares a través de los circuitos financieros estadounidenses.
¿Qué significa todo esto?
Sin su dinero ilegal, la economía de EEUU se hundiría. Por lo que se sabe, la deuda nacional de Norteamérica es de casi 18 billones de dólares. Ahora, comparémoslo con la cantidad de dinero lavado, que oscila entre los 250 y los 500 mil millones de dólares al año. El dinero sucio cubre parte del déficit estadounidense en su balance de comercio. Sin el dinero sucio las cuentas externas de la economía de EEUU serían totalmente insostenibles, los estándares de vida caerían en picada, el dólar se debilitaría, la inversión disponible y el capital se reducirían y Washington no sería capaz de sostener su imperio global.
La promulgación de leyes más restrictivas para regular la banca podría poner fin, literalmente hablando, al flujo multimillonario de dólares de la noche a la mañana. ¿Qué suponen 500 mil millones de dólares de dinero fraudulento y sucio circulando hacia los mayores bancos estadounidenses y a través de ellos? Esa cantidad excede los ingresos netos de todas las empresas tecnológicas de Norteamérica y también las transferencias netas de los productores de petróleo más importantes del país, así como las de las industrias militares y las de los fabricantes de aviones.
Así que, repito, no es nada fácil desmontar las teorías de conspiración del gobierno estadounidense en cuanto a los vínculos del gobierno venezolano con el negocio de la droga.