El expresidente francés Nicolas Sarkozy ha
viajado, días después de fundar su nuevo partido, a Palestina ocupada,
donde ha declarado su consagración de por vida al régimen israelí.
“Apoyo a Israel desde hace mucho tiempo, como usted sabe: es el
combate de mi vida”, dijo ayer lunes en Al-Quds (nombre árabe de la
capital palestina, Jerusalén), al preguntársele por un supuesto
“derecho” del régimen sionista de “defenderse contra Irán”.Sarkozy viajó a Al-Quds el domingo en la noche, apenas una semana después de fundar el partido Los Republicanos (LR), nuevo avatar de la Unión por un Movimiento Popular (UMP), informa la página francesa antisionista Égalité et Réconciliation.
En la mañana del lunes, Sarkozy se reunió con el expresidente del régimen israelí Shimon Peres, y posteriormente con las actuales autoridades, el primer ministro, Benyamin Netanyahu, y el presidente, Reuven Rivlin.
Tras las reuniones, el político francés manifestó su oposición al proyecto del Gobierno de François Hollande de promover en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (CSNU) una resolución para relanzar el llamado “proceso de paz” entre Palestina y el régimen de ocupación israelí.
Y aprovechó, asimismo, la ocasión para fustigar el creciente movimiento de Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS) contra la ocupación israelí de Palestina.
“El boicot de Israel es inadmisible”, dijo Sarkozy a propósito de las presiones y amenazas ejercidas contra la empresa francesa Orange, después de anunciar la semana pasada su director gerente, Stéphane Richard, su disposición para cesar toda cooperación con los israelíes.
Por la tarde, Sarkozy pronunció un discurso proisraelí en la reunión anual de la clase dirigente israelí, la Conferencia Herzliya, a la que asistían también Peres, Netanyahu, Reivlin, el responsable de las fuerzas de guerra israelíes —Moshe Yaalon—, el de los asuntos de la “diáspora” —Naftali Bennett— y la responsable de la cartera judicial —Ayelet Shaked—, entre otros.
Las expresiones de fidelidad eterna hacia el régimen israelí son muy frecuentes entre los dirigentes políticos occidentales —y franceses en particular—, sobre todo a la hora de recabar apoyos en campaña electoral.
Desde octubre de 2012, pocos meses después de fracasar en las urnas su intento de ser reelegido, Sarkozy ha difundido su intención de postularse para un nuevo mandato presidencial en 2017.
El propio Sarkozy asistió el pasado 27 de mayo, 3 días antes de la fundación de LR, a una reunión discreta con representantes del principal lobby sionista del país galo, el denominado Consejo Representativo de las Instituciones judías de Francia (CRIF) —a cuya cena anual acude en pleno la clase dirigente francesa, pese a que el país es oficialmente laico—.
El actual presidente, François Hollande —posible candidato a un segundo mandato en 2017—, habló el domingo por teléfono con el premier israelí para manifestarle su oposición al movimiento de boicot contra el régimen israelí.
Por su parte, el primer ministro, Manuel Valls, pasó de actuar en actos propalestinos al comienzo de su carrera a adoptar posiciones proisraelíes cada vez más duras desde 2010. En 2011 declaró estar “eternamente vinculado a la comunidad judía y a Israel”, y al año siguiente fue ascendido a ministro del Interior.
La buena consideración de estos dirigentes contrasta con su impopularidad entre el pueblo francés. En encuestas recientes, un 77 % de franceses se ha pronunciado contra una segunda candidatura presidencial de Hollande, y un 72 % contra una segunda de Sarkozy.
HISPAN TV