Entrevista en el diario italiano "Il Corriere della Sera"
El primer ministro griego, Alexis Tsipras
REUTERS
El primer ministro de Grecia, Alexis Tsipras, considera que "Europa
debe reconocer que la austeridad ha fracasado" y señala que es
"inconcebible" que las instituciones le pidan medidas como el recorte de
las pensiones más bajas.
En una entrevista que publica hoy el diario italiano "Il Corriere della Sera", Tsipras explica que no es que sus reformas no gusten a las instituciones -Comisión Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional- sino que "el problema" es que algunos se niegan a reconocer que "la austeridad ha fracasado".
"Europa y las instituciones deben reconocer que la austeridad ha fracasado. No es una decisión fácil, tenemos que pensar en el coste económico de una crisis perpetua o, peor aún, en el coste histórico de un fracaso", afirma.
El primer ministro heleno señala que actualmente están "muy cerca de un acuerdo sobre el déficit público para los próximos años" y que, para ello, "basta que sean bien recibidas las propuestas alternativas al recorte de las pensiones o a la imposición de medidas recesivas".
"Nuestro objetivo es que las medidas contengan el elemento de redistribución (de la riqueza) y de la justicia social. Lo más importante es hallar un acuerdo no solo a cómo cerrar el programa de asistencia a la deuda helena sino (...) de cómo Grecia volverá lo antes posible a los mercados con una economía competitiva", dice.
"Después de cinco años de austeridad es inconcebible que nos pidan abolir las pensiones más bajas y los subsidios que afectan a los ciudadanos más pobres. O aumentar el 10 % el precio de la energía eléctrica para las familias en un país en el que miles de personas no tienen acceso a la electricidad", reivindica.
Y agrega: "O abolir el subsidio para la calefacción mientras se muere de frío. Son propuestas que no podemos aceptar no solo porque contradigan el mandato popular que hemos recibido sino porque si las aceptáramos asestaríamos un golpe durísimo a la Europa de la democracia y de la solidaridad social en la que creemos".
Sobre una hipotética salida de Grecia de la zona del euro, dice que "es evidente" que supondría "el inicio del fin de la Eurozona".
"Si los líderes europeos no pueden gestionar un problema como el de Grecia, que representa un 2 % de su economía, ¿cuál será la reacción de los mercados con países que afrontan problemas mucho más grandes, como España o Italia, que tienen una deuda pública de 2.000 millones de euros?", cuestiona.
En este sentido, se dice "profundamente convencido" de que el fracaso de las negociaciones "no conviene a ninguno" y, por eso, su Gobierno "no trata de forma egoísta".
"Si Grecia consigue algo de esta negociación -por ejemplo, menor austeridad- el camino se abrirá para todos. Por eso, especialmente los países del sur, deberían apoyar la posición helena por sus propios intereses", señala.
Tsipras asegura que, en caso de que el acuerdo con las instituciones no se produjera, no prevé convocar elecciones sino que "en el arco de cuatro años, llevaremos a término nuestro trabajo" para no traicionar al pueblo griego.
Grecia y sus acreedores internacionales esperan poder cerrar un acuerdo sobre las reformas a aplicar por Atenas para poder finalizar la quinta y última revisión del rescate al país y poder acceder a los 7.200 millones de euros que quedan del segundo programa financiero, prolongado en febrero cuatro meses, hasta el 30 de junio.
En una entrevista que publica hoy el diario italiano "Il Corriere della Sera", Tsipras explica que no es que sus reformas no gusten a las instituciones -Comisión Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional- sino que "el problema" es que algunos se niegan a reconocer que "la austeridad ha fracasado".
"Europa y las instituciones deben reconocer que la austeridad ha fracasado. No es una decisión fácil, tenemos que pensar en el coste económico de una crisis perpetua o, peor aún, en el coste histórico de un fracaso", afirma.
El primer ministro heleno señala que actualmente están "muy cerca de un acuerdo sobre el déficit público para los próximos años" y que, para ello, "basta que sean bien recibidas las propuestas alternativas al recorte de las pensiones o a la imposición de medidas recesivas".
"Nuestro objetivo es que las medidas contengan el elemento de redistribución (de la riqueza) y de la justicia social. Lo más importante es hallar un acuerdo no solo a cómo cerrar el programa de asistencia a la deuda helena sino (...) de cómo Grecia volverá lo antes posible a los mercados con una economía competitiva", dice.
Sobre las pensiones
Preguntado por la propuesta de las instituciones, Tsipras señala que "no es posible que nos pidan aplicar medidas que nadie ha aplicado en Europa"."Después de cinco años de austeridad es inconcebible que nos pidan abolir las pensiones más bajas y los subsidios que afectan a los ciudadanos más pobres. O aumentar el 10 % el precio de la energía eléctrica para las familias en un país en el que miles de personas no tienen acceso a la electricidad", reivindica.
Y agrega: "O abolir el subsidio para la calefacción mientras se muere de frío. Son propuestas que no podemos aceptar no solo porque contradigan el mandato popular que hemos recibido sino porque si las aceptáramos asestaríamos un golpe durísimo a la Europa de la democracia y de la solidaridad social en la que creemos".
Sobre una hipotética salida de Grecia de la zona del euro, dice que "es evidente" que supondría "el inicio del fin de la Eurozona".
"Si los líderes europeos no pueden gestionar un problema como el de Grecia, que representa un 2 % de su economía, ¿cuál será la reacción de los mercados con países que afrontan problemas mucho más grandes, como España o Italia, que tienen una deuda pública de 2.000 millones de euros?", cuestiona.
El fracaso de las negociaciones no conviene a nadie
"Si Grecia fracasa -añade-, los mercados irán de inmediato a buscar al próximo. Si fracasan las negociaciones, el coste para los contribuyentes europeos será enorme".En este sentido, se dice "profundamente convencido" de que el fracaso de las negociaciones "no conviene a ninguno" y, por eso, su Gobierno "no trata de forma egoísta".
"Si Grecia consigue algo de esta negociación -por ejemplo, menor austeridad- el camino se abrirá para todos. Por eso, especialmente los países del sur, deberían apoyar la posición helena por sus propios intereses", señala.
Tsipras asegura que, en caso de que el acuerdo con las instituciones no se produjera, no prevé convocar elecciones sino que "en el arco de cuatro años, llevaremos a término nuestro trabajo" para no traicionar al pueblo griego.
Grecia y sus acreedores internacionales esperan poder cerrar un acuerdo sobre las reformas a aplicar por Atenas para poder finalizar la quinta y última revisión del rescate al país y poder acceder a los 7.200 millones de euros que quedan del segundo programa financiero, prolongado en febrero cuatro meses, hasta el 30 de junio.