El plan era relativamente simple: durante seis meses Venezuela
sufriría un embargo interno y externo de productos de primera necesidad
produciendo un enorme malestar en la población. Esa acción iría
acompañada de una gigantesca campaña internacional mediática para que
todo el planeta se convenciera que Venezuela atravesaba una crítica
situación humanitaria. La OEA se pronunciaría y daría el visto bueno
para que una misión (encabezada por USA, por supuesto) interviniera para
"
salvar" al Pueblo venezolano, derrocar al gobierno legítimo, y entregarle el poder a sus aliados de la oposición.
El plan falló. La OEA (quizás por primera vez en su historia) se
enfrentó a USA y Canadá, los principales promotores de la intervención.
Almagro quedó como lo que es, un arrastrado. Y todo eso se lo debemos a
la política internacional que Hugo Chávez como Presidente y Nicolás
Maduro como Canciller construyeron durante años a través de UNASUR,
Mercosur, PetroCaribe, el ALBA y otros organismos internacionales.
¡Chávez Vive, la lucha sigue!