“En
el plano interno Washington busca fragmentar a Venezuela y en el
externo aislarla” acaba de denunciar en conferencia de prensa el
embajador de Caracas en La Habana Alí Rodríguez Araque.
Al comentar
la decisión del Secretario General de la Organización de Estados
Americanos (OEA), Luis Almagro, de invocar la llamada “Carta
Democrática” sin esperar a un debate y mucho menos una votación de los
países miembros, en una postura sin precedentes, Rodríguez Araque dijo
que Almagro -que ha preferido la actuación a dedo a un procedimiento
democrático- “quiere ser más General que Secretario” y que jamás tendrá
los dos tercios necesarios entre los países miembros para aplicar la
susodicha Carta a Venezuela.
Otra
funcionaria venezolana en La Habana reveló que Almagro se adelantó al
conocer una solicitud de Venezuela para un debate sobre la situación de
guerra económica y mediática que viene sufriendo la nación bolivariana y
desde su condición de Secretario General conspiró con el gobierno
argentino para que al solicitarlo este último sea el representante de
Buenos Aires quien inicie las intervenciones y conduzca el debate en la
OEA.
Pero
intentando cumplir con el objetivo norteamericano de aislar a Venezuela,
Almagro se está aislando a sí mismo; hasta un medio tan crítico con el
liderazgo venezolano como el periódico español El País ha reconocido que el “enfrentamiento personal (de Luis Almagro) con el Gobierno de Maduro”… “inquieta a muchos países de la región”.