Eduardo Cunha, expresidente de la Cámara de Diputados de Brasil, ha sido destituido de su cargo tras ser acusado de corrupción. Este legislador ha sido uno de los principales promotores del ‘impeachment’ o juicio político contra la presidenta Dilma Rousseff.
La decisión fue tomada tras votación en la Cámara de Diputados. Con 450 votos a favor, 10 en contra y 9 abstenciones, Cunha ha sido cesado de sus funciones. En julio pasado, renunció a la Cámara Baja
después de que el Supremo lo suspendiera de sus funciones. En el mes de
diciembre de 2015 ya había aceptado a trámite las denuncias de
supuestas irregularidades.
Lejos de arrepentirse, dijo sentirse orgulloso de haber iniciado el juicio político contra Dilma.
Antes de que resolvieran sacarlo, expresó sentirse orgulloso de que
“Brasil se librara de uno de los gobiernos más corruptos que ha tenido”.
Sin embargo, ya era investigado cuando empezó el proceso contra Rousseff por participar en una red delictiva que operó en la petrolera Petrobras en el caso conocido como Lava Jato.
Cunha también mintió frente a una
comisión parlamentaria que investigaba las corruptelas en Petrobras,
ante la cual negó tener cuentas bancarias en el exterior del país. Esa
declaración, prestada bajo juramento, se vino abajo cuando la Justicia
suiza, que coopera con las autoridades brasileñas en toda la
investigación de las corruptelas en Petrobras, demostró que, pese a
negarlo, Cunha poseía cuentas cifradas en bancos helvéticos, informó
EFE.
Tras esa comprobación y otros indicios,
el Supremo ha iniciado tres causas distintas contra Cunha, hasta el año
pasado uno de los dirigentes más influyentes del Partido del Movimiento
Democrático Brasileño (PMDB), al que pertenece Michel Temer, quien
sucedió en la Presidencia a la ahora destituida Rousseff.
RPP/La Radio del SUR