La tendencia hacia la integración solar en hogares y edificios parece estar despegando. El CEO de Tesla, Elon Musk, dio a conocer sus tejas solares que son invisibles cuando se ven desde la calle. Ahora, investigadores de la Universidad de Minnesota y de la Universidad de Milano-Bicocca han desarrollado tecnología que podría inaugurar un futuro con ventanas fotovoltaicas. La investigación, publicada en la revista Nature Photonics, demuestra que las nanopartículas de silicio de alta tecnología incorporadas en concentradores solares luminiscentes (LSCs) pueden hacer que el rendimiento de las ventanas solares sea más eficiente, comparable a los concentradores solares planos.
“A unas diez milésimas del diámetro del cabello humano, las propiedades del silicio cambian y se convierte en un eficiente emisor de luz, con la importante propiedad de no volver a absorber su propia luminiscencia. Esta es la característica clave que hace que las nanopartículas de silicio sean ideales para aplicaciones LSC”. Dijo Uwe Kortshagen, profesor de ingeniería mecánica de la Universidad de Minnesota. Autores del estudio.
Estas ventanas fotovoltaicas podrían representar una gran noticia dentro de las ciudades para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero que causan el cambio climático. Modernas torres de oficina de vidrio podrían ser equipadas con ventanas fotovoltaicas que no cambiarían la estética del edificio y sin embargo serían capaces de satisfacer las necesidades eléctricas. De acuerdo con el Departamento de Energía de Estados Unidos, convertir las ventanas de One World Trade Center en colectores solares podría alimentar más de 350 apartamentos.
Los investigadores dicen que las nanopartículas de silicio podrían hacer que las ventanas solares sean comercialmente viables para el mercado fotovoltaico integrado en un edificio. Las nanopartículas de silicio, que se producen usando un reactor de plasma y se forman en un polvo, podrían realizar LSCs flexibles que capturan eficientemente más del cinco por ciento de la energía del sol. Un día pronto el sol que brilla en rascacielos en ciudades alrededor del mundo también podría ser la fuente de su energía.