Por Kaos. Països Catalans
El president Puigdemont ha propuesto al Parlament que proclame la independencia de Catalunya como república, pero que quedará “suspendida durante unas semanas” para que se abra un período de diálogo.
El president Puigdemont ha propuesto al Parlament que proclame la independencia de Catalunya como república, pero que quedará “suspendida durante unas semanas” para que se abra un período de diálogo.
Puigdemont ha validado los resultados del referéndum del 1 de octubre en su discurso ante el Parlament de Catalunya. Con una participación de 2.286.217 de personas, el sí a la independencia habría obtenido el apoyo del 90,2% sobre los votos válidos según los datos aportados. Puigdemont ha concluido que “las urnas, bajo una lluvia de golpes de porra, dicen sí a la independencia“, por lo que, en aplicación de la ley de transitoriedad, ha añadido que asumía “el mandato del pueblo para que Cataluña se convierta en un Estado independiente en forma de república“. Sin embargo, a continuación ha pedido que “el Parlament suspenda los efectos de la independencia durante unas semanas para que se abra un período de diálogo” con el Estado Español y con la mediación internacional. “El conflicto entre España y Cataluña”, ha asegurado, “puede resolverse de manera pacífica. Por nuestra parte, no quedará”.
Por tanto, en relación a las especulaciones de los últimos días, parece que se impone la posición que ya había anunciado el eurodiputado del PdeCat Ramon Tremosa en el sentido de que el Govern se ha decidido por una vía intermedia entre la declaración unilateral efectiva y la declaración en diferido, asumiendo la voluntad de llegar a la República pero dejándola suspendida, como ocurrió en el caso de Eslovenia al que se refirió Tremosa, a la espera de una intermediación que permita una solución negociada.
La reacción más significativa al discurso de Puigdemont se ha producido en los escaños de la CUP que, a diferencia de los diputados de Junt pel Sí, no se han levantado de sus escaños ni han aplaudido.
Fragmento clave del discurso de Puigdemont