El Hippomane mancinella es la especie de árbol más venenosa del mundo, incluso su nombre figura en el libro de Records Guinness. Sus pequeñas manzanas tienen un sabor dulce y un aroma que atrapa a cualquiera pero aún esos frutos son venenosos. Su nombre proviene de las palabras griegas hippo que significa caballo, y mane se deriva de manía o locura, o al menos eso informa el Instituto de Ciencias de Alimentos y Agricultura de Florida.
Este árbol crece desde las costas de Florida hasta Colombia y en algunas zonas donde crece se ponen letreros de alerta para que nadie se acerque. En estos lugares se le conoce comúnmente cómo Manzanilla de la muerte, de arena o de playa, aunque el más acertado seria árbol de la muerte.

De cualquier forma, el peligro real proviene de sus frutos; una sola de sus manzanas puede matar a veinte personas. El libro “Los bucaneros de América” de John Esquemeling, relata la experiencia del autor al momento de conocer a este curioso árbol. Esquemeling, ignorante de su peligrosidad, tomo una rama de este para alejar a los mosquitos causándole ceguera durante 3 días y ampollas en sus manos y cara.
Sin embargo, la experiencia de comer estos frutos la puede relatar Nicola Strickland, una radióloga británica que estaba de vacaciones en Tobago junto con una amiga. El relato comienza cuando tomo una pequeña manzana de suelo que parecía haber caído de un árbol cercano, al probarla percibió el sabor dulce y decidió compartirla con su amiga.
Momentos después de probarla comenzaron a sentir ardor en su boca y garganta pero no era ni un poco de lo que sentirían horas después, cuando la sensación era insoportable que sólo pudieron disminuir a base de leche y piñas coladas. Después de pasar por esta experiencia decidió escribirla para los futuros científicos que se enfrentaran a estos síntomas.
Pero a pesar de su toxicidad, tiene varios usos. Para comenzar, se fabricaban muebles con su madera desde la época colonial, lo único que se debía hacer era secar la savia al sol. Su savia ha sido usada para curar enfermedades venéreas e hidropesía y sus frutos secos son diuréticos. También es excelente para cazar, ya que su savia mata a los animales.
El problema es que este árbol, a pesar de ser peligroso, está en peligro de extinción y pronto quizá ya no podamos conocerlo más que en fotografías.