Resumen Latinoamericano/HIspantv, 21 de noviembre 2017.
Los Gobiernos de EE.UU. y Colombia cimentan su alianza para hacer frente a Caracas y contribuir, según dicen, a la restauración de la democracia en Venezuela.
El vicepresidente estadounidense recibió el sábado en la Casa Blanca a su homólogo colombiano, Óscar Naranjo, con quien trató la situación de Venezuela y cómo hacer frente al Gobierno venezolano, presidido por Nicolás Maduro.
Conforme a un comunicado emitido por la Casa Blanca, ambos funcionarios manifestaron su “profunda preocupación” por la coyuntura “en deterioro” en el país caribeño, además de subrayar su “firme compromiso” para respaldar la democracia en Venezuela.
Al ser preguntado en una rueda de prensa sobre la cuestión venezolana, Naranjo indicó que su par estadounidense había mostrado “especial interés en Venezuela por delegación de presidente Donald Trump”, quien, agregó, “valora la solidez del Gobierno de Juan Manuel Santos en relación con la situación venezolana”.
“Colombia acompaña el proceso de revisión y aplicación de medidas económicas que se han comenzado a aplicar para Venezuela”, aseguró el vicepresidente colombiano, en alusión a las sanciones impuestas por Washington a Caracas.
Tras reiterar el apoyo de Bogotá a la oposición venezolana, el funcionario colombiano puso énfasis en el compromiso de su Gobierno para que en el vecino país haya “una salida democrática no traumática”. Colombia, apostilló, “no ha sido y no será un espectador de esta situación crítica en Venezuela”.
La reunión entre Pence y Naranjo se produjo en momentos en que el Gobierno venezolano y la oposición, agrupada en la Mesa de Unidad Demócrata (MUD), celebraron el jueves en Santo Domingo, capital de la República Dominicana, una reunión preparatoria para retomar el proceso de diálogo de paz, promovido por Maduro, y poner fin a la crisis política.
Los chavistas acusan a EE.UU. y Colombia (entre otros países) de la situación que Venezuela ha vivido en los últimos meses, en particular de lanzar una “guerra económica” e incitar a los opositores a llevar a cabo actos de violencia y de sabotaje.