Telesur / Resumen Latinoamericano / 21 de noviembre de 2017
El panorama político en Zimbabue cambió en cuestión de días con la destitución de Emmerson Mnangagwa, pasando por el golpe de Estado y la supuesta renuncia de Robert Mugabe, quien gobernó por más de 30 años.
La destitución del vicepresidente
Robert Mugabe destituyó a Emmerson Mnangagwa de la vicepresidencia el pasado 6 de noviembre, por “deslealtad, falta de respeto, engaño y falta de confiabilidad” según el ministro de Información, Simon Khaya Moyo. Días antes de la destitución de Mnangagwa, Mugabe acusó a este de originar divisiones en el partido del Gobierno y de trabajar para derrocarlo. Ante este acontecimiento, la esposa del presidente, Grace Mugabe, tomó posesión como uno de los dos vicepresidentes de Zimbabue y pasaría a ser sucesora de la presidencia.
Golpe a Mugabe
Al día siguiente de que Emmerson fuera revocado de su puesto, Mugabe fue detenido por fuerzas militares y nombraron como nuevo presidente interino a Emmerson Mnangagwa. Luego del arresto de Mugabe, las fuerzas militares zimbabuenses aseguraron que no se trataba de un golpe de Estado, sino “de una decisión de intervenir”, y Mnangagwa se convertiría en el presidente de la Unión Nacional Africana de Zimbabue – Frente Patriótico (ZANU-PF) “como lo establece la Constitución”.
Presunta dimisión
Diferentes agencias internacionales informaron que el presidente del parlamento de Zimbabue, Jacob Mudenda, declaró que este martes que el jefe de Estado, Robert Mugabe, renunció a su cargo tras recibir un golpe de Estado hace algunas semanas. Mudenda anunció la retirada de Mugabe del cargo a través de una carta de renuncia, en la que se expone que “Yo, Robert Mugabe entregó formalmente mi dimisión como presidente de la República de Zimbabue con efecto inmediato”.