Posted: 31 Dec 2017 09:14 AM PST
CIUDAD
DE MÉXICO (Sputnik) — Los huracanes, inundaciones y sismos que
golpearon a México en 2017 pusieron al descubierto que el gran desafío
es erradicar la corrupción en la prevención y la reconstrucción, dijo a
Sputnik la integrante del Comité de Participación Ciudadana del Sistema
Nacional Anticorrupción (SNA), Mariclaire Acosta.
"Frente
a los desastres naturales hay desastres sociales, fueron huracanes y
sismos terribles, pero la destrucción no es el único problema; muchos
daños se pueden prever, porque en gran medida se deben a malas
construcciones fraudulentas", expresó.
En 2017, las costas mexicanas fueron golpeadas por los ciclones tropicales Beatriz, Calvin, Dora, Jova, Lidia, Otis, Max, Norma y Pilar, con categoría de huracanes, por el poder destructivo de sus vientos sostenidos, superiores a los 120 kilómetros por hora.
Acosta, consejera y fundadora de la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos, integró un grupo de ciudadanos que por primera vez presentaron demandas judiciales por las muertes por daños y derrumbes causados tras los fenómenos naturales.
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La
experimentada experta en defensa de víctimas de violaciones a derechos
sociales y políticos, dijo que las tragedias por efectos de la
naturaleza también pusieron a prueba el Sistema Nacional de Prevención
de Desastres Naturales, considerado por organismos internacionales como
uno de los más depurados de la región, a fuerza de repetición de las
emergencias.
El Gobierno de México estima que los daños por los dos sismos del 7 y 19 de septiembre de 2017, en los que 470 personas fallecieron, ascienden a unos 2.500 millones de dólares.
En
cuanto a los huracanes, México fue afectado por los meteoros, con una
decena de poderosas tormentas tropicales consecutivas, que configuraron
"la quinta temporada más intensa y más prolongada", según los registros
del Servicio Meteorológico Nacional y del Centro Nacional de Huracanes
de EEUU.
El país latinoamericano se salvó del paso de Harvey
por el mar Caribe y el Golfo de México, que causó daños en varios
países por un estimado de 100.000 millones de dólares, pero fue
impactado por Katia y Franklin,
que causaron daños por unos 20 millones de dólares cada uno, sobre todo
en los estados costeros del este: Tamaulipas, Veracruz, Tabasco,
Campeche y el caribeño Quintana Roo.En 2017, las costas mexicanas fueron golpeadas por los ciclones tropicales Beatriz, Calvin, Dora, Jova, Lidia, Otis, Max, Norma y Pilar, con categoría de huracanes, por el poder destructivo de sus vientos sostenidos, superiores a los 120 kilómetros por hora.
Acosta, consejera y fundadora de la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos, integró un grupo de ciudadanos que por primera vez presentaron demandas judiciales por las muertes por daños y derrumbes causados tras los fenómenos naturales.
"Si
detrás de los daños causados por el sismo existen ilegalidades,
corrupción u omisiones, se debe exigir la responsabilidad en homicidio
culposo, fraude específico y uso ilegal de atribuciones", dice la
demanda.
Una iniciativa inédita
© REUTERS/ Ginnette Riquelme
Acosta
dijo a esta agencia que "por primera vez" se abrió "una discusión que
permanece cerrada en los medios de comunicación dominantes; no existía
ninguna iniciativa legal para investigar y cumplir la rendición de
cuentas".
Nunca antes en el país se habían abierto litigios de este
tipo: "miles de damnificados apenas se están recuperando del shock de
perder su patrimonio y deben tener acceso a la justicia, porque hay
responsables que no deben quedar impunes", dijo.
Uno
de los ejemplos emblemáticos es un edificio nuevo en la colonia Benito
Juárez de Ciudad de México, inaugurado hace un año, que se desplomó en
los terremotos de septiembre.
Los desastres también han tenido
efectos económicos: después de que en 2016 la economía mexicana creciera
2,9%, en 2017 apenas se expandirá 2,2% a causa de los sismos y
huracanes, según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe
(CEPAL).
La
secretaria general del organismo, Alicia Bárcena, dijo a mediados de
diciembre que "el mayor dinamismo del sector externo será contrarrestado
por la caída de la inversión, principalmente pública, y por el efecto
negativo de los desastres naturales".
Por su parte, Margarita
Campuzano, investigadora del Centro Mexicano de Derecho Ambiental
(CEMDA), señaló a Sputnik que todos los años se monitorean más tormentas
de categoría cinco, la más destructiva.
"Cada
temporada estudiamos más huracanes de magnitud cinco, acompañados de
efectos devastadores como consecuencia del cambio climático", expresó.
© REUTERS/ NOAA National Weather Service National Hurricane Center
"La
evidencia científica es que el Mar Caribe está más caliente que nunca,
más de tres grados centígrados sobre lo normal, (lo) que estimula los
huracanes y las tormentas puntuales que saturan los sistemas pluviales,
con frecuencia y regularidad comprobada", dijo la especialista.
El
CEMDA ha entregado al Gobierno de México recomendaciones para que
"invierta en adaptaciones nacionales a las consecuencias por los
fenómenos con una frecuencia y magnitud inusitada", ya que cada vez
aumenta la población que ha enfrentado emergencias "por terribles
inundaciones, deslaves y desbordamientos de ríos".
Año
tras año, agregó, "hay decenas de miles de refugiados climáticos", que
pierden sus casas y quedan desamparados en cada temporada de ciclones.
Sin
embargo, el Sistema Satelital de Alerta Temprana previsto para en el
Plan Nacional de Desarrollo 2013-2018, todavía carece de presupuesto
para su ejecución.