Los
intentos de las autoridades estadounidenses de utilizar la posición
dominante del dólar para presionar con sanciones a otros países es un
disparate y puede tener como consecuencia la creación de una alternativa
a la divisa norteamericana, informa el medio Financial Times.
Los
países sometidos al régimen de sanciones impuesto por EEUU buscan
activamente sistemas de pagos y herramientas que permitan realizar
transacciones sin emplear el dólar.
Los sistemas bancarios de la zona euro, del Reino Unido o de Suiza no
son adecuados para este propósito, ya que están estrechamente
vinculados con el sistema de compensación en dólares. De ahí que no
puedan poner en tela de juicio su dominio, señala el artículo.
"La época de dominio de una divisa se acaba cuando el país que la emite hace algo estúpido, como por ejemplo realizar una política monetaria mal gestionada o entra en una guerra costosa", opina el economista monetario Steve Hanke, de la Universidad Johns Hopkins.
Desde el punto de vista del especialista, las sanciones podrían encuadrarse en la categoría de 'disparates'.
Lea también: ¿Adiós al dólar? China le pone 'fecha de caducidad' al dominio estadounidense
"Las sanciones siempre aumentan el afán de resistencia del enemigo. La historia lo demuestra: un ejemplo sería la imposición del embargo petrolero de Estados Unidos a Japón en 1941. Los políticos son analfabetos en economía, por lo que piensan que las sanciones son la manera más sencilla de atacar al enemigo", indica Hanke. Ante esta situación, una alternativa fiable sería la divisa china, el yuan, enfatiza el artículo del Financial Times. China es capaz de proteger su soberanía, así como goza de reservas internacionales y potencial tecnológico y económico.
Pekín tiene una meta obvia, que es convertir el yuan en una divisa internacional y, en la misma jugada, expulsar al dólar del mercado asiático, subraya el FT.
Paralelamente, existe una manera de crear las condiciones para que el yuan se convierta en una moneda internacional de manera gradual. Según la información del FT, las autoridades chinas ya negocian con el Reino Unido la posibilidad de comerciar en el sistema euro-yuan.
"La época de dominio de una divisa se acaba cuando el país que la emite hace algo estúpido, como por ejemplo realizar una política monetaria mal gestionada o entra en una guerra costosa", opina el economista monetario Steve Hanke, de la Universidad Johns Hopkins.
Desde el punto de vista del especialista, las sanciones podrían encuadrarse en la categoría de 'disparates'.
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"Las sanciones siempre aumentan el afán de resistencia del enemigo. La historia lo demuestra: un ejemplo sería la imposición del embargo petrolero de Estados Unidos a Japón en 1941. Los políticos son analfabetos en economía, por lo que piensan que las sanciones son la manera más sencilla de atacar al enemigo", indica Hanke. Ante esta situación, una alternativa fiable sería la divisa china, el yuan, enfatiza el artículo del Financial Times. China es capaz de proteger su soberanía, así como goza de reservas internacionales y potencial tecnológico y económico.
Pekín tiene una meta obvia, que es convertir el yuan en una divisa internacional y, en la misma jugada, expulsar al dólar del mercado asiático, subraya el FT.
Paralelamente, existe una manera de crear las condiciones para que el yuan se convierta en una moneda internacional de manera gradual. Según la información del FT, las autoridades chinas ya negocian con el Reino Unido la posibilidad de comerciar en el sistema euro-yuan.