Termina la prolongada agonía del gobierno de Pedro Pablo Kuczynski (PPK) en Perú. La irrefrenable corrupción conque buscaba evitar la vacancia presidencial inminente, que era ya un secreto a voces, logró ser exhibida por televisión a todo el país y selló su destino, a pesar de la surrealista conferencia de prensa de sus ministros cómplices ayer en la noche, que hubiera sido cómica, sino fuera trágica.
Su caída es al mismo tiempo un golpe fatal para el denominado grupo de Lima, que ha perdido nada menos que a su vocero y su más agresivo integrante, apenas unas semanas antes de la cumbre OEA en Lima, donde se pretende impedir a Venezuela ocupar su lugar en la cumbre, violando escandalosamente la normativa de la OEA.
¿Podrá este grupo de Lima y el patrón que los digita desde el prepotente norte encontrar en Perú a alguien tan desesperado como PPK por evadir la destitución y la prisión, al punto de sostener las ilegalidades internacionales y las impresentables conductas de PPK contra el pueblo y gobierno de Venezuela?
Lo que sí es cierto, que PPK y su oprobiosa caída son el símbolo de la crisis y la decadencia, cada vez más evidente, de quienes se hacen cómplices de la agresión económica contra Venezuela y su pueblo.
La corrupción y el carácter anti democrático y anti popular de PPK es el reflejo exacto de un Macri en Argentina y un Piñera en Chile. También del Temer golpista de Brasil; de los fraudes electorales todavía frescos en Colombia y Honduras. De México, convertido en una enorme fosa común de estudiantes, migrantes y periodistas. Y del gigante egoísta del norte, presidido por un negacionista del cambio climático, racista y misógeno, adicto a arrojar bombas y tanques contra pueblos pacíficos y soberanos que no aceptan la sumisión a sus dictados e intereses.
Cada vez es más evidente la verdad del bloqueo inmoral e ilegal de los poderosos contra el pueblo de Venezuela. Hay más luz sobre los intereses corruptos y anti democráticos que mueven a los agresores, como PPK. Se hace objetivamente más difícil engañar las conciencias y sostener el odio ideológico y sus pretextos.
Desde los movimientos sociales y los pueblos redoblaremos esfuerzos por ahondar mucho más esa conciencia, arrojar más luz sobre los enemigos de la humanidad y sus planes para agredir, engañar y saquear al pueblo de Venezuela y los pueblos de Nuestra América.
Le decimos a los harapos del grupo de Lima y al titiritero que los digita con mano ajena desde el norte: Estaremos en Lima, junto al Presidente Nicolás Maduro y los presidentes soberanos del continente. Estaremos en las calles, no podrán impedir la esperanza y venceremos.
Adiós PPK, te seguirán tus cómplices del grupo de Lima.
¡No pudieron con Cuba y no podrán con Venezuela!
¡Maduro sí, Trump No!
¡Soberanía sí, injerencia no!
¡Basta de agresión y bloqueo económicos contra el pueblo de Venezuela!