«De manera general, y bajo cualquier tipo de gobierno burgués, las elecciones casi nunca son nada más que uno de los mecanismos utilizados por el poder para conservar en el pueblo la ilusión de la democracia. Incluso cuando las fuerzas populares logran éxitos en las elecciones, la reacción que detenta el poder suele, por la fuerza o de otro modo, tratar de invalidarlos en la práctica. Los comunistas, no obstante, debemos, cuando ello es posible y favorable para el desarrollo de la lucha participar en ellas, sin caer en ningún momento en ilusiones ni posiciones electoralistas, teniendo siempre presente que lo decisivo está en la calle, en las fábricas, en los barrios populares, en el campesinado, la juventud, la mujer oprimida y explotada. El parlamento no es para los auténticos comunistas más que una tribuna para plantear ante el pueblo sus políticas y denuncias». (Elena Ódena; Unas elecciones para apuntalar el continuismo y la oligarquía en el poder, 1 de marzo de 1979)
“La sabiduría de la vida consiste en la eliminación de lo no esencial. En reducir los problemas de la filosofía a unos pocos solamente: el goce del hogar, de la vida, de la naturaleza, de la cultura”. Lin Yutang
Cervantes
Hoy es el día más hermoso de nuestra vida, querido Sancho; los obstáculos más grandes, nuestras propias indecisiones; nuestro enemigo más fuerte, el miedo al poderoso y a nosotros mismos; la cosa más fácil, equivocarnos; la más destructiva, la mentira y el egoísmo; la peor derrota, el desaliento; los defectos más peligrosos, la soberbia y el rencor; las sensaciones más gratas, la buena conciencia, el esfuerzo para ser mejores sin ser perfectos, y sobretodo, la disposición para hacer el bien y combatir la injusticia dondequiera que esté.
MIGUEL DE CERVANTES
Don Quijote de la Mancha.
MIGUEL DE CERVANTES
Don Quijote de la Mancha.
13 de marzo de 2018
Las elecciones democrático-burguesas y el parlamento para los comunistas
«De manera general, y bajo cualquier tipo de gobierno burgués, las elecciones casi nunca son nada más que uno de los mecanismos utilizados por el poder para conservar en el pueblo la ilusión de la democracia. Incluso cuando las fuerzas populares logran éxitos en las elecciones, la reacción que detenta el poder suele, por la fuerza o de otro modo, tratar de invalidarlos en la práctica. Los comunistas, no obstante, debemos, cuando ello es posible y favorable para el desarrollo de la lucha participar en ellas, sin caer en ningún momento en ilusiones ni posiciones electoralistas, teniendo siempre presente que lo decisivo está en la calle, en las fábricas, en los barrios populares, en el campesinado, la juventud, la mujer oprimida y explotada. El parlamento no es para los auténticos comunistas más que una tribuna para plantear ante el pueblo sus políticas y denuncias». (Elena Ódena; Unas elecciones para apuntalar el continuismo y la oligarquía en el poder, 1 de marzo de 1979)