Posted: 30 Mar 2018 07:20 AM PDT
Por German Aranda
A
pesar de la oposición del Ayuntamiento e incluso del cura del pueblo,
la procesión de la Hermandad de Antiguos Caballeros Legionarios de
Barcelona se volvió a celebrar este Jueves Santo, por quinta vez en
Palafolls, después de haber sido repudiada en otros municipios como
Badia del Vallès, Mataró y L’Hospitalet.
Poco más de cien metros y cinco furgonetas de los Mossos los separaban. “Arriba España! Viva la Guardia Civil! “, Gritaban los fieles en la procesión de ex legionarios. “Viva la tierra libre!”. Respondían los antifascistas del Maresme que se oponían a su presencia desde el otro lado del cordón policial en el barrio de San Luis de Palafolls.
A pesar de la oposición del Ayuntamiento e incluso del cura del pueblo, la procesión de la Hermandad de Antiguos Caballeros Legionarios de Barcelona se volvió a celebrar este Jueves Santo, por quinta vez en Palafolls, después de haber sido repudiada en otros municipios como Badia del Vallès, Mataró y L’Hospitalet. En este municipio la polémica se acentuó aún más, por el apoyo mutuo entre los ex legionarios y el cura homófobo Custodio Ballester, más tarde apartado de la parroquia.
Con la peculiar vestimenta verde militar de la legión, ataviada de brazaletes y cuerdas, los legionarios cantar El novio de la muerte portando banderas de España mientras a pocos metros los antifascistas se oponían. En primera línea de la procesión, unos fornidos voluntarios con chalecos fluorescentes y la sigla del Cuerpo Nacional de Somaten para la Paz aseguraban velar por la seguridad de la procesión de manera voluntaria.
La policía local del municipio cifró en unos 500 los asistentes a la procesión, muchos venidos de otras partes de Cataluña, y en poco más de 100 los manifestantes convocados por la Plataforma Maresme Antifascismo, que salieron del Ayuntamiento dos horas antes y se plantaron en el barrio de San Luis, a pocos metros de donde empezaba la marcha religiosa con olor a franquismo, para mostrar su indignación.
“No queremos los legionarios ni en el Alt Maresme ni en ninguna parte. Una cosa es el catolicismo y una procesión, no hace falta que venga nadie a exaltar el fascismo. Representan lo peor de la población, eran la guardia de Franco, no entiendo que se puedan hacer estas cosas aquí”, comentaba Sergi Jiménez, vecino de Pineda de Mar que se encontraba participando de la manifestación.
El Ayuntamiento de Palafolls, municipio de poco más de 9.000 habitantes, ha venido expresando estos últimos días que “no autoriza” los ex legionarios y se plantea una consulta popular en la ciudad para decidir sobre su presencia en un futuro. Los antifascistas, sin embargo, les piden prohibir la procesión, que se sigue celebrando a pesar de la oposición del consistorio.
El alcalde, Valentín Agustín, asegura que la decisión de prohibir este evento es responsabilidad del departamento de Interior de la Generalitat, pero el gobierno autonómico asegura que no, que es el consistorio quien tiene esa autoridad. En declaraciones al diario ARA, Agustín reconoció: “Hace cuatro años permitió su presencia porque no sabíamos muy bien de qué se trataba”.
Rechazados por el municipio
Hace dos años el pleno municipal se opuso a la presencia de los antiguos legionarios con un solo voto en contra: el del concejal Óscar Berman, entonces todavía perteneciente al PP. Berman hacerse famoso en el año 2016 para decir que la alcaldesa de Barcelona debería dedicarse “a fregar suelos”. El PP lo expulsó y el polémico concejal fundó un partido nuevo, Somos, que se declara “antifeminista” y está a la derecha del PP. Berman, que se declara defensor “de la derecha tradicional, sin trampas ni complejos”, también dijo que “en comparación con esta España la de Franco era la Arcadia feliz”.
Fue precisamente durante el franquismo cuando la Legión, fuerza militar creada en 1920 por el militar José Millan Astray, cobró más importancia. El mismo Franco fue comandante. Miembro de la Cofradía de San Luis y Santa María, Berman es el principal anfitrión de los antiguos legionarios en Palafolls y asegura el diario ARA que “no hay ninguna provocación en una procesión que sale de todos los lugares de España. De hecho, es un derecho “. Para él, la oposición del Ayuntamiento al acto no es más que voluntad “de intoxicar”.
https://www.ara.cat/societat/ Tensio-Palafolls-desfilada- dels-exlegionaris_0_ 1987601296.html
Poco más de cien metros y cinco furgonetas de los Mossos los separaban. “Arriba España! Viva la Guardia Civil! “, Gritaban los fieles en la procesión de ex legionarios. “Viva la tierra libre!”. Respondían los antifascistas del Maresme que se oponían a su presencia desde el otro lado del cordón policial en el barrio de San Luis de Palafolls.
A pesar de la oposición del Ayuntamiento e incluso del cura del pueblo, la procesión de la Hermandad de Antiguos Caballeros Legionarios de Barcelona se volvió a celebrar este Jueves Santo, por quinta vez en Palafolls, después de haber sido repudiada en otros municipios como Badia del Vallès, Mataró y L’Hospitalet. En este municipio la polémica se acentuó aún más, por el apoyo mutuo entre los ex legionarios y el cura homófobo Custodio Ballester, más tarde apartado de la parroquia.
Con la peculiar vestimenta verde militar de la legión, ataviada de brazaletes y cuerdas, los legionarios cantar El novio de la muerte portando banderas de España mientras a pocos metros los antifascistas se oponían. En primera línea de la procesión, unos fornidos voluntarios con chalecos fluorescentes y la sigla del Cuerpo Nacional de Somaten para la Paz aseguraban velar por la seguridad de la procesión de manera voluntaria.
La policía local del municipio cifró en unos 500 los asistentes a la procesión, muchos venidos de otras partes de Cataluña, y en poco más de 100 los manifestantes convocados por la Plataforma Maresme Antifascismo, que salieron del Ayuntamiento dos horas antes y se plantaron en el barrio de San Luis, a pocos metros de donde empezaba la marcha religiosa con olor a franquismo, para mostrar su indignación.
“No queremos los legionarios ni en el Alt Maresme ni en ninguna parte. Una cosa es el catolicismo y una procesión, no hace falta que venga nadie a exaltar el fascismo. Representan lo peor de la población, eran la guardia de Franco, no entiendo que se puedan hacer estas cosas aquí”, comentaba Sergi Jiménez, vecino de Pineda de Mar que se encontraba participando de la manifestación.
El Ayuntamiento de Palafolls, municipio de poco más de 9.000 habitantes, ha venido expresando estos últimos días que “no autoriza” los ex legionarios y se plantea una consulta popular en la ciudad para decidir sobre su presencia en un futuro. Los antifascistas, sin embargo, les piden prohibir la procesión, que se sigue celebrando a pesar de la oposición del consistorio.
El alcalde, Valentín Agustín, asegura que la decisión de prohibir este evento es responsabilidad del departamento de Interior de la Generalitat, pero el gobierno autonómico asegura que no, que es el consistorio quien tiene esa autoridad. En declaraciones al diario ARA, Agustín reconoció: “Hace cuatro años permitió su presencia porque no sabíamos muy bien de qué se trataba”.
Rechazados por el municipio
Hace dos años el pleno municipal se opuso a la presencia de los antiguos legionarios con un solo voto en contra: el del concejal Óscar Berman, entonces todavía perteneciente al PP. Berman hacerse famoso en el año 2016 para decir que la alcaldesa de Barcelona debería dedicarse “a fregar suelos”. El PP lo expulsó y el polémico concejal fundó un partido nuevo, Somos, que se declara “antifeminista” y está a la derecha del PP. Berman, que se declara defensor “de la derecha tradicional, sin trampas ni complejos”, también dijo que “en comparación con esta España la de Franco era la Arcadia feliz”.
Fue precisamente durante el franquismo cuando la Legión, fuerza militar creada en 1920 por el militar José Millan Astray, cobró más importancia. El mismo Franco fue comandante. Miembro de la Cofradía de San Luis y Santa María, Berman es el principal anfitrión de los antiguos legionarios en Palafolls y asegura el diario ARA que “no hay ninguna provocación en una procesión que sale de todos los lugares de España. De hecho, es un derecho “. Para él, la oposición del Ayuntamiento al acto no es más que voluntad “de intoxicar”.
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