Apenas
reelecto para el período 2013-2019, Hugo Chávez, en un memorable Consejo
de Ministros en octubre del 2012, intentando caracterizar la nueva
etapa que debía cumplir la revolución, recordó los códices fundamentales
del modelo del socialismo bolivariano y del nuevo tejido social que
debía servir de armazón a la refundación de la república de un modo
imperioso. Fue implacable e interpelativo en su reflexión y en el
ejercicio de la autocrítica.
En esa oportunidad se refirió al plan de
desarrollo del eje Tazón-Las Mayas-El Valle y lo hizo emblemático de su
angustia: “No veo en él el núcleo estratégico que garantiza el Poder
Popular: la comuna”, señaló. Chávez lo sabía muy bien, mejor que nadie:
la dirigencia del gobierno, tan colmada de intereses fragmentados e
intentando abrir puertas para cruzar otros pasadizos y alcanzar
paraísos terrenales que aún nadaban en el modelo rentístico cuarta
republicano, y siempre aparentando apego al ideario de Chávez, no veía
–ni ve, creo- la importancia vital de las Comunas como vía de
transición y quiebre con el pasado.
Ese día, Chávez dijo tantas verdades. Por
ejemplo: “…La Comuna debe ser “ese espacio socialista que, como entidad
local, sea definido por la integración de comunidades que se reconocen
en el territorio que ocupan y en las actividades productivas que le
sirven de sustento, y sobre el cual ejercen los principios de soberanía y
participación protagónica como expresión del Poder Popular, en
concordancia con un régimen de producción social y el modelo de
desarrollo endógeno y sustentable, es competencia exclusiva del
Ministerio del Poder Popular para las Comunas y Protección Social”.
Y lanzó su intención: «He pensado en
eliminar el Ministerio de las Comunas, porque estamos cometiendo el
error de creer que las comunas es sólo responsabilidad de este
ministerio». Chávez reflexionó frente al país: “Dónde debía buscar las
comunas, de dónde va a surgir la cultura comunal. ¿Será que seguiré
clamando en el desierto por cosas como estas?
Hoy creo que debemos pedirle a la nueva
ANC que piense en estas palabras de Chávez. A Diosdado que se salga con
los constituyente que profesan esta política y se vayan al monte, a las
entrañas del pueblo que se viene organizando: no importa que haya
culebras.
O mejor, Diosdado: que aparezcan.