Posted: 22 Jun 2018 02:54 PM PDT
Mientras
en Estados Unidos avanza el escándalo de miles de infantes detenidos en
campamentos alejados de sus padres, Marco Rubio y Mario Díaz-Balart,
figuras de la extrema derecha, concentran su atención en Cuba, Venezuela
y Nicaragua.
Al margen de esa tragedia, ambos legisladores por la Florida, trabajan para obtener la aprobación de millones de dólares.
El aval de esa maquinación, lo utilizarían en programas subversivos contra dichas naciones.
Tales iniciativas fueron aprobadas para el año fiscal 2019.
Así lo informó, este jueves la periodista del Nuevo Herald, Nora Gámez Torres.
Puntualizó que Rubio aseguró que 20 millones irían a la extrema derecha venezolana y 15 hacia grupos que manipulan en Cuba.
Según
Gámez el dinero para esos fines, aprobado por la Cámara Alta, con
destino a Cuba, es la tercera parte de los 30 millones solicitados este
año.
De
forma paralela, Mario Díaz-Balart, ayudó a mantener los 15 millones
aprobados en 2018 con el pretexto de ayudar a promover la democracia en
Venezuela en el próximo año fiscal.
Rubio
también afirmó que 391 millones serían entregados para la titulada
asistencia en temas de seguridad y programas de derechos humanos en
Colombia, así como cinco millones para Nicaragua.
La
periodista del Herald agregó que los programas de cooperación hacia
países de América Central recibieron 515 millones de dólares, a
propuesta de senadores ultraderechistas.
Las cifras antes mencionadas deberán ser conciliadas por un comité de miembros de ambas cámaras.
El
artículo de Gámez Torres subraya que, todo hace indicar, hubo un
acuerdo más rápido en el proyecto de presupuesto para la Oficina de
Trasmisiones a Cuba.
En dicho plan se ha tratado de evitar duros recortes a TV y Radio Martí.
Se
han destinado 29 millones para dicha Oficina, la que recientemente
nombró como director al ex alcalde de Miami, Tomás Regalado.
Observadores
han insinuado que el abundante dinero que Rubio y Díaz-Balart desean
invertir en acciones subversivas contra Cuba, Venezuela y Nicaragua
pudiera tener un fin más noble.
Que
ambos ayudaran a unir a miles de niñas y niños amontonados en
campamentos, lejos de sus padres, quienes desconocen sus paraderos, por
orden de Donald Trump.
Marco Rubio y Mario Díaz-Balart, no merecen el perdón de Dios.
Guajirita Soy |