Los Crímenes de lesa humanidad (o contra la humanidad) definidos en el Estatuto de Roma involucran cualquier delito que se cometa como parte de un ataque generalizado o sistemático contra una población civil y con conocimiento de dicho ataque.
Ejemplos de crímenes de lesa humanidad (ajustados por quienes los cometen con precisión malévola a la definición ya presentada) son las sanciones económicas a que ha sido sometido el país por parte de Estados Unidos y la Unión Europea.
Tal ataque inhumano está dirigido a causar intencionadamente grandes sufrimientos (atentando adrede, con toda mala intención, la integridad física y la salud mental) a la población venezolana. Es claro que tales prácticas de terror lo que buscan es provocar un estallido social buscando derrocar al Presidente Nicolás Maduro.
De igual o mayor gravedad, otro crimen de lesa humanidad que se ejecutan contra la población venezolana es el sistemático estado de terror a que se ha sometido el país por parte de la oposición, quien mantiene un constante y consistente llamado de intervención militar al país, que la esconden bajo el llamado de intervención mediante una supuesta ayuda humanitaria que ya sabemos arrasó con Iraq, Libia, Siria, entre otros países donde se ha dado tales ayudas humanitarias.
Este sistemático estado de terror, claramente en violación adicional a la declaración de derechos humanos, es propagado por el (descrito con anterioridad) periodismo fariseísta que domina la radio y la televisión privada del país. Quienes además se hacen eco de la defensa de generadores de crímenes de odio, también promueven la persecución y exterminio de todo aquel que parezca Chavista, aberrante acto hecho nunca visto en la historia política de Venezuela, llegando al extremo de intentar destruir centros de educación y acabar con la vida de infantes.
Tal estado de terror lo mantiene la oposición con el desarrollo de constantes ataques terroristas que destrozan los servicios públicos en las distintas regiones del país, incluso usan voceros sindicaleros ( del sector educativo, del sector salud y del sector de servicios, entre otros) para mantener a la población en estado de constante terror y zozobra ( es impredecible cuándo sabotean la prestación de algún servicio público). Y ello no es de extrañar. Difícilmente estos sindicaleros cuestionarán tanto las referidas políticas intervencionistas como los esquemas empleados para entorpecer nuestro capacidad de adquirir bienes y servicios. Una buena parte de estos sindicaleros son responsables de grandes estafas en las instituciones donde laboran (imitando la red de corrupción de Mariano Rajoy y Pedro Pablo Kuczynski).
En este sentido, con los hechos antes mencionados y debidamente argumentados, El estado puede aprovechar y tomar ventaja de esta denuncia que sobre delitos de lesa humanidad en Venezuela han hecho los presidentes de Paraguay, (donde practican un genocidio terrible contra sus comunidades indígenas), Argentina, que parece colaborar con Paraguay en el genocidio indígena, Chile, (que igualmente contribuye con Paraguay y Argentina con acabar la población indígena), Colombia, (con una larga lista de crímenes de lesa humanidad), Perú y html:Canadá (cuyo gobierno también ampara el genocidio indígena) y
Aunque es indudable que la oposición en Venezuela es responsable de innumerables crímenes de lesa humanidad en Venezuela, el gobierno del Presidente Nicolás Maduro puede fácilmente ingresar a ese estado de violación de los derechos humanos si se mantiene rodeado del mar de desidia, indolencia e ineficiencia que se está apoderando de instituciones (otrora) modelos del estado, como CANTV que (en flagrante violación a los Derechos Humanos) mantiene sin servicio de internet y telefonía a un sin número de sectores populares, como el sector La Matica, en Los Teques, ello a pesar que contamos con tres satélites, prácticamente sub-utilizados en todos sus aspectos de uso social.
Terminamos estas reflexiones pidiéndole a la providencia que ilumine a nuestros compatriotas de la oposición y los libere de la oscuridad en que se encuentran: si existe un Dios que salve nuestras almas, si alguna tenemos. Nitimur in vetitum semper, cupimusque negata. Levantemos la cara y con ella nuestra mirada al infinito inspirador eterno nos guiará a que juntos hagamos que Nazca lo que tenga que nacer y se destierre la maldad de la oposición en Venezuela.