Al intervenir en el acto conmemorativo en el Cuartel Páez -sede del
422 Batallón de Infantería Paracaidistas-, estado de Aragua, el jefe de
Estado aseveró que la ruta iniciada por Chávez hace 27 años continúa hoy
con la dignidad del pueblo venezolano.
El presidente de Venezuela, Nicolás
Maduro, reivindicó la lucha por la soberanía e independencia de la
nación sudamericana, al conmemorar el aniversario 27 de la rebelión
cívico-militar del 4 de febrero, liderada por Hugo Chávez, y en ese
contexto advirtió que jamás redirían las armas.
Al intervenir en el acto conmemorativo en
el Cuartel Páez -sede del 422 Batallón de Infantería Paracaidistas-,
estado de Aragua, el jefe de Estado aseveró que la ruta iniciada por
Chávez hace 27 años continúa hoy con la dignidad del pueblo venezolano.
Maduro ratificó la voluntad de levantar las banderas de la independencia y el respeto a Venezuela, ante las pretensiones de la oligarquía de perpetrar un golpe de Estado mediante la instauración de un gobierno paralelo con apoyo de Estados Unidos.
“Jamás vamos a rendir las armas y las banderas de la República ante el imperialismo y ninguna bota insolente que pretenda sacar nuestro suelo sagrado”, aseveró el mandatario venezolano.
El presidente de Venezuela arribó al Cuartel Páez tras una marcha realizada desde la Academia Técnica Militar Bolivariana de Maracay, acompañado por el alto mando de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, la vicepresidenta Delcy Rodríguez, y el titular de la Asamblea Nacional Constituyente, Diosdado Cabello, entre otras autoridades.
La rebelión cívico-militar del 4 de febrero de 1992, liderada por el entonces teniente coronel Hugo Chávez, buscaba acabar con la decadencia del sistema político imperante y con la aplicación de políticas neoliberales que afectaban al pueblo venezolano.
Tras la frustración del levantamiento, Chávez asumió públicamente su responsabilidad, y al dirigirse al país a través de los medios de comunicación manifestó su célebre frase “por ahora”, con la cual aseguraba la continuidad del movimiento revolucionario.
Maduro ratificó la voluntad de levantar las banderas de la independencia y el respeto a Venezuela, ante las pretensiones de la oligarquía de perpetrar un golpe de Estado mediante la instauración de un gobierno paralelo con apoyo de Estados Unidos.
“Jamás vamos a rendir las armas y las banderas de la República ante el imperialismo y ninguna bota insolente que pretenda sacar nuestro suelo sagrado”, aseveró el mandatario venezolano.
El presidente de Venezuela arribó al Cuartel Páez tras una marcha realizada desde la Academia Técnica Militar Bolivariana de Maracay, acompañado por el alto mando de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, la vicepresidenta Delcy Rodríguez, y el titular de la Asamblea Nacional Constituyente, Diosdado Cabello, entre otras autoridades.
La rebelión cívico-militar del 4 de febrero de 1992, liderada por el entonces teniente coronel Hugo Chávez, buscaba acabar con la decadencia del sistema político imperante y con la aplicación de políticas neoliberales que afectaban al pueblo venezolano.
Tras la frustración del levantamiento, Chávez asumió públicamente su responsabilidad, y al dirigirse al país a través de los medios de comunicación manifestó su célebre frase “por ahora”, con la cual aseguraba la continuidad del movimiento revolucionario.
Mientras, la solidaridad internacional con Venezuela se extiende.
Centrales sindicales de Colombia llamaron este lunes a movilizarse en
rechazo a las políticas intervencionistas y guerreristas contra
Venezuela.
Estamos ante un plan tenebroso de parte de
los Estados Unidos y sus aliados contra el hermano pueblo de la
República Bolivariana de Venezuela, alertó la Federación Nacional
Sindical Unitaria Agropecuaria (Fensuagro).
Según esa multisindical, que agrupa a miles de campesinos colombianos, el desconocimiento del gobierno legítimo de Nicolás Maduro se da por parte de fuerzas retardatarias del gran capital y del imperialismo.
Según esa multisindical, que agrupa a miles de campesinos colombianos, el desconocimiento del gobierno legítimo de Nicolás Maduro se da por parte de fuerzas retardatarias del gran capital y del imperialismo.