Aplicando ciencia a la
producción se garantiza calidad
*** La Red de Productores
Semilleristas del Páramo merideño se benefician con simientes de alta calidad
genética, que reproducirán el año próximo para obtener la certificada, la que
ya estará lista para cultivar el tubérculo para consumo
Un poco más de mil sacos de
semilla de papa del tipo Única se recogieron esta semana en el Observatorio
Astronómico Nacional (OAN), ubicado en el sector Llano del Hato, municipio
Rangel del estado Mérida, un gran logro de la Fundación Centro de
Investigaciones “Francisco J. Duarte” (Cida), que hace su aporte en el área
productiva para fortalecer la soberanía alimentaria en el país.
Las simientes ya han sido
vendidas a los productores semilleristas, tomando en cuenta, primero que nada,
a los de esa zona del eje Páramo, exceptuando los 300 sacos que guardará esta
institución adscrita al Ministerio del Poder Popular para Ciencia y Tecnología,
para su posterior siembra en 2020 y las de descarte.
Pedro Grima, presidente del
Cida, se mostró orgulloso del trabajo.
“Hace
más de un año que el gobierno bolivariano ha tenido el gesto y la política de
unir la producción con el conocimiento científico; eso nos contentó mucho a los
científicos porque vemos que es una necesidad que seamos incorporados al
aparato productivo del país con los conocimientos que tenemos”.
Dijo que en el Cida han
querido ir más allá añadiendo otro vértice, porque piensan que debe unirse la
producción, la ciencia y lo social en la construcción del socialismo, para no
cometer el pecado de alimentar el capitalismo de Estado.
“Estamos
culminando un proceso de tres años, producir semilla de papa de alta calidad
genética de la variedad Única, trabajo que comenzó en el año 2017 cuando
tomamos la decisión, sin miedo. Compramos en Proinpa la semilla prebásica, que
hay que pasarla por tres ciclos, de allí hay que convertirla en básica, luego
en registrada, que fue la que recogimos, y finalmente, certifica”.
Asumiendo retos
En el Cida siguen las
indicaciones del presidente Nicolás Maduro del 24 de junio, día de la Batalla
de Carabobo, cuando ordenó a las instituciones del gobierno bolivariano
involucrarse en proyectos productivos. “Nosotros
somos un ente científico y por ende académico y todo lo que hacemos está regido
por el método científico (…); con la semilla de papa hicimos igual”.
El mayor reto de este
experimento – dijo Grima- fue la parte organizativa, porque partiendo del mismo
empezaron a tener las primeras cifras para planificar con criterio, porque no
se sabe exactamente cuánta semilla necesita el Páramo, cuántas hectáreas hay
sembradas, ni cuál es el índice de consumo.
(Prensa CIDA/CS).