La historia de Sísifo nos ofrece una visión más humana sobre la existencia, aceptar el absurdo: una oposición enferma mental, resistir la desesperación y encontrar en nuestra propia lucha la esencia de lo que significa vivir.
Lamentablemente se desató la bestia de nuevo. Pasará un buen tiempo para volver a apaciguarse. El daño psicológico que ha causado la oposición me atrevo a afirmar que ha sido peor que los intentos de golpes de estado incluso hasta mucho más grave es éste delito de incitación al odio, que todo lo que nos han robado.
La historia de Sísifo nos invita a reflexionar sobre el significado de la lucha y la resistencia. Sin embargo, es importante distinguir entre una oposición constructiva, basada en el diálogo y el respeto por las diferencias, y una oposición destructiva, que busca únicamente la confrontación y la polarización.
Las redes sociales han revolucionado la forma en que nos comunicamos e interactuamos, pero también han facilitado la difusión de discursos de odio y la polarización política. Las características de estas plataformas, como los algoritmos que promueven contenidos polarizantes y las burbujas de filtro, contribuyen a radicalizar las opiniones y a crear espacios de información donde predominan las ideas extremistas.
Al igual que Sísifo, muchos nos enfrentamos a situaciones que parecen absurdas e injustas. La incitación al odio, los golpes de estado y otros actos de violencia política son como las rocas que dificultan el camino. Pero el empeño de seguir adelante empujando así sea con grúa el sueño de paz y justicia persiste por la vida y por la Patria, por la psiquis.