Por Arnaud Develay y Steven Sahiounie
“Por nuestra parte, debemos hacer todo lo posible para que esta guerra termine el año que viene, termine por medios diplomáticos”, dijo Volodymyr Zelenskyy en una entrevista radial transmitida el sábado, según The Guardian .
Zelenskyy admitió que la situación en el campo de batalla en el este de Ucrania era desesperada, ya que Rusia hizo avances estratégicos. Agregó que la guerra “terminará antes” de lo que hubiera sucedido de otra manera, después de que el presidente electo Donald Trump tome posesión el 20 de enero de 2025.
El viernes, Zelensky habló por teléfono con Trump y dijo:
“No he oído nada que vaya en contra de nuestra posición”, dijo Trump en Florida después de la llamada. “Vamos a trabajar muy duro en Rusia y Ucrania. Esto tiene que parar”.
Zelenski se mostró molesto por la llamada del canciller alemán Olaf Scholz a Putin, y la calificó de un juego a favor de Putin. La llamada de Scholz a Putin demuestra las grietas que están apareciendo en el muro de la UE, ya que no todos en Europa han apoyado la agresión de Biden y la OTAN dirigida a Rusia.
Steven Sahiounie de MidEastDiscourse entrevistó a Arnaud Develay , abogado especializado en derecho penal internacional y autor de Foreign Entanglements: Biden, Ukraine and the Fracturing of the American Political Consensus (2024, Clarity Press).
Steven Sahiounie (SS) : El pueblo estadounidense eligió recientemente a Donald Trump como presidente, pero éste no asumirá el cargo hasta el 20 de enero. Trump ha dicho que pondrá fin al conflicto en Ucrania incluso antes de asumir el cargo. En su opinión, ¿cuál podría ser el plan de Trump para poner fin a la guerra?
Arnaud Develay (AD) : Trump ha expresado su deseo de que se ponga fin al conflicto en Ucrania (a la violencia), pero hay una diferencia importante entre formular consignas de campaña y poner en práctica una fórmula que pueda considerarse satisfactoria para todas las partes en conflicto. En el momento de escribir estas líneas, la posición de Rusia es clara: la Operación Militar Especial continuará hasta que Ucrania esté desnazificada y desmilitarizada. Esto implica que la principal preocupación de la Federación Rusa es conseguir garantías de seguridad de que la OTAN no la amenazará en sus fronteras occidentales. También implica que las antiguas regiones liberadas, y ahora partes de Rusia, en el este de Ucrania deben estar protegidas de la agresión patrocinada por Occidente. Hasta la fecha, los rumores que emanan de Washington parecen referirse a una congelación del conflicto con la creación de una zona desmilitarizada entre las tropas rusas y los militares europeos. Algunos de estos rumores también sugieren que, a cambio de que Ucrania no se una a la OTAN durante un período de entre 10 y 20 años, Occidente podría seguir armando a Kiev. Obviamente, esto no es una opción para Rusia, ya que esto no hace más que posponer la reanudación de las hostilidades hasta un futuro no muy lejano. Rusia tendrá que tomar el asunto en sus propias manos y, si es necesario, hacerse con el control de toda Ucrania.
SS : Según los medios de comunicación, el ejército ruso ha logrado importantes avances en el campo de batalla. ¿Cuál es, en su opinión, la situación militar en Ucrania en estos momentos?
AD: En el terreno, el ejército ruso avanza a lo largo de todo el frente, registrando ganancias territoriales todos los días y destruyendo metódicamente la capacidad de Ucrania para montar operaciones significativas . Los asentamientos están cada vez más desprotegidos, ya que las Fuerzas Armadas de Ucrania se están retirando a una posición defensiva ante los avances rusos. Rusia, por su parte, tiene como objetivo capturar el centro logístico de Prokrovsk, lo que a su vez conduciría a la liberación de importantes centros urbanos como Kramatorsk y Kupiansk sin tener que disparar un solo tiro. En algún momento en un futuro no muy lejano, podríamos presenciar el colapso total del frente seguido de una ofensiva general destinada a eliminar el régimen terrorista establecido en Kiev.
SS: Tras la victoria electoral de Trump, los países europeos están empezando a cambiar su postura sobre el apoyo a Ucrania. En su opinión, ¿qué países apoyarían el fin de la guerra?
AD: La posición europea no está unificada en lo que respecta a Ucrania en caso de una victoria post-Trump. Algunos países, como Francia y Gran Bretaña, han expresado su deseo de seguir armando a Ucrania y actualmente buscan obtener la autorización de Biden para enviar misiles de largo alcance a Zelenski. El alemán Olaf Scholz se ha abstenido hasta ahora de entregar sistemas balísticos de largo alcance ATACMS Taurus a Kiev (cuyo uso es una línea roja para Moscú), pero como se prevé que se celebren elecciones parlamentarias alemanas anticipadas en marzo, hay políticos alemanes de la oposición que parecen dispuestos a favorecer una escalada. En Bruselas, la comisaria europea Ursula Von der Leyen es una partidaria incondicional de Kiev que favorece el robo de activos rusos (300.000 millones de dólares) para seguir financiando la guerra. Por último, países europeos como Hungría y Eslovaquia están a favor de negociar un acuerdo que ponga fin a la guerra y permita reanudar el comercio con Moscú. Estos países son una minoría y los esfuerzos de Viktor Orban como presidente rotatorio del Consejo Europeo no han logrado cambiar la situación.
SS: El presidente Putin tiene una buena relación con Irán y ha tenido una buena relación con el presidente Trump. En su opinión, ¿puede Putin actuar como mediador entre Trump e Irán?
AD: Vladimir Putin siempre está predispuesto a promover la diplomacia para evitar conflictos. Sin embargo, su capacidad para mediar entre Washington y Teherán no es una tarea fácil. Algunos halcones en Washington (incluido, si no específicamente, el gobierno entrante de Trump) simplemente quieren que Irán abandone sus capacidades de defensa y su apoyo a la causa palestina. Eso es imposible. Por lo tanto, es de suma importancia que el conflicto israelí-palestino se aborde en el contexto de una conferencia internacional que incluya a todas las potencias regionales, pero también a la ONU, la UE, Rusia y Estados Unidos (el ahora disuelto Cuarteto). A menos que se desee llegar a la raíz de la inestabilidad en Asia occidental (las políticas israelíes de apartheid y agresión regional), las perspectivas de paz son, por decir lo menos, sombrías.
SS: La administración Biden impuso duras sanciones a Rusia. En su opinión, ¿el presidente Trump seguirá aplicando esas sanciones?
AD: Cabe recordar que fue durante la administración Trump que se impuso la mayor cantidad de sanciones a Rusia. Biden simplemente continuó la política iniciada tras el golpe de Estado de Maidán en 2014. Supongo que en el contexto de un clima de consolidación de la paz y de medidas de fomento de la confianza, es probable que se levanten algunas de las sanciones (más de 20.000 en el momento de escribir este artículo). Hay que tener en cuenta que los estrategas de Trump están tratando de desvincular a Rusia de China. Esta es la política seguida en Washington durante los últimos 30 años: a veces favoreciendo a Pekín, a veces favoreciendo a Moscú, con el resultado neto de que las dos potencias euroasiáticas están ahora más cerca que nunca.
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Este artículo fue publicado originalmente en Mideast Discourse .
Steven Sahiounie es un periodista galardonado en dos ocasiones y colaborador habitual de Global Research.
La imagen destacada es de MD
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