José Sant Roz
Los gritos son delirantes, plenos de ansiedad y agonía, llamados que ella, doña María Corina Machado, le está haciendo a la comunidad internacional para que la ayuden…, para que la ayude EE UU, para que la ayude la Unión Europea. Que la salven a ella para entonces y en consecuencia, proceder a salvar al resto de los venezolanos.
Mientras María Corina Machado hace estos ansiosos pedidos, allá en el Norte (donde todo es una quimera) se encuentra su mejor socia y difundidora de noticias falsas, doña Carla Angola, solicitándole al enviado especial de Trump para América Latina que controle el multimillonario negocio que tiene Maduro con la droga que envía a EE UU. Dice la señora Carla Angola que Maduro recibe al año más de 8 mil millones de dólares al año producto del tráfico de droga.
De modo, pues, que son dos mujeres aguerridas, profundamente democráticas, las que están pidiendo una invasión para su país: desde aquí doña María Corina (con sus hijos allá) y la otra allá, que es doña Carla Angola, ex reportera de Globovisón (o Globoterror, como le llamaban). Y llevan ambas señoras, más de 25 años, en estas fantasías guerreristas, en estos desvaríos y alucinaciones, que a la postre, les acaban reportando, acaparando, premios internacionales ¡por la libertad!, con los consabidas gratificaciones y recompensas especulativas y empresariales. Todo un gran negocio, pues.
A raíz de la intensificación de la guerra Irán-Israel, doña María Corina Machado ha encontrado un argumento para que la administración Trump mire hacia nosotros, que no nos vaya a dejar lado, que aquí también somos una gran amenaza para EE UU, para el mundo libre. Ella, muy estratégicamente, se ha dado cuenta de que el ataque de Irán a Israel (que pone en peligro la seguridad estadounidense) también debe verse como un ataque por parte de Venezuela a EE UU “PORQUE NUESTRO PAÍS, ES EL ÚNICO EN ESTE CONTINENTE DESPUÉS DE ESTADOS UNIDOS QUE ESTÁ CONSTRUYENDO DRONES, ¡DRONES DE IRÁN!, AQUÍ MISMITO EN LA BASE AÉREA LIBERTADOR DE LA CARLOTA, EN ESTE DE CARACAS, Y AHÍ TAMBIÉN LOS CHAVISTAS ESTÁN ENRIQUECIENDO URANIO”. Estaba doña María Corina Machado, dando todas las coordenadas para que cuando lancen las bombas Antibúnker y Tomahawk, sean bien precisos. Pero en fondo, desconsiderada con su propia gente, pues es allí donde residen los de las clase media y alta que la adoran, que votaron por Edmundo González.