Por: José Sant Roz | Viernes, 24/08/2012 06:58 PM
Tan
valiente y vulgar para insultar al presidente Chávez, tan gritón y
prepotente este hijo de Betancourt que ahora tan bajo ha caído; al final
los lechuguinos y petimetres le dieron una patada por el trasero y lo
mandaron a hacer gárgaras.
Pero lo más deprimente ha sido en el estado de indefensión en que dejó a los adecos, que en todas partes los sifrinos de Primero Justicia los humillan, escupen y abofetean.
A este bocón de Ramos Allup, lo callaron con $300 mil y un viajecito por Ibiza. También le dieron, en un delicadillo estuche, un reloj Casio con una de esas pilas que dura 50 años (aunque a él no le hace falta tanto tiempo).
Este arreglo se acordó poco antes de las llamadas elecciones Primarias, cuando su candidato Pablo Pérez comenzó a perder fuelle en el exterior. En una reunión concertada en Nueva York, con representantes de la USAID, a la que asistió Capriles Randonsky, Antonio Ledezma, Ramos Allup, Armando Briquet, Pablo Pérez, Leopoldo López, Omar Barboza, Julio Borges, Ramón Guillermo Aveledo y Teresa Albanes, se determinó que el gobernador de Miranda era quien reunía las mejores condiciones para enfrentar a Chávez, y que todos los demás precandidatos, sin chistar, debían acogerse a esta decisión que emanaba de un staff de expertos de la Freedon House Fundation.
Que los dólares disponibles para esa campaña sólo serían para Capriles y punto.
Lo de “no chistar” fue algo determinante, que iba dirigido a Ramos Allup, quien enmudeció al oír que los precandidatos, así como los mejores soportes de los partidos y sus asesores principales recibirían una justa compensación por todo el trabajo realizado, y que después del 7 de octubre se le entregaría un bono cuyo monto sería especificado en su debido momento.
Se fue muy claro en la necesidad de que ninguna diferencia o crítica debía ventilarse a través de los medios de comunicación. Se repartieron varios cheques, Ramos Allup cogió el suyo y se metió en el baño para ver si lo que se le entregaba realmente valoraba su gran trabajo a favor de la democracia. Vio que eran sólo 300 mil dólares, y con cierto mohín de resignación lo dobló y guardó en su cartera. Más tarde, con lánguida mirada y una voz agónica, informó a Ramón Guillermo Aveledo que él se consideraba licenciado, dado de baja, y que no le quedaba entonces representar ningún papel en el escenario político nacional por lo cual le debían costear unas vacaciones para España, donde tiene amigos y relativos.
Ramón Guillermo Aveledo quedó en hacer gestiones ante la Dirección para asuntos Latinoamericanos de la misma Freedon House Fundation, y se le ofreció que para el pasado mes de julio se le entregaría un pasaje para Ibiza para él y toda su familia.
Y fue así como este rabioso carcamán, el de la espoleta, el que se cansó de llamar cobarde, tirano y asesino a Chávez, desapareció del mundo político nuestro, y dejó que los sifrinos inmundos de Primero Justicia maltratasen y ultrajasen a como les viniese en gana a los pobres dirigentes de AD.
Qué pobres nísperos tenías Ramos Allup, muy dignos por cierto de tus padres putativos Carlos Andrés Pérez y Rómulo Betancourt.
RIP.
Pero lo más deprimente ha sido en el estado de indefensión en que dejó a los adecos, que en todas partes los sifrinos de Primero Justicia los humillan, escupen y abofetean.
A este bocón de Ramos Allup, lo callaron con $300 mil y un viajecito por Ibiza. También le dieron, en un delicadillo estuche, un reloj Casio con una de esas pilas que dura 50 años (aunque a él no le hace falta tanto tiempo).
Este arreglo se acordó poco antes de las llamadas elecciones Primarias, cuando su candidato Pablo Pérez comenzó a perder fuelle en el exterior. En una reunión concertada en Nueva York, con representantes de la USAID, a la que asistió Capriles Randonsky, Antonio Ledezma, Ramos Allup, Armando Briquet, Pablo Pérez, Leopoldo López, Omar Barboza, Julio Borges, Ramón Guillermo Aveledo y Teresa Albanes, se determinó que el gobernador de Miranda era quien reunía las mejores condiciones para enfrentar a Chávez, y que todos los demás precandidatos, sin chistar, debían acogerse a esta decisión que emanaba de un staff de expertos de la Freedon House Fundation.
Que los dólares disponibles para esa campaña sólo serían para Capriles y punto.
Lo de “no chistar” fue algo determinante, que iba dirigido a Ramos Allup, quien enmudeció al oír que los precandidatos, así como los mejores soportes de los partidos y sus asesores principales recibirían una justa compensación por todo el trabajo realizado, y que después del 7 de octubre se le entregaría un bono cuyo monto sería especificado en su debido momento.
Se fue muy claro en la necesidad de que ninguna diferencia o crítica debía ventilarse a través de los medios de comunicación. Se repartieron varios cheques, Ramos Allup cogió el suyo y se metió en el baño para ver si lo que se le entregaba realmente valoraba su gran trabajo a favor de la democracia. Vio que eran sólo 300 mil dólares, y con cierto mohín de resignación lo dobló y guardó en su cartera. Más tarde, con lánguida mirada y una voz agónica, informó a Ramón Guillermo Aveledo que él se consideraba licenciado, dado de baja, y que no le quedaba entonces representar ningún papel en el escenario político nacional por lo cual le debían costear unas vacaciones para España, donde tiene amigos y relativos.
Ramón Guillermo Aveledo quedó en hacer gestiones ante la Dirección para asuntos Latinoamericanos de la misma Freedon House Fundation, y se le ofreció que para el pasado mes de julio se le entregaría un pasaje para Ibiza para él y toda su familia.
Y fue así como este rabioso carcamán, el de la espoleta, el que se cansó de llamar cobarde, tirano y asesino a Chávez, desapareció del mundo político nuestro, y dejó que los sifrinos inmundos de Primero Justicia maltratasen y ultrajasen a como les viniese en gana a los pobres dirigentes de AD.
Qué pobres nísperos tenías Ramos Allup, muy dignos por cierto de tus padres putativos Carlos Andrés Pérez y Rómulo Betancourt.
RIP.