Por Prodavinci
| 7 de Junio, 2014
Las autoridades de salud del Instituto Nacional de Higiene confirmaron un caso del virus Chikungunka en Venezuela. El afectado es venezolano y proviene de República Dominicana, según El Universal. Eso hace a Venezuela el país número 15 en la región en reportar la presencia del virus
Desde diciembre de 2013 la Organización
Mundial de la Salud confirmó la presencia del virus en Occidente. Desde
entonces, se ha propagado por 17 países del Caribe y América del Sur. La
propagación se ha incrementado en las últimas dos semanas de mayo,
cuando el número de casos se duplicaron, según Medscape.
Aquí presentamos cinco datos claves sobre el virus Chikungunka según la Organización Mundial de la Salud.
1. Origen. El virus
Chikungunka, según la Organización Mundial de la Salud, se describió por
primera vez durante una epidemia en el sur de Tanzania en 1952. Su
nombre deriva de una palabra en la lengua makonde que quiere decir
“retorcerse”, debido a los fuertes dolores que ocasiona. El virus se he
reportado en los últimos años a lo largo de 40 países en un área que va
desde el África, el sur de la península arábica, India y el sur este
asiático.
2. Transmisión. La
transmisión del virus se da de humano a humano a través de la picada de
un mosquito hembra, normalmente de las especies transmisoras del dengue,
Aedes albopictus y del Aedes aegypti, más conocido como “patas blancas”. Después de la picada, los síntomas se pueden presentar entre cuatro y ocho días.
3. Sintomatología. Los
síntomas del virus comienzan con una fase febril que dura de dos a cinco
días, seguido de dolores en las articulaciones que pueden recurrir por
años. También pueden acompañarse de dolores de cabeza, inflamación
ocular y una erupción en las extremidades. La recuperación natural suele
ser de 5 a 10 días en pacientes jóvenes y de 1 a 2 meses en pacientes
mayores. Sin embargo, existe el riesgo de que los síntomas se alarguen
pasados los dos años de haber contraído el virus.
4. Prevención. La
prevención del virus Chikungunka es en todo sentido similar a la
prevención del dengue, que es minimizar las posibilidades de contagio al
reducir el contacto y proliferación de los mosquitos que lo
transportan. Eliminar o purificar los contenedores de agua en los que se
reproduce el Aedes aegyti, así como el uso de insecticidas y
repelentes, y usar ropa que prevenga el contacto de los mosquitos con la
piel son las maneras principales de evitar el contagio.
5. Tratamiento. En caso
de contagio, es necesario saber que no hay tratamiento específico ni
vacuna contra el virus. Por consiguiente, el tratamiento es paliativo y
se basa en atenuar los síntomas con descanso, ingerir líquidos,
analgésicos y antipiréticos.
Si usted presenta algunos de los síntomas no dude en llamar a su médico o presentarse en un centro de salud.