DAVID URRA / CONTRAINJERENCIA- Quienes lean el titulo de este trabajo pensarán que estamos locos, pero no hay nada mas cerca de la realidad. La cúpula del poder imperial ha decidido que es hora ya de provocar un cambio de régimen en EE.UU y porque no, en el mundo. Uno de sus principales actores el archiconocido multimillonario, miembro de una familia ungida por el bálsamo del dios dinero, David Rockefeller, a lanzado la idea y asumido las consecuencias que, según el serán beneficiosas para….su bolsillo.
Según informaciones divulgadas recientemente el “mesías” Rockefeller en una reunión con embajadores de la ONU, no queda claro que hacia en dicha reunión porque el no es representante de ningún país y no esta en la plantilla del organismo internacional, ni trabaja como gourmet de ningún restaurante neoyorquino, expresó enfáticamente: “Estamos al borde de una transformación global. Todo lo que necesitamos es una gran crisis y las naciones aceptarán el Nuevo Orden Mundial”.
Créanme cuando les digo que no me sorprende la afirmación, porque si somos medianamente observadores, nos percataremos que desde hace mucho tiempo todas las acciones de las elites de poder en el mundo apuntan precisamente a esto, el cambio del Orden Mundial surgido de la Segunda Guerra Mundial, en el que dos superpotencias compartían los destinos del universo, hacia un orden dominado preferentemente por las grandes transnacionales.
En artículos publicados anteriormente hacíamos referencia a como las acciones que se sucedían en el mundo actual respondían a ese principio. El 18 de enero del 2011 en el articulo “La Corbeta Cheonan sigue navegando por aguas turbulentas”, en el que analizábamos los hechos acaecidos en el entorno de las dos Coreas y el 9 de septiembre del 2012 en el trabajo publicado en el sitio Contrainjerecia “Tercera Guerra Mundial concluyó, estamos en la Cuarta”, hacíamos un extenso análisis de como se estaba desarrollando este proceso que ahora el “iluminado” David Rockefeller nos presenta como algo consumado y listo para ser impuesto, el cambio de las Reglas del Juego.
Y, ¿en qué consiste esto? Pues en sacarse de arriba las reglas que se heredaron de la Segunda Guerra Mundial y sobre las cuales se habían ido formando las nuevas relaciones internacionales.
EE.UU y sus aliados europeos y asiáticos han vivido jugando con estas reglas, aparentando cumplirlas y a su vez violándolas constantemente. En resumen han vivido por encima de sus posibilidades. El virtualmente promocionado “Estado de Bienestar” no es posible mantenerlo porque la economía y la ecología mundial no lo soportan. Entonces las actuales reglas tienen maniatados a los países ricos para continuar con sus políticas depredadoras e irracionales. Hasta este momento las han edulcorado y ahora necesitan imponerlas por la fuerza.
La ruptura del orden financiero internacional, el uso sin límites ni restricciones de la fuerza contra los “revoltosos”, el poder global de las instancias transnacionales y la parcelación de las áreas para pobres y las áreas para los ricos, parecen ser algunos de los cambios de reglas que necesita el capital.
Se han preguntado cómo y porque hemos llegado a esta situación. Primero obsérvese el uso que se hace del Mundo Virtual, ese que los medios de “desinformación” masiva nos presentan y que no tiene nada que ver con el real. Para nadie es un secreto como se han ido concentrando en un puñado de manos el control sobre estos medios, ni como las potencias occidentales, lideradas por EE.UU, han ejercido todo el peso de sus poderes para que estos respondan a sus intereses.
Como nunca, los medios se han lanzado en una verdadera “orgia” informativa contra todo el que haga resistencia al “cambio”, lo que permite dar la impresión de que hay un “consenso” mundial al respecto.
Por otro lado se hace necesario parir disidencias que nadie conocía, con un liderazgo en el que pocos creen, pero sin el cual no sería creíble esa repentina y farisaica inclinación de los dirigentes occidentales por los pueblos “sufridos” del mundo y sus derechos humanos. Hasta ayer prácticamente, el comercio con estos países y la venta masiva de armas y pertrechos de todo tipo eran algo normal y licito, hoy es casi una obscenidad.
He aquí las primeras reglas que se están transformando. El poder mediático puede convertir a cualquier dirigente, país u organización en: democrática o terrorista; luchadora por la libertad o disidente; tirano o demócrata; torturador o flamante personalidad de la sociedad civil. Todo depende de los intereses de las potencias y todo el mundo tiene que aceptarlo.
Y la ONU ¿qué queda de ella? Un destacado senador norteamericano vaticino que si se quitaban 6 pisos de la ONU no pasaba nada. Claro que se equivocó, han dejado un solo piso en las Naciones “Urgidas”, el del Consejo de Seguridad y no ha pasado nada.
Aquí esta otra de las nuevas reglas, poco a poco sin que nadie se percate se ira instaurando el nuevo gobierno mundial y recemos por los que no cumplan con sus designios. Afganistán, Iraq, Irán, Corea, Libia y Siria son un ejemplo de esto. Cuba, Venezuela, Bolivia, Ecuador Corea y Nicaragua están en capilla ardiente, solo que esta es harina de otro costal.
Aunque se insiste en la famosa teoría del “efecto domino”, en realidad me parece más apropiado decir el “efecto ajedrez”. Simplificar los acontecimientos, como algunos quieren hacer creer, a que irán cayendo las supuestas “tiranías” unas detrás de las otras, es tan ingenuo como ladino. Aquí nada es casual, las “tiranías” no están cayendo, están siendo disfrazadas con otro ropaje más “democrático”, pero no menos explotador.
Ahora, los cambio en países que no son del agrado de occidente y que están siendo metidos en el mismo saco que Túnez, Egipto, Yemen, Bahréin y otros, no tiene nada que ver con el cambio de “plumaje” a que están siendo sometidos estos.
En estos países “desobedientes” se está jugando una compleja partida de ajedrez político que no tiene similitud con la simplificada caída de piezas en el domino.
El empleo de “peones” que sirven de pretexto para las actitudes “humanitarias” de las potencias occidentales, el uso de “caballos” de Troya para desestabilizar y destruir desde adentro los procesos verdaderamente revolucionarios o en otros casos independientes, la utilización de “torres” que emplean la más alta tecnología para transmitir mensajes engañosos, mentiras manifiestas, medias verdades y todo tipo de promesas de “libertad”, “progreso”, “democracia” y “bienestar”, para rematar una Dama y un Rey, por cierto “negro”, que no tienen desperdicio, hacen que este ajedrez político se esté jugando solo por Grandes Maestros en el torneo con más alto “Elo” que se haya conocido en la faz de la tierra.
Por un lado Los Obama, Cameron, Hollande, Enrico Letta, Rajoy, Merkel y otros. En el bando contrario Fidel, Raúl, Maduro, Evo, Correa, Daniel, Ahmadinejad, Kim Jon un, Cristina y otros.
Aunque no lo crean Rusia y China están en el Grupo de los espectadores. Solo tienen tiempo de ocuparse de la construcción del capitalismo ya que no fueron capaces de construir el Socialismo. Bueno, todo el mundo no puede ser buen constructor.
Nada, que algunos dirán que los bandos no son compactos y tienen diferencias y matices. Claro que las tienen, pero las circunstancias los han unido sobre la base de intereses supremos. En el primer bando, la avaricia, ansias de poder y falta de escrúpulos son las bases que los unen. En el segundo la necesidad de defender su soberanía, integridad y culturas. El antagonismo es tan marcado que la partida está pactada sin límites de tiempo y no hay tablas, finaliza cuando muera el rey.
Como es lógico estas no son las únicas “nuevas reglas”, sino, de que otra manera se pudiera financiar este accionar de constantes guerras, bloqueos, exclusiones aéreas, bombardeos selectivos, maniobras militares y ocupaciones interminables de países y regiones. Es que acaso alguien cree que existe algún país cuya economía aguante esta erogación infinita de fondos.
Claro que no. Parte del juego es actuar con un cheque abierto hasta que el sistema reviente. Muchos dirán, pero esto es una locura. ¿Porque querrán las potencias occidentales destruir el sistema financiero que los soporta, si esto podría ir contra ellos? Pues por una cuestión muy sencilla, porque a los que controlan los hilos de este entramado como David Rockefeller no les afectará, serán los pobres los que sufrirán las consecuencias, así como los países menos desarrollados.
Esto esta implícito en las declaraciones del magnate cuando expresó que: “De lo que se trata es de sustituir la autodeterminación nacional, que se ha practicado durante siglos en el pasado, por la soberanía de una elite de técnicos y de financieros mundiales”. Más claro ni el aire.
En todo caso a los países ricos se les permitirá “limpiar” sus enormes deudas que le han facilitado vivir por encima de sus posibilidades y de paso hacer borrón y cuenta nueva, claro bajo nuevas reglas que favorecerán a las transnacionales que serán la “locomotora” que “impulsaría” la economía mundial.
Habrá una nueva moneda; o se intercambiaran bienes y servicios por un valor ponderado que establecerán las bolsas; o se empleará otro mecanismo como la asignación de “cuotas” por categoría, no tengan la menos duda la de David R. será la mas alta.
Es muy difícil saberlo, pero de lo que si estamos seguros es de que quedarán establecidas las nuevas reglas en que las transnacionales tendrán todas las de ganar y el que se oponga, sea individuo, organización o Estado, será llamado al orden por el “nuevo gobierno mundial” que empleará los medios masivos de difusión para satanizarlo, el Consejo de Seguridad para sancionarlo, la OTAN para castigarlo y si se hace necesario el Tribunal Internacional para condenarlo.
Claro que esta especie de “iluminaciones” mesiánicas, no solo las tiene el señor David Rockefeller, por ejemplo su hermano Nelson, quien fuera Senador, Gobernador de Nueva York y vicepresidente de EEUU (junto a Gerald Ford, tras la dimisión de Nixon), también se consultaba con los dioses cuando afirmó que: “los temas de actualidad exigen a gritos un Nuevo Orden Mundial, porque el antiguo se derrumba, y un nuevo orden libre lucha por emerger a la luz… Antes de que podamos darnos cuenta, se habrán establecido las bases de la estructura federal para un mundo libre”.
Obsérvese como se emplea el lenguaje mañoso y manipulador que caracteriza a estos personajes.
Coincido no obstante con el en algo, el Nuevo Orden Mundial es absolutamente necesario para el mundo actual, solo que no como ellos lo imaginan.
Cuando Nelson Rockefeller se refiere al nuevo orden libre, claro que esta queriendo decir “libre” para las grandes transnacionales que podrán hacer lo que se les venga en gana y no para las grandes mayorías que serán espiadas, controladas y subordinadas al régimen que estas impongan.
Pero no solo el Clan Rockefeller opina en este asunto, otros compinches también lanzan sus “predicciones astrales” tratando de prepararnos para lo que viene. Henry Kissinger, considerado como uno de los cerebros del Nuevo Orden Mundial y de origen judío-alemán, que empezó como asesor de Nelson Rockefeller en los años 50 y cuyo nombre real ahora sabemos es Abraham ben Elazar, de origen judío, pero con nombre norte americanizado, también ha profetizado sobre el Nuevo Orden Mundial.
Otro de los tristemente recordados, el polaco Zbigniew Brzezinski afirmó que: “la sociedad será dominada por una élite de personas libres de valores tradicionales que no dudarán en realizar sus objetivos mediante técnicas depuradas con las que influirán en el comportamiento del pueblo y controlarán con todo detalle a la sociedad, hasta el punto que llegará a ser posible ejercer una vigilancia casi permanente sobre cada uno de los ciudadanos del planeta”.
Aquí esta la esencia del estado policial que se pretende imponer a los estadounidenses y al mundo en general.
La lista de los ideólogos de las transnacionales es interminable, pero algo si queda claro, todos están bien agrupados en tres organizaciones supranacionales que pretenden marcar la pauta en el Nuevo Orden Mundial – que no esta surgiendo de las necesidades de la población en el planeta, sino de las apetencias hegemónicas de esta grupo de dementes que nos pretenden enclaustrar en un mundo totalitario y controlado – que se nombran Comisión Trilateral, el Club de Bilderberg y el Consejo de Relaciones Exteriores (CFR).
En una entrevista otorgada en el año 1976 al diario New York Times el propio Brzezinski afirmaba que: “en nuestros días, el Estado-nación ha dejado de jugar su papel”. En cierta ocasión pronosticó “el ocaso de las ideologías y de las creencias religiosas tradicionales”.
Para ello, el polaco de apellido impronunciable, que es especialista en “métodos de control social” y amante de la tecnología aplicada al control social predijo que – en un futuro cercano, la existencia de gigantes bases de datos donde se almacenan ingentes cantidades de información sobre cada ciudadano (como la que tienen los servicios de inteligencia españoles en El Escorial, Madrid, o Echelon controlada por EE.UU y Gran Bretaña), la instalación masiva de cámaras de vigilancia en las calles y edificios (que ya es un hecho en todas las ciudades del mundo), la generalización de satélites espía de increíble precisión (como los que usan las tropas de EEUU desde la Guerra del Golfo) y la puesta en funcionamiento de documentos de identidad electrónicos (como lo son los modernos pasaportes y carnés de identidad, que contienen un microchip con abundante información del propietario) – controlarán la sociedad para dejar en entera libertad a los grandes poderes de las transnacionales en manos de unos pocos.
En fin que estamos siendo invadidos por los coprófagos de la humanidad que pretenden convertirnos en meros instrumentos de un Nuevo Orden Mundial, para ello están organizando una especie de Armagedón y una Arca de Noé, donde se salvaran las especies, por ellos escogidas.
Por tanto, solo me queda recomendarle que se apure, pues quizás alcance un lugar como polizonte o rata de puerto en el viaje salvador sin que nadie se percate, se montaran en el arca y así se podra salvar.
Solo que los Rockefeller y compañía deberían recordar que la historia esta plagada de ejemplos de grandes emperadores, imperios y otras porquerías que a pesar de sus augurios hegemónicos han terminado pereciendo y siendo tragados por la historia.
Les recomendamos que tengan en cuenta el refrán que reza: “Para decir mentiras y comer pescado hay que tener mucho cuidado”.
Este “pescado” tiene muchas espinas y es muy posible que se atraganten con algunas.