“No fue un cargo banal el que Chávez entregó a Maduro. Sino una carga
abrumadora, un desafío colosal para cualquiera”, pero que “este supo
interpretarlo, asumirlo con audacia y habilidad”.
“La decisión perfecta” fue el título del
artículo del periodista José Vicente Rangel publicado en el diario
Últimas Noticias, en su acostumbrada columna “El Espejo” en referencia
al momento en que el Comandante Chávez tuvo que decidir la sucesión “no
solo del mandato presidencial sino del liderazgo del movimiento político
social más importante de Venezuela y Latinoamérica”.
José Vicente Rangel explicó que “cada decisión suya obedecía a una lógica que mezclaba el análisis consiente con la capacidad para convertir el azar en elemento positivo para la superación de situaciones exigentes”, pues “Chávez combinó intuición con racionalidad, improvisaba en apariencia, pero no era así”.
Según el periodista, esa decisión “era la última jugada maestra que haría en un tablero donde la vida se le escapaba” y de la que “el resultando no lo vería” y que “solo el tiempo lo reveló”.
El columnista destacó que “no fue un cargo banal el que Chávez entregó a Maduro. Sino una carga abrumadora, un desafío colosal para cualquiera”, pero que “este supo interpretarlo, asumirlo con audacia y habilidad”.
Finalmente, destacó que “el resultado está a la vista luego de siete meses de gestión, en medio de tenebrosos augurios”, concluyó citando la frase de Ignacio Ramonet, en su libro “Hugo Chávez, mi primera vida”: “Maduro ha adquirido un nivel de liderazgo que ni la oposición se imaginaba”.
José Vicente Rangel explicó que “cada decisión suya obedecía a una lógica que mezclaba el análisis consiente con la capacidad para convertir el azar en elemento positivo para la superación de situaciones exigentes”, pues “Chávez combinó intuición con racionalidad, improvisaba en apariencia, pero no era así”.
Según el periodista, esa decisión “era la última jugada maestra que haría en un tablero donde la vida se le escapaba” y de la que “el resultando no lo vería” y que “solo el tiempo lo reveló”.
El columnista destacó que “no fue un cargo banal el que Chávez entregó a Maduro. Sino una carga abrumadora, un desafío colosal para cualquiera”, pero que “este supo interpretarlo, asumirlo con audacia y habilidad”.
Finalmente, destacó que “el resultado está a la vista luego de siete meses de gestión, en medio de tenebrosos augurios”, concluyó citando la frase de Ignacio Ramonet, en su libro “Hugo Chávez, mi primera vida”: “Maduro ha adquirido un nivel de liderazgo que ni la oposición se imaginaba”.