Hace un par de
días el Rector de la ULA Mario Bonucci escribió en su cuenta Twitter
“Esta universidad ha sobrevivido a todo en 231 años. De esta PESTE también vamos a sobrevivir…” Etimológicamente Peste es un término que deriva del latín pestis y
que refiere a cualquier enfermedad epidémica o pandémica, al contagio
infeccioso, a la insalubridad y podredumbre y a su olor nauseabundo. Es
así, como Su Majestad, Excelentísimo, Señor, Doctor y Rector Mario
Bonucci califica al pueblo de Chávez.
No parece nada nuevo, a los chavistas nos
tienen acostumbrados a calificarnos como mejor le parezca a la
Burguesía rancia de este país, pero puedo responderle desde mi
nauseabunda razón y desde este pueblo que vio nacer su Patria con
Chávez, y que tiene la claridad suficiente para saber, que un titulo no
hace gente.
Mario Bonucci:
Claro que fuimos peste, esa, que la
Burguesía deposito en casas de cartón porque nunca tuvo Misión Vivienda,
fuimos la peste que no merecía educarse porque las universidades era el
privilegio de pocos; fuimos la peste porque para comer en este país
había que tener titulo; fuimos la peste porque los hospitales fueron
secuestrados por médicos a los que le daba asco atender olores
nauseabundos e insalubridad; fuimos la peste porque el obrero era
sinónimo de explotación y el campesino no tenia derecho ni a la propia
tierra que cultivaba, fuimos la peste, porque crear una empresa era el
monopolio del que te negaba el crédito en el banco. Fuimos la peste
porque el estudiante debía salir a entregar su vida por un pasaje
estudiantil, por un cupo y para que las universidades no fueran
privatizadas.
Fuimos la peste, porque el pobre, hecho
podredumbre no podía entrar a un banco, a una universidad, a un
hospital, a una escuela. Fuimos la peste porque los derechos humanos era
solo un concepto debatido en la Naciones Unidas; fuimos una peste, que
vivió por décadas estados de desnutrición, de pobreza extrema y la
agonía de ver morir a sus hijos por hambre, abandono, por falta de
vivienda y por no ser atendidos en un hospital. Fuimos la peste que no
tenía el derecho a organizarse, a tener voz, a tener rostro.
Tiene razón, hoy le escribe, una de
tantas que salió de la pandemia en la que sometió la burguesía a los
venezolanos, y salimos de esa enfermedad infecciosa el día, en que el
Comandante Chávez aprobó la Constitución que me hizo una mujer con
derechos en este país; ese día, fuimos millones los que salimos de la
epidemia y la pandemia a la que ustedes con todos sus títulos
nobiliarios jamás pudieron recetar.
Fui tan grave la enfermedad del pueblo
venezolano, que no cualquier doctor pudo determinar la medicina para
sanar, fue tan complicado el estado infeccioso de este país, que
salieron corriendo a buscar la cura en el Fondo Monetario Internacional
(FMI) y en el Banco Mundial. Y sabe una cosa, la medicina llegó, estaba
en el corazón y el alma de un ser humano extraordinario, en Chávez; y es
aquí, donde lo intento comprender ciudadano Rector, porque usted saber
de algo: tal vez del arte de manipular; pero de Amor, humildad y
solidaridad solo saben los revolucionarios.
Y la Peste, ya no es peste, es pueblo con
rostro, con voz, con voto, es alma, es corazón, es vida, es lucha, es
trabajo, es voluntad, es humildad, es poder popular, es comuna, es
universidad para el pueblo, son misiones, es fuerza armada con academia
de medicina, es vivienda, es salud, es educación, es tecnología, es un
país libre de analfabetismo, es disminución de la pobreza, es alegría,
es generación de oro, son indígenas reconocidos, es cultura, es
identidad, es pasión, es dignidad, es Constitución, es soberanía, es
independencia, en esto se transformo la Peste.
Bonucci, después de tener un periodo como
rector y casi un periodo vencido, después del currículo que esgrime en
sus redes sociales y definirse como el mejor ULAndino que ha pisado la
Universidad Bicentenaria, me parece que le ha faltado tiempo para
dedicarse a estudiar y predicar detenidamente, el lema de nuestra
Universidad, “Initium Sapientiae Timor Domini” que significa, “El
principio de la sabiduría esta en el temor a Dios”. Pues déjeme
decirle, que este lema es esencialmente cristiano y se entiende por
sabiduría, no a la acumulación de conocimientos, sino, como la entrada a
la Fe, es decir, Dios no puede ser despreciado.
Una universidad que es fundada por el
clero, debe tener principios connaturalmente cristianos, es por ello,
Bonucci, que el calificativo PESTE
a la población venezolana, no creo que sea la mejor expresión de quien
desaforadamente dice llamarse Ulandino. Le falta mucho para que ofenda
al pueblo de Chávez, pero le faltaran unas cuantas vidas para aprender
a cultivar la humidad como valor supremo del ser humano. De todas
formas, gracias por habernos recordado la PESTE que fuimos en sus
gobiernos y lo dignos que somos hoy con Chávez.
María Alejandra Castillo Ramírez