©
REUTERS/ Murad Sezer/Files
Al desplegar sus tropas en las antiguas bases soviéticas en Europa, la Alianza Atlántica prepara una plataforma para un ataque global contra Rusia, opinó el senador ruso, Frants Klintsévich.
El
uso activo de las instalaciones soviéticas y el aumento del volumen de
militares en Europa del Este en los últimos años, "unas 19 veces" mayor
que antes, demuestra que la OTAN "tiene serios planes respecto a la idea
de un rápido ataque global", afirmó Klintsévich citado por Rossíyskaya Gazeta.
El senador ruso indicó que Rusia monitorea atentamente la situación y las acciones de la Alianza cerca de sus fronteras. "Está claro que vamos a reapuntar nuestras armas y reforzar nuestras tropas de acuerdo con lo que hace la OTAN. También está claro que los países que albergan el sistema de defensa antimisiles están en nuestra mira. No ocultamos esto", afirmó.
Al mismo tiempo, agregó que a pesar del potencial de convertir las antiguas instalaciones en una plataforma de asalto, todavía no hay razones para preocuparse ya que, por el momento, las tropas de la OTAN tan solo "elevan la tensión" pero no demuestran tentativas de agresión reales.
La OTAN y los altos funcionarios de sus países miembros suelen insistir en que el escudo antimisiles en Europa "no está dirigido contra Rusia".
Por su parte, el país eslavo decidió aumentar sus efectivos en la zona y desplegar tres divisiones adicionales en sus fronteras occidentales como respuesta al aumento de las fuerzas de la Alianza en esta región y las acciones provocativas del bloque, comentó el embajador de Rusia ante la OTAN, Aleksandr Grushkó. El funcionario añadió estar convencido de que la política de confrontación con Moscú está condenada al fracaso.
Los representantes de EEUU en varias ocasiones aseguraron que la DAM no está dirigida contra Rusia y su potencial estratégico, y que "la cooperación en el ámbito de defensa antimisil beneficiaría tanto a EEUU y la OTAN como a Rusia". Para la parte rusa es imprescindible que estas garantías se fijen por escrito de un modo jurídicamente vinculante. Pero actualmente la OTAN quiere que Moscú confíe en la palabra dada de que el escudo antimisiles no será utilizado para debilitar el potencial nuclear de Rusia —un elemento clave del mecanismo de disuasión nuclear en el mundo—, concluye la nota.
El senador ruso indicó que Rusia monitorea atentamente la situación y las acciones de la Alianza cerca de sus fronteras. "Está claro que vamos a reapuntar nuestras armas y reforzar nuestras tropas de acuerdo con lo que hace la OTAN. También está claro que los países que albergan el sistema de defensa antimisiles están en nuestra mira. No ocultamos esto", afirmó.
Al mismo tiempo, agregó que a pesar del potencial de convertir las antiguas instalaciones en una plataforma de asalto, todavía no hay razones para preocuparse ya que, por el momento, las tropas de la OTAN tan solo "elevan la tensión" pero no demuestran tentativas de agresión reales.
La OTAN y los altos funcionarios de sus países miembros suelen insistir en que el escudo antimisiles en Europa "no está dirigido contra Rusia".
Por su parte, el país eslavo decidió aumentar sus efectivos en la zona y desplegar tres divisiones adicionales en sus fronteras occidentales como respuesta al aumento de las fuerzas de la Alianza en esta región y las acciones provocativas del bloque, comentó el embajador de Rusia ante la OTAN, Aleksandr Grushkó. El funcionario añadió estar convencido de que la política de confrontación con Moscú está condenada al fracaso.
"Vamos a defender nuestro intereses de manera
apropiada. Las tres divisiones mencionadas son solo una de las medidas a
tener en cuenta este contexto", aclaró Grushkó.
Los planes estadounidenses de crear un sistema de defensa
antimisiles —DAM— que protegería el territorio de Europa de un ataque
con misiles balísticos es uno de los puntos de fricción en las
relaciones entre el Kremlin y la Casa Blanca.Los representantes de EEUU en varias ocasiones aseguraron que la DAM no está dirigida contra Rusia y su potencial estratégico, y que "la cooperación en el ámbito de defensa antimisil beneficiaría tanto a EEUU y la OTAN como a Rusia". Para la parte rusa es imprescindible que estas garantías se fijen por escrito de un modo jurídicamente vinculante. Pero actualmente la OTAN quiere que Moscú confíe en la palabra dada de que el escudo antimisiles no será utilizado para debilitar el potencial nuclear de Rusia —un elemento clave del mecanismo de disuasión nuclear en el mundo—, concluye la nota.