18 febrero, 2018
El
concepto de ayuda humanitaria es casi todo acto agresivo realizado por
cualquier potencia que, desde el punto de vista del agresor es una ayuda
humanitaria, pero no desde el punto de vista de las víctimas, explica el
filósofo Noam Chomsky. Según el también lingüista y politólogo, Estados Unidos
lo reconoce públicamente y se entiende en el terreno del imperio tradicional.
Fuente:
Telesur y CubaDebate
Primer ejemplo de ayuda humanitaria: El bombardeo a
Serbia en 1999
Fuerzas
de Albania cometían ataques terroristas en territorio serbio para provocar una
respuesta de su Gobierno que le sirviera como justificación a la OTAN (alianza
militar intergubernamental Organización del Tratado del Atlántico Norte ), para
entrar al país, es decir, una intervención de Estados Unidos. Las pérdidas
estimadas fueron altas en ambos lados: dos mil víctimas.
Cuando
asumieron la invasión, el general estadounidense a cargo, Wesley Clark, le
informó a Washington que el resultado del ataque de EE.UU. intensificaría las
atrocidades, porque Serbia no era capaz de responder militarmente bombardeando
a los EE.UU., Serbia respondió por tierra, expulsando de Kosovo a los albaneses
terroristas, justo después del bombardeo de EE.UU.
Pero la
gran cobertura mediática fue la de Slobodan Milošević (expresidente serbio)
llevado a la Corte Penal Internacional por una acusación sobre crímenes
masivos, todos con una sola excepción, fueron después del bombardeo que ejecutó
Estados Unidos contra su población.
Todo lo
narrado anteriormente fue una intervención humanitaria, apunta Chomsky.
¿Son legales las intervenciones por ayudas
humanitarias?
La
Asamblea General de las Naciones Unidas tiene una resolución sobre la
responsabilidad de proteger, que dice explícitamente que no puede ejecutarse un
acto no militar a menos que esté autorizado por el Consejo de Seguridad de la
ONU. Se utiliza para asegurarse de que los gobiernos no repriman a sus propias
poblaciones.
No
obstante, el activista estadounidense explica que hubo otra comisión, presidida
por el exprimer ministro australiano Garreth Evans, que debatió sobre la
“responsabilidad de proteger”, muy parecida a la versión de la ONU, pero con
una diferencia, “que así el Consejo de Seguridad no esté de acuerdo en
autorizar una intervención, agrupamientos regionales pueden intervenir a la
fuerza por su cuenta, ¿qué agrupamiento regional es capaz de una intervención?
Hay uno solo y se llama OTAN”.
La
“responsablidad de proteger” es legal porque la Asamblea General de la ONU lo
autorizó, pero lo que rige actualmente es la versión autorizada de Evans, un
buen ejemplo de cómo funciona una propaganda en un sistema poderoso, agrega
Chomsky y que además se puede ver en los medios de comunicación.
Otro ejemplo de ayuda humanitaria: El bombardeo a
Libia en 2011
Una resolución
de la ONU en 2011 hizo un llamado a la creación de una zona de exclusión aérea
en Libia, a excepción de aquellos cuyos fines sean “humanitarios”, que pasó a
términos diplomáticos para solucionar el problema, y que Muamar Gadafi aceptó,
declarando un cese el fuego contra fuerzas opositoras a su Gobierno.
Finalmente
Washington optó por apoyar una resolución mucha más amplia que la de la simple
zona de exclusión aérea, y apostó por una ocupación militar del país.
“Reino
Unido, Francia y Estados Unidos se convirtieron en la fuerza aérea de la
oposición. Uno de sus ataques terminó sepultando a Gadafi y matando a 10 mil
personas, dejó a Libia en lo que es hoy día, en manos de milicias”, recuerda
Noam Chomsky.
A partir
de ese momento, hubo un gran flujo de yihadistas armados en Asia occidental y
África occidental, lo que se convirtió en la fuente principal de terrorismo
radical en el mundo, “una consecuencia de la mal llamada intervención
humanitaria en Libia”.
El poder de EE.UU. ahora, con Donald Trump como presidente
Chomsky
también explicó que la sociedad debe repensar lo que significa el poder.
Estados Unidos, a su juicio, sigue siendo supremo. Su poder es dañino, pero
desde el punto de vista de la oligarquía, ese poder les da todo lo que piden,
asevera el filósofo. Solo en términos militares, esta nación maneja el 25 por
ciento de la economía mundial, y también está mucho más avanzado en tecnología
que el resto del mundo.
Agrega
que pese a que en economía han estado en declive, sería un error pensar en que han
perdido su dominio.
“La
multinacionales estadounidenses son dueñas de la mitad del mundo, están
integradas con el Estado, tienen todos los sectores: industria, venta,
comercio, finanzas”.
Explica
que desde su elección como presidente, no solo es Trump quien representa el
peligro, sino el liderazgo republicano completo, que niegan el fenómeno del
calentamiento global, por mencionar solo un problema.
“El
partido republicano es una de las organizaciones más peligrosas en la historia
de la humanidad, suena escandaloso, pero pensemos al respecto por un momento,
Hitler no quería destruir el futuro de la existencia humana, nadie tenía la
intención”, se lamenta y agrega que no son personas ignorantes ni
fundamentalistas religiosos, sino las mejores educadas y apoyadas del mundo,
quienes ponen a la sociedad en peligro.
Según
Chomsky, las políticas más peligrosas apenas se discuten, son amenazas
existenciales que enfrentamos, esta generación tiene que decidir si la
existencia humana continuará, no es un chiste, es el calentamiento global o una
guerra nuclear y las acciones de Trump empeoran ambas.