La insurgencia islámica patrocinada por la CIA (1979-)
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El 7 de octubre de 2024 se conmemora el aniversario del bombardeo y la invasión de Afganistán por parte de Estados Unidos y la OTAN, alegando que Afganistán había atacado a Estados Unidos el 11 de septiembre de 2001.
Publicada por primera vez el 4 de octubre de 2023, la sección sobre la “guerra justa” de Estados Unidos contra Afganistán se agregó el 16 de diciembre de 2023.
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Introducción
La agenda de los neoconservadores no es “ganar la guerra”, sino diseñar la desintegración de estados nacionales soberanos, destruir su cultura e identidad nacional y derogar valores fundamentales y derechos humanos.
El objetivo estratégico es provocar el caos político y social, provocar el colapso de las economías nacionales, apropiarse de la riqueza y los recursos de los países y empobrecer a todo el planeta, incluida la patria estadounidense.
Es una combinación de armas de destrucción masiva, operaciones de inteligencia encubiertas, propaganda y una “medicina económica fuerte”. La criminalidad de la agenda hegemónica de Estados Unidos y la OTAN es indescriptible.
Este artículo se centra en los derechos de las mujeres en Afganistán “antes” y “después” de la “guerra humanitaria” de Washington contra Afganistán, que comenzó en el apogeo de la Guerra Fría en 1979, bajo el nombre de Guerra Soviética-Afgana. Fue una operación de inteligencia cuidadosamente planificada.
Está precedido por un repaso de la “guerra justa” de Estados Unidos contra Afganistán.
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La “guerra justa” de Estados Unidos contra Afganistán
Una segunda guerra e invasión de Afganistán bajo los auspicios de Estados Unidos y la OTAN se llevó a cabo el 7 de octubre de 2001 , cuatro semanas después de los trágicos acontecimientos del 11 de septiembre.
Fue definida como “ UNA GUERRA JUSTA” por Richard Falk , reconocido académico, profesor de Derecho Internacional y Humanitario en Princeton, activista contra la guerra y miembro del Consejo de Relaciones Exteriores:
Analizando la evidencia
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La política exterior de Estados Unidos tras el 11 de septiembre
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I
Antes de la “insurgencia islámica” patrocinada por la CIA
contra el pueblo de Afganistán
"Antes"
Sin que los estadounidenses lo supieran, en los años 70 y principios de los 80 Kabul era “una ciudad cosmopolita. Artistas y hippies acudían en masa a la capital. Las mujeres estudiaban agricultura, ingeniería y comercio en la universidad de la ciudad. Las mujeres afganas ocupaban puestos en el gobierno”.
Universidad de Kabul, principios de los años 1980
“Antes del ascenso de los talibanes [que fue instrumentalizado por la CIA], las mujeres en Afganistán estaban protegidas por la ley y se les otorgaban cada vez más derechos en la sociedad afgana. Las mujeres obtuvieron el derecho al voto en la década de 1920; y ya en la década de 1960, la constitución afgana preveía la igualdad para las mujeres. Había un clima de tolerancia y apertura a medida que el país comenzaba a avanzar hacia la democracia.
Las mujeres estaban haciendo importantes contribuciones al desarrollo nacional. En 1977, las mujeres representaban más del 15% del máximo órgano legislativo de Afganistán. Se calcula que a principios de los años 90, el 70% de los maestros de escuela, el 50% de los empleados públicos y estudiantes universitarios y el 40% de los médicos de Kabul eran mujeres.” ( Oficina de Democracia y Derechos Humanos , Departamento de Estado de los EE.UU., 2001, enlace ya no funcional)
Transporte público en Kabul
II
A partir de la era Reagan: la derogación de los derechos de las mujeres.
Destrucción de un país entero
"Después"
Osama bin Laden, el fantasma de Estados Unidos, fue reclutado por la CIA en 1979, al comienzo mismo de la yihad patrocinada por Estados Unidos.
Tenía 22 años y había sido entrenado en un campo de entrenamiento de guerrillas patrocinado por la CIA. Los arquitectos de la operación encubierta en apoyo del “fundamentalismo islámico” lanzada durante la presidencia de Reagan desempeñaron un papel clave en el lanzamiento de la “Guerra Global contra el Terrorismo” (GWOT, por sus siglas en inglés) tras los atentados del 11 de septiembre.
Durante la administración Reagan, la política exterior estadounidense evolucionó hacia el apoyo incondicional a los “luchadores por la libertad” islámicos. En el mundo actual, a los “luchadores por la libertad” se les califica de “terroristas islámicos”.
III
La guerra soviética-afgana
La guerra soviética-afgana fue parte de una agenda encubierta de la CIA iniciada durante la administración Carter, que consistía en apoyar y financiar activamente a las brigadas islámicas, más tarde conocidas como Al Qaeda.
El número de escuelas religiosas (madrazas) patrocinadas por la CIA aumentó de 2.500 en 1980 a más de 39.000 . USAID financió generosamente el proceso de adoctrinamiento religioso, en gran medida para asegurar la desaparición de las instituciones seculares y el colapso de la sociedad civil.
En lengua pastún, la palabra “talibán” significa “estudiantes”, o graduados de las madrasas (lugares de aprendizaje o escuelas coránicas) creadas por las misiones wahabíes de Arabia Saudita, con el apoyo de la CIA.
“Estados Unidos gastó millones de dólares para proporcionar a los escolares afganos libros de texto llenos de imágenes violentas y enseñanzas islámicas militantes…
Los manuales, que contenían abundantes referencias a la yihad y dibujos de armas, balas, soldados y minas, han servido desde entonces como base del currículo escolar afgano. Incluso los talibanes utilizaban los libros producidos por los Estados Unidos...
" Las imágenes en los textos son horrendas para los estudiantes, pero los textos son incluso mucho peores", dijo Ahmad Fahim Hakim, un educador afgano que trabaja con una organización sin fines de lucro con sede en Pakistán.
Un trabajador humanitario de la región revisó un libro de 100 páginas sin revisar y contó 43 páginas que contenían imágenes o pasajes violentos.
Los libros de texto , publicados en las lenguas afganas dominantes, el dari y el pastún, se elaboraron a principios de los años 1980 gracias a una subvención de la AID a la Universidad de Nebraska-Omaha y a su Centro de Estudios sobre Afganistán . La agencia gastó 51 millones de dólares en los programas educativos de la universidad en Afganistán entre 1984 y 1994 ( Washington Post , 23 de marzo de 2002).
“Se colocaron anuncios, pagados con fondos de la CIA, en periódicos y boletines informativos de todo el mundo ofreciendo incentivos y motivaciones para unirse a la Yihad [islámica].” (Pervez Hoodbhoy, Peace Research, 1 de mayo de 2005)
“Bin Laden reclutó a 4.000 voluntarios de su propio país y desarrolló estrechas relaciones con los líderes muyahidines más radicales. También trabajó en estrecha colaboración con la CIA… Desde el 11 de septiembre [de 2001], los funcionarios de la CIA han estado afirmando que no tenían ningún vínculo directo con Bin Laden .” (Phil Gasper, International Socialist Review, noviembre-diciembre de 2001)
IV
Los derechos de las mujeres, la pobreza y la desesperación
Los medios de comunicación culpan casualmente a los talibanes, sin reconocer que el fundamentalismo islámico y las escuelas coránicas fueron impuestos por la CIA.
La educación pública fue destruida y los derechos de las mujeres en una sociedad predominantemente secular que tenía sus raíces en la década de 1920 fueron DESTRUIDOS.
Esta destrucción va acompañada del empobrecimiento masivo de un país entero.
V
“ Antes” y “Después”.
Un proyecto criminal. ¿Quién está detrás?
“ Un país que alguna vez fue próspero se ha visto precipitado a la extrema pobreza y la desesperación . Es un crimen contra la humanidad.
Según la ONU, Afganistán sufre actualmente una grave escasez de alimentos y hambruna.
Hay que entender que esta guerra comenzó hace más de 40 años, en 1979, con el reclutamiento por parte de la CIA de mercenarios yihadistas (Al Qaeda) financiados por el tráfico de narcóticos.
El objetivo final era destruir Afganistán como un Estado nacional progresista e independiente comprometido con la educación, la cultura y los derechos de las mujeres”.
Lo que los medios de comunicación describen como las “políticas tiránicas de los talibanes” lleva las huellas de la CIA, que impuso el fundamentalismo islámico, al tiempo que diseñaba el colapso y el empobrecimiento de un Estado nacional secular progresista.
El presidente Ronald Reagan emitió (y firmó) la Directiva de Decisión de Seguridad Nacional 166 (NSDD 166) , que de facto autorizó “una mayor ayuda militar encubierta a los muyahidines”, así como el apoyo de la CIA al adoctrinamiento religioso.
La promoción del “Islam radical” fue una iniciativa deliberada de la CIA ( NSDD 166 ) que, tras el 11 de septiembre, sirvió como justificación para librar una “ guerra global contra el terrorismo” (GWOT) en Oriente Medio, Asia central, el sudeste asiático y el África subsahariana.
Nuestros pensamientos están con el pueblo de Afganistán.
Michel Chossudovsky , Global Research, 9 de septiembre de 2023
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