José Sant Roz
Ha de saberse que, si se produce un ataque al territorio venezolano con misiles gringos, arderá todo el Caribe y el polvorín se extenderá a lo ancho y largo de América Latina. Hasta ahora llevan 37 viles asesinatos de pescadores, atacando lanchitas, y el cobarde Trump ahora proclama: «Lo que viene será en tierra».
Ha de saberse, que nuestros ataques en una guerra serán frontales: serán borradas del mapa, multitudes de empresas estadounidenses en el Caribe, tales como Walmart y General Motors, las cuales funcionan en Puerto Rico y República Dominicana. Empresas como Timberland, algunas aeroespaciales como Eaton Corporation, compañías de tecnología y empresas de turismo controladas por EE UU en toda esta región… Se verán severamente afectadas las empresas petroleras estadounidenses como ExxonMobil y Chevron las cuales operan en Guyana, y tienen asentadas sus plataformas en el territorio nuestro del Esequibo. También sufrirá grandes pérdidas la Shell que funciona en Trinidad y Tobago, y las instalaciones que ésta tiene en Curazao, por cuanto que todo centro gringo se convertirá en parte del conflicto regional. S decir, cualquier punto gringo en el Caribe, en medio de una guerra será considerado por Venezuela, sin ambages, como objetivo militar enemigo.
Si atacan a nuestros puertos y aeropuertos, a nuestras centrales eléctricas, a nuestras refinerías o cuarteles, ni sueñen los gringos que nos quedaremos de brazos cruzados. Hasta arderán las propias bases gringas en Colombia. Y no olvidemos que el Caribe importa unos 20 mil millones de dólares anuales en productos manufacturados estadounidenses…
Hoy vemos, pues, que está desatada como nunca el psico-terror contra Venezuela desde EE UU. Se ha venido intensificando esta campaña, día tras día, esperando The Orange Pig (Trump) que nos rindamos, que pidamos cacao, que aceptemos ese CAMBIO DE RÉGIMEN que él tanto aspira.
Piden la invasión gringa María Corina Machado desde su ultra-conocida cueva en Caracas e igualmente lo hace Leopoldo López desde Madrid. Pide que nos invadan los gringos, el narcotraficante Álvaro Uribe Vélez y sus paramilitares, y también la ultra-derecha española dirigida por VOX y el PP. Abogan por una guerra contra Venezuela en Latinoamérica, también, Noboa, Milei y Boric.
¿Pensará doña María Corina que saldrá lisita si se produce una confrontación con sus amos? ¿Creerán los escuálidos que el poder los gringos se los va a pasar en bandeja de plata, sin consecuencias terribles para ellos mismo? El propio Brasil tendrá que definir su posición en esta gran conflagración.
Pero no lo tienen fácil. No será un paseo. Si entran no podrán salir. No aspiren que en pocas horas los mariners estarán tomando café en Sabana Grande, muertos de la risa. Y volveremos a repetir una y mil veces con Chávez: “VÁYANSE AL CARAJO, YANQUIS DE MIERDA, QUE AQUÍ HAY UN PUEBLO DIGNO!”
